Mi gran amor: Jeff the killer

12#

Cuando me desperté me encontraba en el hostipal. Mi hermana estaba a mi lado.

- Sky... - dijo con una gran sonrisa y ojos llorosos, luego me abrazó.

Mi cabeza me dolía, la sentía pesada.

- ¿Qué pasó hermana? ¿Por qué estás aquí? ¿Qué hago en un hospital?
- Me diste un susto de muerte Sky.
- ¿Qué?

Mi cabeza empezaba a aclararse, de pronto recordé todo lo sucedido ayer. De inmediato me incorporé.

- ¿Dónde está Jeff?
- Él está bien.
- Eso no es lo que te pregunté. ¿Dónde está?

Mi hermana no me respondió.

- ¿Dónde está Jeff? - le exigé.
- Sky, esto es por tu bien. Ya no quiero que veas a ese chico.
- ¡¿Qué?! Tú no me puedes prohibir eso.
- Sí puedo hacerlo, ahora yo soy tu tutora. Cuando te den de alta nos iremos, he vendido la casa y ya compré otra, una que queda cerca de mi nuevo trabajo y de tu nueva preparatoria. Ya hice todos los arreglos.
- No iré. Me quedaré, no vas a impedir que vuelva a ver a Jeff.

Traté de levantarme pero Sara me lo impidió.

- Aún no puedes levantarte, estás muy débil perdiste mucha sangre sin mencionar el daño psicológico que has de haber sufrido.
- Eso no es importante, tengo que ir donde Jeff, debo de ver que está bien. No me puedes impedirlo. - dije eso y me saqué la intravenosa de mi brazo.

Vi que Susan apretó un botón, estaba llamando a más enfermeras, eso me hizo desesperarme, quería detenerme.

- Susan, ¡suéltame de una maldita vez! - le grité dando varias patadas al aire tratando de quitar el agarre de mi hermana pero estaba débil, no podía contra Susan.

Varias enfermeras entraron por culpa del botón y del escándalo que hacía.

- Hay que darle un calmante. Sujétenla fuerte.
-¡NO! - grité a pleno pulmón -. Suéltenme.

Me agarraron entre varias enfermeras mientras una se asercaba a mí con una jeringa. Empecé a moverme como loca pero las enfermeras junto con mi hermana me inmobilizaron por completo.

- ¡NO! - volví a gritar - ¡Jeff! ¡JEFF!

Me aplicaron la inyección, las pocas fuerzas que tenía se fueron de mí y nuevamente quedé inconsiente.

................

Abrí los ojos lentamente, era ya entrada la noche. En lo primero que pensé fue en que debía irme pronto y buscar a Jeff, tenía que estar junto a él algo me lo decía.
Traté de levantarme pero no pude, me habían atado con correas de cuero en la cama.

- "Ellos se interponen, no quieren que vaya con Jeff..."

Nuevamente escuchaba esa voz.

- "Hay que eliminar a todos los que se interpongan, como en los viejos tiempos"

Sacudí mi cabeza y acallé a la voz, no podía volver, mi otro yo no podía regresar.

Me tranquilicé, respiré lentamente y la voz poco a poco desapareció. Ahora, un poco más tranquila, pensé en cómo soltarme. Miré alrededor, el botón para pedir ayuda no estaba muy lejos, haciendo grandes esfuerzos pude presionarlo con mi cabeza. Al poco rato, una enfermera entró.

- ¿Qué es lo que le pasa?
- Necesito ir al baño - le pedí.

La enfermera me miró dudosa.

- Por amor de dios, no he ido en todo el día - me quejé.
- Bien.

La enfermera me soltó y yo me puse de pie con su ayuda. Me llevó a los servicios.
Había dicho la verdad sobre necesitar ir al baño por lo qur al entrar al cubículo hice mis necesidades.

- Ahora regresemos - me dijo la enfermera cuando lavé mis manos.

Asentí y me dejé guiar por la enfermera hacia mi habitación.

- Te volveré a colocar las correas.

Yo me limité a asentir sin oponer ninguna resistencia. La enfermera me empezó a colocar la correa en mi muñeca izquierda. Yo aproveché que estaba distríada para golpear fuermente su cuello, de un solo golpe la dejé inconsiente.
Era en momentos como estos que agradecía a mi hermana por haber estudiado enfermería y que me enseñara todos los puntos débiles de las personas.
Me quité la correa que había empezado a poner y luego levanté a la enfermera y la dejé en una silla. No disponía de mucho tiempo, ella iba a despertar pronto asi que antes de que lo haga iba a buscar a Jeff.