Mi gran amor: Jeff the killer

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Ya ha pasado dos semanas desde que arreglé mis diferencias con Masky. Desde ese día es una persona completamente diferente, es amable y bueno conmigo cosa que a todo el mundo le sorprendió.
Pero a pesar de haber buenos momentos, también han habido varios desagradables. Sobre todo cuando alguien llamada Nina no deja de coquetear con Jeff.

Es por eso que ahora estoy frente a la puerta de su habitación. Tenía que dejarle muy en claro a esa perra que Jeff es solo mío.
Nina me abrió pero al verme hizo una gran mueca de disgusto.

- ¿Qué es lo que quieres?
- Solo conversar.

Se hizo a un lado para dejarme pasar.

- ¿Ahora qué quieres?
- Pues, quiero que dejes de andar de perra con Jeff. Si aún no te has dado cuenta Jeff es MÍO.
- Jajaja, no me hagas reír. Tú no eres nadie para decirme qué hacer estúpida. Yo soy la única que debería estar con Jeff.

Apreté mis puños tratando de aguantar las ganas de matarla en ese preciso momento.

- Solo te lo advierto Nina. No querrás verme molesta.

Salí de la habitación de Nina y fui a la mía. Adentro estaba Sally.

- Sky, juguemos.
- Claro Sally.

Jugar con Sally logró calmarme. Ahora estaba más un poco más tranquila hasta que escuché voces del pasillo.

- Jeff, quiero practicar.

Era la puta de Nina.

- Ya te enseñe todo. No molestes Nina.

Ja, Jeff la estaba choteando.

- No seas así. Vamos por favor.
- Ya qué. De todas formas estoy aburrido.

Maldición.
Traté de no prestar caso a ese molestosa voz en mi cabeza que me decía una y otra vez que los siga.

"Ella trama algo. Es por eso que habló tan fuerte, era para que la escucharas"
"Confio en Jeff"
"No vas a perder nada con solo ir a ver"
"Solo iré para que dejes de molestar"

- Sally, ya regreso ¿si?
- Vas a ir a ver a Jeff y Nina ¿no?
- No... ¿qué te hace pensar eso? - le pregunté un tanto nerviosa revelándome a mí misma.
- Porque yo haría lo mismo si fuera tú. Apúrate porque no me fio de Nina.

Hasta Sally pensaba así.

Salí de la cabaña y me interné en el bosque, ¿dónde pueden estar? ¿dónde?

Escuché el sonido de cuchillos chocando entre sí. Fui dónde me guiaba en sonido. Llegué a un claro, me oculté entre los arbustos para que ellos no me vieran.

"Lo sabía, Jeff no sería capaz de hacer ese tipo de cosas. Ahora ya puedo irme"

Estaba por irme cuando detuvieron la pelea.

- Has mejorado bastante - la felicitó Jeff.
- Gracias a ti.
- ¿Qué haces?

Ay mierda. Mi corazón se paró por un momento cuando Liu me susurró al oido.

- Liu - me quejé en susurros.
- Creí que habías dicho que confiabas al 100% en Jeff.
- Confio en Jeff no en ella. ¿Qué es lo que haces tú aquí?
- Te vi saliendo de la cabaña y te seguí.

Liu se rió y fijó su vista al frente. Su sonrisa cambió a una de sorpresa.

- ¿Qué p...?

Vi donde miraba Liu. Era Nina y Jeff besándose.

"Te lo dije"

Me levanté furiosa y salí de mi escondite. Mis ojos se estaban llenando de lágrimas pero parpadeé para quitarlas.
Nina se separó de Jeff y me miró con una asquerosa sonrisa.
Jeff volteó a ver lo que veía Nina y me vio.

- S-Sky...

Empujé a Jeff a un lado.

- Prepárate perra.

La sonrisa de Nina borró de su rostro.

- Te dije que te alejaras de Jeff. También te dije que no querrías verme molesta.

Nina se armó con su cuchillo y trató de apuñalarme el pecho pero yo puse mi brazo como defensa.

- ¿Eso es todo? - le pregunté

Me saqué el cuchillo y lo lancé lejos.

- Preparate para sufrir.

Pateé a Nina en el pecho con un rápido movimiento que no pudo evitar.
Sentí como sus costillas se rompieron al contanto con mi golpe. Nina escupió sangre cuando chocó contra un árbol, este se agrietó y rompió.

- Esto es solo el comienzo. Vas a sufrir tanto que me suplicaras que te mate de una vez.

Corrí hacia Nina y la levanté del cabello. Su boca tenía un hilillo de sangre.

Con mi mano libre golpeé su despreciable rostro rompiendole la nariz, esta vez me controlé o la hubiera matado y la diversión se había terminado muy pronto.

- No debiste meterte con lo que me pertenece.

Tiré al suelo a Nina y pisé su espalda.

- Sabes adoro escuchar cuando el hueso de una persona se rompe.

Le cogí el brazo y se lo rompí.
Nina gritó de dolor, dulce música para mis oídos. Hace tanto que no hacía esto.

Le rompí el otro brazo y nuevamente volvió a gritar.
También le rompí las piernas.

- Sabes, voy a ser piadosa. Si me suplicas consideraré dejarte con vida.
- P-por favor...
- Humm... no te escucho.

Pateé a Nina en sus rotas costillas.

- Por favor, lo siento. Lo siento.
- Un lo siento no es suficiente. Para tu pecado no hay perdón. De la única forma en que pueda perdonarte es matándote.

Estaba por darle el golpe final, atravezarle el pecho y sacar su corazón pero un tentáculo me sujetó de la cintura y me lanzó en dirección contraria a Nina.
Di una pirueta para caer de pie.

- No te metas en donde no te llaman.
- Sky, reacciona. Esta no eres tú.
- Esta siempre fui yo Slender.
- ¡No! La Sky que nosotros conocemos es alguien amable y de buen corazón.
- ¿Dices que está mal darle su merecido a la perra?
- Sky, no solo has dañado a Nina. Jeff está gravemente herido, ahora despierta.
- ¿Qué?

Yo no quería hacerle daño a Jeff, esa no era mi intención.
Caí al suelo de rodillas y me cubrí el rostro con mis manos.
¿Cómo había sido capaz de hacerle daño a Jeff?

- ¿D-dónde está?
- En mi laboratorio.

Corrí hacia la creepyhouse y fui al laboratorio de Slender.
Jeff estaba ahí, su pecho estaba siendo envuelto por unas vendas con la ayuda de Liu.
Me acerqué a él comenzando a lagrimear.

- Jeff... lo siento, no quería lastimarte... yo...

Había lastimado a la persona que amaba. No merecía estar a su lado por el simple hecho de haberle hecho daño, de no haberme dado cuenta de mis acciones.

- Lo siento.

Salí de ahí corriendo, apartando a todos los chicos que me preguntaban qué había pasado.
Salí de la creepyhouse internandome nuevamente en el bosque mientras lloraba.
Escuché que me llamaron, escuché que me seguian pero era demasiado rápida como para que ellos pudieran alcanzarme.

Por fin llegué a la ciudad, corrí por las calles sin detenerme.
No podía regresar, no después de lo que he hecho, de seguro nadie me lo perdonará, de seguro todos me tendrán miedo.
Seguí corriendo, dejando todos los cálidos recuerdos, dejando a mi nueva familia, mis amigos y a mi gran amor.
Ya no había vuelta atrás.