Mi gran amor: Jeff the killer

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Hola, hoy puplicaré tres capítulos. 

Que los disfruten.

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El día que me dieron de alta yo luché con mi hermana para que me dejara ver a Jeff antes de irme pero ni eso me dejó. Me llevó a rastras al auto con ayuda de un guardia de seguridad.

Me di cuenta que él era el mismo guardia del día anterior, el que me llevó a mi habitación luego de ver a Jeff.
Sin que mi hermana se diera cuenta le pasé la carta al guardia. Esa carta la había escrito en la mañana antes que mi hermana llegara.

- Por favor, entrégaselo - le pedí al guardia.

Él entendió a quién me refería, asintió levemente sin que Sara se diera cuenta y se fue.

Mi hermana subió al auto y arrancó. Trató de hablar conmigo pero yo solo la ignoraba, al final se rindió y puso música.
Llegamos a la nueva casa, era de dos pisos como la anterior, las paredes pintadas de crema, tenía una cerca rodeándola y un amplio patio.

- Tus cosas ya están en tu habitación. Segundo piso, segunda puerta a la derecha - me dijo Sara al entrar a la casa.

No me tomé la molestia para ir a ver el resto de la casa, fui de frente a mi nueva habitación.
Tal y como Sara dijo, todas mis cosas estaban ahí, mi escritorio, ropero, cama, estéreo, laptop, mesita de noche... todo.
Le puse seguro a la puerta y me eché en la cama.
Tenía que pensar en una forma para ver a Jeff. Mi hermana solo debe de estar alterada por lo que pasó, a nadie le gustaría enterarse que hubo una muerte en su casa y que su hermana salió lastimada.
El día de ayer había dado mi testimonio a la policía y mi hermana lo escuchó todo, sabe que fue Jeff el que mató a Randy, es por eso que me dijo que no me le acercara pero lo que no sabe es que si Jeff no lo hubiera matado, yo lo hubiera hecho con mucho gusto.

....

Al pasar las horas, escuché que tocaron la puerta.

- Sky, es hora de comer.
- No tengo hambre - le respondí a pesar de lo mucho que sonaba mi estómago.
- Sky, no seas infantil, ya no eres una niña. Sal de una vez.
- ¡Tú no eres mi madre! No tengo porqué escucharte - grité.

Susan se quedó callada por un momento.

- Ya sé que no soy como mamá. No sé que hacer. Pero sabía que lo mejor era que no vieras a ese chico. ¡Mamá también te lo hubiera prohibido! ¡Es un asesino!
- ¡Jeff solo trató de salvarnos! Randy trató de violarme. Ellos fueron los primeros en sacar los cuchillos. ¡Hasta quemaron vivo a Jeff!

Había empezado a llorar. No escuché respuesta de Sara, solo escuché sus pasos alejándose.
De inmediato me arrepentí de haberle gritado de esa forma a Susan, ella era mi hermana mayor y yo la adoraba pero no iba a ceder.

......

Los días pasaron. No me hablaba con mi hermana, solo salía del cuarto para ir a la preparatoria y cuando regresaba me volvía a encerrar en mi habitación.

Ya había pasado una semana desde que me dieron de alta, estaba en mi habitación como siempre cuando mi celular empezó a sonar.
Era un número desconocido. Contesté
-¿Alo?
-¿Sky?
- Sí, ¿quién habla?
- Soy Liu, ¿ya te olvidaste de mi?
- ¿Liu? ¿No se suponía que estabas en prisión?
- Sí, bueno. Acortaron mi sentencia luego que supieron que ellos no eran tan inocentes como lo hicieron creer. Me sacaron gracias a mi gran abogado que dijo que fue en defensa propia.
- Que bueno. Felicidades por salir de prisión.
- Fue gracias a ti también. Tú le contaste a la policía todo lo que viste ese día en el que te fueron a interrogar.
- Sí, no podía dejar las cosas así. Bueno, ¿para qué me llamabas? ¿Jeff te lo pidió? ¿Me puedes pasar con él?
- Un momento. No me permiten entrar a las habitaciones con celular, estoy afuera del hospital, solo quería decirte que mañana le darán de alta a Jeff, en la tarde.

Me alegré al oír esa noticias

- Gracias por avisarme, iré mañana aunque mi hermana trate de detenerme. Adiós Liu.
- Bye, nos vemos mañana.

.....

Al día siguiente Susan tocó la puerta para despertarme. Vi la hora, el reloj marcaba las 11:15 pm. 

- Me estoy yendo a trabajar. La comida está lista. Hoy tengo el turno de guardia así que regresaré mañana temprano ¿bien? Cualquier cosa me llamas, vendré de inmediato.

Diciendo eso se fue. Era la mejor oportunidad que tenía.
Abrí la puerta de mi habitación y fui al baño. Hice mis necesidades, me duché y fui a mi cuarto a cambiarme.
Luego de cambiarme bajé y me serví la comida, devoré el plato en tiempo récord. Luego de lavar el plato y cepillarme los dientes me alisté para salir, mi hermana vendría tarde así que podía ir a ver a Jeff. Ella no me iba a prohibir eso, nadie lo haría.