c u a r e n t a y c u a t r o

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Britt:

El baile se puso muy bueno. Nidia se puso un lindo vestido lila, Blue uno azul (elegido por ella, supongo que es una chiste local de ella) y, por lo que vimos en el baile, tu te decantaste por uno rojo. Por la cara de Ray y Jo, estoy seguro que fue una compra de último minuto.

Rentamos una limusina y en la parte trasera pusimos un cartel que tenía nuestras siglas: A-B-I-N. Quizá te preguntes "¿y Don y Aaron?" y la única respuesta correcta es: ellos tienes a sus parejas y no quisieron unirse a Nadie y a mi en ser la tercer rueda de Ian y Blue.

Quizá sorprendiste a todo el mundo cuando rechazaste la corona y dejaste plantando a Ray en el escenario, pero no a mi. No cuando a la primera persona que buscaste en el baile fue a mi. Nadie notó cuando desparecimos y finalmente nos dimos cuenta de lo que realmente pasó.

Lloraste, y fue la primera vez que te vi llorar en mi vida. Te abracé fuertemente y después de un rato, los demás nos encontraron. Cuando Blue y Nidia se enteraron de lo que pasó, no hubo nada más que decir. Les pediste disculpas tantas veces que ellas te mandaron a callar a medio camino. No te detuviste.

Ian y yo nos fuimos para darles espacio, y fue ahí cuando vimos a Ray ponerse rojo del coraje cuando lo dejaste plantado, incluso Jo se rió de él. Cuando volvimos a encontrarnos con las tres de ustedes, ya estaban riendo y disfrutando del momento.

Fuimos de regreso a la limusina y Nidia puso otra B al lado de mi A. Luego tomamos la limusina de regreso a tu casa, y nos quedamos ahí a ver una película nominada a los Razzies: Morbius.

Te quiere,
Alex.

-

—¿Qué tanto escribes, Alex?

Alex miró a Britt, quien estaba al lado de su banca mirando su mano escribir sobre una hoja reciclada. Había pasado una semana ya desde que el conflicto había sido resuelto. Si bien aún su relación no había vuelto a ser la de antes y probablemente jamás lo sería, poco a poco los viejos amigos volvían a su rutina.

Pero ahora, había más gente en el pequeño grupo de amigas. Britt seguía sintiéndose muy culpable de todo lo que pasó, pero sus amigos no la dejaban caer en una espiral de odio a sí misma. Y ahora parecían ser más que antes: Nidia, Blue, Ana, Melissa, Ian, Aaron, Don y Alex.

Estaba tan agradecida por esta segunda oportunidad, y estaba dispuesta a jamás fallarle a sus amigos.

—Bueno, ya que lo viejo está volviendo, creo que es hora de que esto vuelva.

Alex tomó la mano de Britt y depositó la carta en ella. Y, después de tanto tiempo, Alex finalmente vio a Britt sonreír como antes.

La chica de los libros (en edición)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt