rio escondido"ya no quiero tu amistad"(camren)

capitulo 3 probando el poder

Cuando Diego cumplió 9 años ya se había convertido en todo un delincuente odiado por todo Río Escondido, tenía una extraña obsesión por coleccionar aquellas cosas que no podía tener o que le eran negadas. cada vez que podía robaba los objetos más queridos de los niños más presumidos de su clase y los guardaba en una cueva muy alejada de Río Escondido., era un lugar que nadie en su sano juicio visitaba pues se aseguraba que el lugar estaba embrujado.

Diego tuvo que hacerse cargo de sus hermanos., a su corta edad dejó la escuela para que su madre pudiera trabajar., a pesar de eso, Diego disfrutaba  sin la presencia de su padre, era un ávido lector de libros extraños, lo que lo convertía a pesar de tener solo 9 años, en un niño muy culto. Estaba decidido a cambiar de vida,  a convertirse en un niño de bien.

En su proceso de cambio, Diego estaba convencido de haberse enamorado de una chica de 12 años., estuvo mucho tiempo ideando mil maneras de abordarla para hablarle de sus sentimientos... todas sus buenas intenciones se fueron al traste cuando la chica lo desprecio desde que él se le acercó por primera vez.

_hola_ intentó Diego con la frase más trillada., digna de un novato en cuestiones del amor _ ¿me puedes decir la hora?

_ Es la hora en que te largues de mi vista, mocoso perdedor_ contestó la chiquilla sin pensar que esa respuesta le costaría el precio más alto que un ser humano puede pagar. Lo que Diego más odiaba era sentirse rechazado.

...

Diego se ocultó detrás de unas macetas... llevaba días observando a su presa, era el momento más oportuno para redimir su hombría, la pequeña mujer en cuestión se acababa de pelear con sus padres y quería hacerlos sufrir un poco... es lo que Diego escucho.

_ Los odio_ decía la adolescente a su mejor amiga_ que tiene de malo tener novio_ murmuro poniendo su mejor cara de tragedia.

_ ¿qué piensas hacer? _ le pregunto su amiga

_no llegare a dormir a casa_ lloriqueo obstinada

_ ¿dónde piensas dormir?_ su amiga se notaba preocupada_ si te quedas en mi casa mis padres se lo dirán a los tuyos.

_ exacto_ dijo con una sonrisa_ por eso te pedí la llave de tu cabaña del lago... ¿la traes?

_ah, entiendo_ dijo con una gran sonrisa sacando las llaves de su mochila_ pero ten cuidado Verónica.

_ gracias amiga_ dijo dándole un abrazo apretado

_ ten cuidado_insistió la otra chiquilla_ vete luego porque la neblina no tarda en caer.

_te quiero, adiós_ se despidió la conquista fallida de Diego.

_ Adiós, disfrútalo_ dijo la mejor amiga.

"ya lo creo" pensó Diego con una sonrisa sin expresión., con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

Diego la siguió a una distancia prudente... minutos después estaba listo para probar el sabor del poder por primera vez en su vida.

_hola mi amor_ dijo Diego, cortando el paso a la chica una vez que se quedó sola.

_piérdete_ le contestó verónica toda orgullosa y despectiva

_no mi vida, la que se va a perder eres tu_ respondió Diego con suavidad aterradora., con las mismas palabras que había leído en uno de sus tantos libros.

 Diego la golpeó con todas sus fuerzas con una piedra que levantó en el camino, la arrastró trabajosamente debido a su pequeña complexión, y la metió a la cueva que usaba para rumiar su soledad, la misma cueva que todos en el pueblo temían. La conocía a la perfección, sabía en qué lugares pisar., hacía tiempo, huyendo de su padre descubrió que ese lugar era un perfecto escondite. Todos sus objetos robados se encontraban allí, era el sueño de cualquier adolescente. El lugar estaba oculto por una aparente roca que tapaba una de las entradas más peligrosas de la cueva. Diego eligió esa piedra semicircular que por capricho de la naturaleza estaba hueca por dentro.,  se las arregló para hacer que esa roca se deslizara fácilmente. Metió a la chica, la sujetó en cruz sobre unas afiladas rocas, le puso una pelota de pin pon en la boca y la amarro con una tira de su falda...  dejando ambas piernas al descubierto. Se internó en lo más hondo de la cueva y se dispuso a cavar una fosa en la enorme cavidad que había en el suelo.

