—¿Qué cosa?

—Esto. No lo hagas. No quiero que me hagas arrepentirme de ir a Italia. Todo está listo.

Lo abracé.

—No nos separemos. —hice un puchero.

Él sonrió.

—Serán solo tres semanas. —dijo.

—Casi un mes. —rectifiqué. Me tomo otra vez de la mano y comenzó a andar.

—Todo saldrá bien. —me aseguró. Paró de caminar y posó su mano en mi mejilla, —te amo.

—También te amo—murmuré. De pronto sonrió maliciosamente y me tomó en brazos, dejándome justo sobre su hombro.

—¡No Justin! —dije. Se me iba a ver el trasero. Justin comenzó a reírse, y no pude evitarlo también.

—¿Qué dirías si te tiro al agua? —me preguntó sin dejar de reír.

—¡Me enojaría! —dije con una sonrisa reprimida.

—Uhm, no lo creo. —respondió. —Me gusta tu trasero—comentó con la voz ronca.

—Ya lo sabía. —dije

—¿Si? —caminó hasta acercarse a la orilla.

—Si. Me lo dices siempre. Y me apretaste el trasero una vez cuando no te conocía.

Él soltó una carcajada estridente, mientras se acercaba en pasos pequeños hasta la orilla, que aún no lograba mojarle los pies.

—¿Entro? —preguntó. Subió la mano con la que no me sujetaba, y me acarició el trasero. Cerré mis ojos, me estaba mareando al estar de cabeza.

—Si. —susurré.

Me puso en el piso de nuevo. Me miró unos segundos, y me besó rápidamente, sonriendo de por medio. Amaba cuando todo era solo besos y sonrisas entre nosotros, porque se sentía maravilloso, y me hacía olvidar lo malo que nos rodeaba. Bajó su caliente mirada por mi cuerpo, pasó por mis pechos hasta mis piernas. Tomó el borde del vestido y lo tiró hacia arriba, hasta sacármelo. Lo tiró en la arena, y me miró. Bajé mis manos por su pecho con suavidad, hasta quitar su camiseta. La tiré junto con mi vestido y él me tomo por la cintura.

Bajó y su boca se encontró con la mía, y con suavidad entreabrió sus labios cuando empujé con mi lengua. Mis pechos se encontraron con torso, que desprendía un calor inimaginable. Jugué con su lengua, y gemí cuando sus manos bajaron a mi trasero y me apretó acercando mi cuerpo al suyo.

—Ah...—suspiré. Comenzó a besarme hasta llegar a mi cuello, y succionó ahí, para dejar una marca.

—Justin—me reí acariciando su nuca y él volvió a mi boca.

—No tendré sexo por tres semanas—gimió—déjame disfrutarte.

Me besó otra vez, y sonreí.

—No serás el único—dije acercándome. Nos besamos durante unos segundos de nuevo, y cuando nos separamos, con rapidez me tomó en brazos, y avanzó conmigo hasta el agua.

—¡No! ¡Esta fría, esta fría!

—Lo siento muñeca.

Avanzó con más rapidez hasta que el agua le llegaba al abdomen, y a mi casi al trasero. Entonces, tomó aire, y yo también lo hice, porque... sabía que él no se hundiría conmigo. Conocía mi fobia, pero también sabía, que a las olas no les importaría.

En ese preciso momento una nos pasó por encima, mojándonos por completo. Tomé aire y tiré mi cabello hacia atrás.

—Tengo frio. —dije tomando más aire. Estiró sus manos, y metió sus dedos por el borde de mi ropa interior, la de abajo. Entonces tiró, jalándome hacia él. Nos besamos unos segundos, hasta que le tiré agua y comenzamos una guerra.

BANG ll: Explosion of love.Where stories live. Discover now