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Ray, Jo y Britt solían ser mejores amigos en preescolar. Luego Jo y Britt tuvieron una pelea mientras estaban en primaria, Ray se unió y tomó el lado Jo en la pelea en aquel entonces y ahora pareciera que los tres no podía llevarse bien si se encontraban en el mismo sitio.

El profesor del taller de dibujo debía estar bastante ciego como para no notar el completo desagrado en el rostro de los tres en el momento en que decidió ponerlos en un equipo para hacer un trabajo de retratos. Un aura oscura rodeaba a los chicos y nadie podía evitar dirigir la mirada a la mesa en la que estaban, esperando a que Jo o Ray saltaran a la garganta de Britt con comentarios hirientes, los mismos comentarios que le realizaban a todo mundo si eran sinceros.

Después de media hora, comenzaron los insultos al ver que ahora el profesor estaba ausente. Primero fueron insultos tontos sobre su trabajo, Ray haciendo críticas destructivas hacia su trabajo, pero Britt sabía que dibujaba objetivamente horrible, así que no se molestó en contestar.

Luego llegaron los insultos a su apariencia: Jo recalcando lo desarreglada que Britt se veía, que su pelo era un completo y horrendo desastre y que no entendía por qué trataba de sujetarlo si no tenía que sujetar. Britt tampoco se vio en la necesidad de responder, la apariencia no era algo que le importara en lo más mínimo.

Pero luego comenzaron los insultos a sus gustos y a como trataba de cambiar su personalidad cerrada al salir con más personas, o la manera en que ella y su hermano convivían. Ian, un compañero del curso, decidió intervenir al intercambiar asientos con ella al verla perder toda su chispa.

La pequeña pelea que estos tres habían protagonizado salió del salón de dibujo y llegó al salón de cine, donde estaba Alex.

Alex tuvo que guardarse todo el enojó que sintió al escuchar las crueles palabras de los chicos y decidió centrarse en escribir una carta para la chica del pelo corto. Carta que, en cuanto ella leyó en casa, hizo que derramara algunas cuantas lágrimas, dejándose sentir todo el dolor que las palabras le habían causado y permitiéndose ser vulnerable por un momento.

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Britt:

Que no te importe lo que dicen Ray y Jo de tus libros o tu personalidad. Para mí eres perfecta. Tal vez ellos deberían ser más cómo tú.

Alex.

La chica de los libros (en edición)Where stories live. Discover now