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Cogí todo el dinero que tenía guardado. Era bastante, podría ir en taxi; así podría llegar más rápido, tal vez media hora siempre cuando no haya tráfico y tomemos varios atajos.

Luego de llamar a la agencia y decir mi destino sali de la casa y esperé. El taxi llegó a los 5 minutos.

El taxi llegó y yo entré de inmediato. Luego de 45 minutos llegamos. La tarifa fue alta pero eso ya me lo esperaba.

Cogí mi celular y llamé a Liu buscando en el directorio de llamadas. Liu contestó al segundo.

- Sky, estamos en el tercer piso, habitación 320, te espero en el pasadizo.

Me colgó. No me importó porque me dijo lo que quería saber. Me fui al ascensor y apreté el botón del tercer piso. Movía mi pie impaciente, ¿por qué se demoraba tanto el maldito ascensor?
Por fin las puertas se abrieron, salí del ascendor y casi corrí cuando vi a Liu.

- Liu.

Estaba tan contenta de saber que estaba a pocos pasos de Jeff y también que Liu me haya avisado sobre el alta de Jeff que lo abracé sin pensarlo.

- Gracias - le dije.
- No hay de qué. Ahora, ¿entramos? Jeff debe de estar esperando verte.
- Sí.

Cuando Liu iba a abrir la puerta lo detuve.

- Espera.
- ¿Qué pasa?

Liu me miró extrañado. Yo estaba nerviosa.

- Tu mamá...
- ¿Qué pasa con ella?
- ¿Ella no está enojada conmigo? ¿No me culpa por lo que le pasó a Jeff?

Bajé mi mirada, la señora Woods me debe odiar.

- No te preocupes, ella no te culpa ni nada de eso.
- ¿En serio? - le dije con mis ojos brillando.
- Sí, es más, ella estuvo de acuerdo para llamarte.

Un gran alivio recorrió mi cuerpo.

- ¿Ahora ya entramos? Mi madre y Jeff les pidieron al doctor para esperarte.

Asentí y Liu abrió la puerta. Jeff estaba sentado en una camilla, la señora Woods estaba parada claramente ansiosa.

- Liu, Sky.

La señora se acercó a saludarnos, a mí me abrazó. Yo no pude aguantar las lágrimas.

- Lo siento - le dije.

La señora Woods me abrazó más fuerte, Liu apoyó su mano en mi hombro.

- No fue tu culpa querida.

Me soltó y se puso a un lado para que pudiera acercarme a Jeff.
Fui a su lado y tomé su mano.

- Jeff... - susurré - lamento no haber venido a verte en todo este tiempo.
- No te preocupes, hice que Liu leyera tu carta. Por cierto, me sorprende que tu hermana te haya dejado venir.
- No le dije, me escapé.
- Esa es mi chica - me dijo orgulloso, yo sonreí.

El doctor, que se había quedado viendo todo, se aclaró la garganta.

- ¿Ahora sí podemos proceder? Entiendan que no podemos quedarnos más tiempo, hay otros pacientes por atender.
- Sí. Gracias por su paciencia doctor - dijo la señora Woods.
- Bien. Señorita si me lo permite...

Me aparté para que el doctor junto con una enfermera empezaran a quitarle la venda a Jeff.
Me sentía ansiosa, ¿cuánto habrá afectado la quemadura al aspecto de Jeff? ¿Tal vez afectó sus ojos? ¡¿Y si ahora no puede ver?!... No, no. Los doctores hubieran informado si la vista de Jeff estaba mal ¿no?
Bueno, eso no importaba, no me importa cuánto haya cambiado o si se ha quedado ciego, yo de todas formas lo voy a seguir amando, sin importar qué.

El doctor por fin quitó las vendas, al ver a Jeff me quedé sin palabras, su cabello castaño ahora estaba negro, su piel estaba increíblemente pálida. Mi corazón empezó a latir rápido, su aspecto anterior me gustaba pero ahora..., ahora era simplemente perfecto, ese aspecto le quedaba mucho mejor que el que tenía antes.
Le sonreí a Jeff y él me sonrió. Me acerqué y lo abracé. Jeff me abrazó también.

- Te extrañe tanto - me susurró al oído - quería verte.
- Y yo a ti.

Nos separamos y volteé a ver a Liu y a la señora Woods, ella debió haber sido la primera en abrazarlo, al ser su madre. Pero ninguno de los dos se movió, solo veían a Jeff.

- ¿Qué pasa? - preguntó Jeff.
- Mi hijo...

La señora Woods empezó a llorar, no entendía por qué.

- Jeff... - dijo Liu.
- ¿Qué pasa? - volvió a preguntar Jeff con menos paciencia.
- Tu rostro Jeff... - dijo Liu.
- ¿Qué tiene mi rostro?

Jeff me miró pero yo solo negué con la cabeza, tampoco entendía porqué estaban así, Jeff se veía muy bien.

- Aquí tiene un espejo.

La enfermera le dio un espejo y Jeff se vio en él. Primero se sorprendió pero luego sonrió.

- Soy hermoso - dijo.

Bajó el espejo y miró a su mamá y hermano.

- Soy hermoso ¿no?

Ambos se quedaron un rato en silencio. Jeff volteó a verme.

- Sí, eres hermoso - le dije sonriendo.
- Ya lo sabía. Esta apariencia me pega mejor.
- Sí - le dije sonriendo más que antes, era lo mismo que había pensado antes.
- Entonces señora Woods, los papeles están listos. Ya pueden irse.

Liu se acercó a Jeff y lo ayudó a ponerse de pie.

- Te traje ropa Jeff.

¿Me parecía o Liu estaba nervioso? Tal vez solo era mi imaginación

- Voy a esperar afuera.

Salí de la habitación junto con el doctor, la enfermera y la mamá de Jeff.
La señora Woods detuvo al doctor antes de que doblara la esquina. Estaban hablando de algo, la curiosidad hizo que me acercara un poco.

- Doctor, mi hijo...
- No se preocupe, él debe de estar confundido por las medicinas, se le pasará pronto. Pero si sigue así dentro de una semana debe traerlo.
- Gracias doctor.

Volví a mi lugar frente a la puerta de la habitación de Jeff antes que la señora Woods regresara. En esos momento salía Jeff junto con Liu.
Subimos al ascensor y luego salimos del hospital, ya afuera estaba desanimada, tendría que despedirme de Jeff algo que no quería hacer.

- Bueno yo... ya debo irme... - dije triste.
- ¡¿Qué?! ¿Por qué tan pronto?
- Susan - contesté.
- ¿A qué hora regresa de su trabajo?
- Tiene el turno de noche asi que vendrá mañana en la mañana.
- Entonces te puedes quedar en mi casa, a mi mamá no le molestará ¿no mamá?
- ¿Qué?... ah, claro que no. Siempre y cuando tenga permiso. Tenemos una habitacion extra.
- Es peligroso que una chica se quede sola en casa - agregó Liu.

Mi rostro se iluminó.

- Gracias.

Subimos al auto de la señora Woods y fuimos a la casa de Jeff.

Mi gran amor: Jeff the killerWhere stories live. Discover now