La chica de los libros (en edición)

o c h o

Alex:

No es nada, solamente es un libro muy profundo, siento mucho preocuparte.

Britt.

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Britt se encontraba tratando de meter la carta en el casillero a la hora de salida de la escuela cuando se dio cuenta de que Alex se encontraba al lado de ella.

La chica dio un pequeño salto hacia atrás y miró a Alex.

—Hola—contestó en un pequeño suspiro, sus mejillas ligeramente rojas por ser descubierta en el acto, a pesar de que ya era algo común entre ellos meter cartas en sus casilleros de ese modo.

—Hola, Britt—el chico sonrió, mientras abría su casillero y metía sus cosas, luego miró a la chica a su lado—. ¿Quieres meter la carta? Estoy seguro de que te resultará más fácil así.

Una risa salió de la boca de Britt, poniendo una mano en su boca para evitar que esta saliera a todo volumen; su risa era muy ruidosa. Alex no pudo más que sonreír al verla más animada que en la mañana.

—Creo que será mejor dártela en la mano, Alex; estás aquí, en vivo y a todo color, prefiero aprovechar esta oportunidad—contesta Britt mientras extiende la carta hacia él.

El chico moreno la toma y, tras darle una vista rápida, le dedica otra sonrisa a la chica.

—¿Te importaría quedarte un rato más aquí en la escuela? Hoy viene el señor de los helados y pensaba invitarte uno—y, antes de que la chica diga cualquier cosa, él la interrumpe—. Sé que ya estás mejor, pero esto no lo hago por completo por esa razón, de verdad me gustaría tener tu compañía por un rato para conocernos un poco mejor, fuera de las cartas, más humanamente.

Britt siente su corazón saltarse un latido, una sonrisa asomándose en su rostro. Toma rápidamente su teléfono y mira la hora, Alex esperando pacientemente por su respuesta mientras cierra su casillero.

—Tengo media hora libre antes de ir por mi hermano a primaria, ¿es suficiente?

—Más que suficiente—dice Alex mientras hace una reverencia, invitándole a pasar primero para dirigirse a la salida de la escuela—. Este será un pequeño avance de nuestra cita a final del mes.

Britt vuelve a soltar una risotada, esta vez a todo volumen y sin inhibición.