La chica de los libros (en edición)

v e i n t i d ó s

Britt sacude sus manos con nerviosismo mientras Javier, su hermano pequeño, leía su cuento corto en el teléfono de su mamá. Sus abuelos y sus padres escuchaban con atención al pequeño y ella no podía evitar mirar las caras de ellos, tratando de descifrar si estaban felices o decepcionados.

El cuento era algo simple: un cuento infantil sobre un canguro que le gustaba retar a una pelea todos los animales y hacerles daño, hasta que los animales comienzan a ignorarlo y le consiguen una pelea contra un canguro profesional que le demuestra lo incorrecto que era y, desde ese día y gracias a un búho sabio, se convierte en el defensor de los animales y en un luchador profesional como el canguro que lo venció.

Cuando Javier terminaba la que reconocía como la ultima línea del cuento, su nerviosismo y atención se hacía increíblemente evidente en la forma de sus pies balanceándose y ella sudando a pesar del frío que estaba haciendo.

Y, cuando Javier decía "el fin", su papá fue el primer en estallar en aplausos, seguido de cerca por su abuelo, quien también comenzó a silbar en celebración. Su abuela tomó su mano con cariño y su mamá se levantó de su asiento para abrazarla con fuerza. Una vez que ambas la soltaron, su hermano corrió para abrazarla.

—¡Lo hiciste Britt!—repetía una y otra vez su hermanito—. Por eso eres mi ídola.

Teniendo apenas ocho años y teniendo la mitad de años que su hermana, aquellas palabras fueron las que hicieron llorar a Britt. Sus papás se unieron al abrazo mientras sus abuelos miraban la escena enternecidos.

Cuando el teléfono de Britt vibró entre el abrazo, el abrazo se disolvió y la madre de Britt aprovechó para recuperar su teléfono de las manos de su hijo y así poder enviar el link con el cuento de Britt a todos los familiares y a las mamás de los amigos de su hijo por petición de este.

Mientras la chica sacaba su teléfono de su bolsillo y escuchaba a su padre llamar a uno de sus hermanos para contarle sobre el cuento, una sonrisa enorme se instaló en su rostro junto con un gran sonrojo. Cosas que sus abuelos no dejaron pasar desapercibido y que probablemente retomarían mientras estuvieran cenando.

Alex: Acabamos de terminar de leer tu cuento Britt, es increíble!
La mamá de Don dice que se lo va a leer a sus "alumnitos" cuando acaben las vacaciones
No sabía que escribieras tan bien, ha de ser porque lees mucho
Estoy muy orgulloso de ti, felicidades por dar tu primer paso para convertirte en escritora