Más tarde y prácticamente muerto del cansancio., Diego se sentó a esperar a que la chica despertara. "eres hermosa" pensaba Diego "lástima que prefieras darle tu amor a los gusanos" "igual que mi madre, igual que todas".

_ "auxilio" _ gritaba en silencio la chiquilla hasta que ya no pudo más y perdió el sentido.

4 horas después_ Mi amor despertaste_ Diego la pasó les dedos por los labios_ no cariño_ dijo como si estuviera hablando del clima con ella_ calla, es tarde... Me has hecho mucho daño_ continuó ignorando la mirada de terror de su prisionera _ ¿puedo hacer una petición amor?_ la chica asintió trabajosamente.

_ ¿Sabes que me gusta de ti mi cielo? me gusta tu corazón_ la chica lo miró_ ¿Tan difícil era darme un pedazo de tu corazón? ¿Vas a dejar que te conquiste ahora?... mi vida, tan preciosa...contesta.

La chica volvió a asentir.

Diego dio la vuelta y empezó a juguetear con su navaja suiza mientras silbaba una canción romántica.

Una vez terminó se volvió lentamente hacia la chiquilla acariciando la filosa hoja.

_ empezaré por flecharte_ dijo, y tomando impulso le clavo la hoja en el corazón, arrancándole un grito callado a la pequeña mujercita, grito que nadie en Río Escondido escuchó.

_ La próxima vez debes ser más amable perra... que te costaba decir "gracias, me siento halagada, pero no por el momento"_ Diego besaba las labios sin vida de la niña _ No soy malo ¿sabes?, solo que no fuiste amable., espero que aprendas la lección.

Diego hábilmente falsificó su letra dejando una nota a sus padres donde les decía que se había ido para castigarles  y que nunca volverían a saber de ella.

Su cuerpo fue sepultado por Diego junto con todas sus pertenencias en la cueva maldita, solo se quedó con una uña.

Ese fue el primer crimen de Diego... y se sintió poderoso.,  por primera vez sintió que él tenía el control... entonces por fin, después de tanto sufrimiento encontró un poco de sentido a su absurda vida.

meses después

Diego caminaba rumbo a su casa, ya estaba acostumbrado a que todos lo miraran con desprecio, en parte le gustaba causar cualquier tipo de sentimiento en la gente del pueblo, pero sobre todo, le encantaba no pasar desapercibido.

Recordaba el día que se encontró por primera vez con La pequeña Lauren Jáuregui... ese día fue diferente., a lo lejos divisó a la familia más pobre de Río Escondido. Ese día miró por primera vez los ojos más hermosos que había visto en su vida... la niña le quitó el aliento,  sintió como una brisa fresca recorría su cuerpo. Lauren Jáuregui Morgado...  la hija del zapatero y de la mujer que se largó del pueblo en cuanto ella nació., la misma mujer que lo liberó de Lucio al conseguir que la alcanzara en otro lugar... lejos de Río Escondido.

La miró a los ojos esperando encontrar en su mirada el desprecio al que estaba acostumbrado... Lauren le sonrió cálida y le dijo adiós con sus manitas limpias., a Diego le pareció ver un ángel., en ese momento supo por qué la vida lo había hecho sufrir tanto... porque Lauren era su recompensa.

Diego se obsesionó con la chiquilla... no entendía que lo único que motivó a Lauren para sonreír de ese modo era simple y sencilla bondad, generosidad. Diego y su familia pasaban por crisis económicas, eso consiguió que Lauren se sintiera identificada con él.

A partir de ese momento Lauren y Diego iniciaron una amistad...  intrascendente para Lauren... pero elemental para Diego, que decidió por cuenta propia que en cuanto Lauren tuviera la edad necesaria la haría su esposa y vivirían felices para siempre...  lejos de los padres de ambos , de ese pueblo mediocre y de esa gente llena de prejuicios.

Mientras tanto Diego seguiría disfrutando de sus actividades clandestinas... castigar a todas las niñas que tuvieran la valentía de negarle el saludo o la hora. Diego se encargó de que no quedaran rastros de ellas, de infundir el desprecio de sus familias. Les provocaba no querer volver a verlas...  y por supuesto en sus ratos libre se dedicaba a vigilar a la pequeña Lauren.