—Tenemos que irnos— levanté mi celular y lo sacudí pues ya había recibido un mensaje de la organizadora de la boda.

—Adiós, nenas— se levantó de la cama y  se acercó a mi. Se colocó de rodillas y besó mi vientre —Portate bien, Beccs y no le causes problemas a mamá— acarició mi vientre y sonrió amplio una vez que se levantó —Nos vemos en el altar.

—Si es que voy— bromeé fingiendo estar muy seria—He estado teniendo dudas.

—Te conviene casarte conmigo.

—Cierto, tienes dinero— dije mientras acariciaba su abdomen —Y tampoco eres tan feo.

—Eres mala— rió mientras negaba con la cabeza.

—Estaré ahí— rodee su cuello con mis brazos y sonreí.

—Entonces nos vemos en el altar.

—Nos vemos en el altar— afirmé luego de separarme de él. Tomar mi bolso y una botella de agua para luego salir de la casa e ir a donde sería la boda para que me arreglaran y ver como iban los preparativos.

Salí de la habitación, baje hasta el primer piso y salí rápidamente para luego subir a la limusina.

—Buenos aún días, señorita casi O'Connor.

—Hola, Jamie— sonreí amplio mientras me acomodaba en mi lugar.

—¿Cómo te encuentras?

—Estoy muy feliz y emocionada.

—¿Qué tal se está portando Becca?

—Está siendo una buena niña— reí mientras palmeaba levemente mi vientre.

—Me alegro de que sea así. Te ves muy linda. ¿Pudiste descansar?

—Si. Mis amigas querían seguir la fiesta pero yo debía descansar entonces me fui del bar.

—¿En serio te llevaron a un bar?— me preguntó Jamie con el ceño fruncido —¡Ni siquiera puedes tomar!

—No importó porque yo no tomo y me la pasé muy bien.

—Apuesto que si.

—¿Qué tal van las decoraciones?

—Todo esta quedando hermoso, a Bryce no le importaba la cifra a la hora de seleccionar artículos entonces tienen cosas bellísimas, en serio.

—Le gusta lo lujoso— reí levemente al mismo tiempo que acariciaba mi vientre.

—Si, tu mirabas algo que te gustaba pero luego mirabas el precio y elegías otra cosa y él te preguntaba si te había gustado el primero e insistía en que eligieras ese.

—¿Puedo dar un vistazo de cómo va todo o ya debo irme a mi habitación?— le pregunté cuando llegamos y la limusina se estacionó.

Jamie miró su celular y comenzó a hablar bajó para ella.

—Necesito que vayas a tu habitación para que te peinen. Yo me daré una vuelta por el salón y cuando estés lista voy por ti.

—Esta bien— bajé del auto con ayuda del conductor —Gracias— le sonreí y luego entré juntó con Jamie al salón.

Me guió hasta mi habitación, ahí ya estaban Wendy, Janis, Lydia, mi mamá, otras amigas más y 3 estilistas.

Apenas entré Jamie se fue y todas las conocidas me abrazaron y las estilistas se presentaron.

Todas estaban ya maquilladas y mi mamá, Lydia y Wendy ya estaban peinadas.

Dos estilistas trabajaron en mis amigas mientras que yo me ponía el vestido para no mancharlo después de que estuviera maquillada.

She Saves MeWhere stories live. Discover now