La chica de los libros (en edición)

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Britt estiró sus brazos una vez que quitó el candado de su casillero, todos los huesos en su espalda crujieron ante aquel movimiento y podría jurar sentirse un poco mareada, también tenía los ojos rojos y bellamente adornados con ojeras, todo esto evidencia de haber leído a escondidas en la noche utilizando la luz de la calle como su faro con una mala postura, ¿se arrepentía? No, no lo hacía, pero si podía quejarse de ello.

—¡Bri!

Apenas escuchó a Nidia gritar antes de sentirla abrazarla con fuerza, siendo acompañada por Blue al lado que simplemente le dedicó una pequeña sonrisa de medio lado.

—Tu espalda sí que sufrió anoche, ¿valió la pena?—preguntó Blue mientras abría su casillero al lado del de Britt, había logrado conseguirlo intercambiándolo a principio de año.

—Lo valió completamente, La Reina de Corazones valió completamente la pena—susurra la chica antes de abrir su casillero y ver como una pequeña nota caía al piso.

Nidia rápidamente se agachó y tomó el papel en sus dedos antes de ponérselo en la palma de su mano derecha a una desconcertada Britt.

Alex miraba todo desde su casillero, Ivan a su lado tratando de memorizar la tabla periódica de los elementos cinco minutos antes del examen.

Una carcajada limpia salió de sus labios en cuanto oyó a Britt gritar a la nada, pero sabiendo que iba exactamente para él el comentario.

—¡Un mensaje de texto hubiera sido más moderno, fácil y ecológico!

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Britt:

Al leer mi carta sonreíste y negaste con la cabeza, te veías linda al hacerlo (con todo el ánimo de alagarte, sin ánimos de coquetearte). Si, un mensaje de texto habría sido más fácil y moderno, pero te gusta leer cosas en papel, ¿o no? En cuanto a lo ecológico, esta la escribí en una hoja reciclada, ¿está mejor así?

Alex.