c i n c u e n t a y u n o

3.2K 339 59
                                    

Alex e Ian se encargaron de decorar un pequeño restaurante de forma que fuera algo especial.

Blue y Nidia se encargaron de mantener ocupada a Britt.

La tarde del mismo día, las chicas se citaron en el restaurante y le dijeron a Britt que caminara con la cabeza baja. Así lo hizo y, una calle antes del restaurante, encontró una hoja de papel.

En cuanto la miró, corrió calle arriba recogiendo todos los papeles.

Todas las hojas tenían frases de libros cómo Hush, Hush, Sígueme la corriente, Fangirl, Divergente, Bajo la misma estrella, Si no despierto, Donde termina el arco iris, Cartas de amor a los muertos, Maze Runner, La selección, Firelight, Hopeless, Finding Love, La mecánica del corazón, etc.

Y al llegar al restaurante pudo notar los dibujos significativos de muchos libros pegados en las paredes, además de que ahí estaban sus amigas e Ian. Ellos sostenían unos letreros.

Tal vez no me pueda comparar con ningún personaje de libro, no cumplo con los requisitos necesarios—decía en el letrero de Ian.

Soy sólo un simple mundano estirado que quiere compartir contigo su pequeño infinito, ir a Narnia junto a ti, defenderte de la llamarada, estar contigo cuando leas un libro y comer helado juntos al acabarloponía el de Blue.

Y por eso hoy me he armado de valor, ya que se que tu eres mi alma gemela savant, mi chica de los libros, la única que me ayudará a descubrir mi Gran Quizáterminó el de Nidia.

Britt, con las lágrimas en los ojos miró a Alex, que caminaba hacia ella con un panda de peluche disfrazado de Harry Potter, el primer libro que compartieron.

Alex se puso de rodillas comenzó a hablar.

—Quieres ser mi novia ¿real o no real?—preguntó el chico.

Britt le extendió una mano y lo levantó. Se quedaron mirando y luego Britt respondió:

—Real—dijo con una sonrisa imborrable.

Ambos se abrazaron y los demás aplaudieron con fuerza al ver tal declaración, Ian abrazó a Blue por los hombros y Nidia se dedicó a mirar todas las fotos que había tomado y a tomar unas cuantas más.

—¿De verdad era tan necesario lanzar todo este discurso? Jamás te voy a dejar olvidar este momento.

—Hey, ¿nos conocimos por los libros o no?

—No lo sé, creo que no me quedó muy claro después de todo el show que armaste.

La risa de Alex salió mientras sus mejillas comenzaban a ponerse rojas al comenzar a pensar en lo que había hecho y Britt negó con la cabeza. Quizá no era la manera de decirlo, pero tenía que sacarlo de su pecho de una manera u otra.

—No me malentiendas, realmente lo adoré, pero...

—Fue demasiado, si, un poco—admite el chico mientras toma la mano de su novia entre la suya.

Dejaron de abrazarse y Alex le entregó su oso panda, Britt soltó una leve carcajada y miró a su ahora novio. Él le secó las lágrimas rebeldes que salieron por sus ojos, le besó la frente y luego recargó la suya en la de ella.

Y, en ese momento, empezó su infinito.

La chica de los libros (en edición)On viuen les histories. Descobreix ara