Jane Salvatore

17

Damon se acercó a la puerta de la casa para abrir, sabía exactamente quien estaba del otro lado de la puerta, por lo que solo sintiendo las miradas de todos detrás de él mientras abría.

-Connor. -musito al verlo, Connor estaba apoyado en el marco de la puerta, y estaba vestido con ropa negra, algo normal en él. -Esperaba que vinieras más tarde.
-Solo vine por nuestras cosas, no tardara mucho. -dijo el chico, al entrar a la casa.

Miro a todos en la casa y luego camino hasta los respectivos cuartos donde estabas sus pertenencias. Habían pasado dos días.

-Listo. -anuncio al terminar. -Espero que no se me olvide nada.
-¿Como esta? -se atrevió a preguntar Stefan, Connor lo miro, sabiendo que se refería a Jane.

-Dolida, indignada, ofendida... Histérica, ya sabes, todas esas cosas que les pasan a las chicas cuando están enojadas. -respondió.

-¿Está enojada? -pregunto Damon.

-Casi me mata esta mañana por hacer ruido en el cuarto. -dijo Connor. -Está furiosa.

-Connor. -lo llamo Stefan. -Escucha, cuando nuestro se enojaba tendía a golpear a sus hijos, cuando Damon se enoja entra en crisis y daña a las personas que quiere...

-Y Stefan es una máquina de sangre cuando se enoja. -comento Damon.

Stefan miro seriamente a Connor.

-Por cuestiones de genética, y por qué tú conoces a Jane mejor que todo el mundo... Queremos asegurarnos que ninguna persona salga herida si está enojada. -murmuro Stefan.

-¿Cómo se comporta Jane cuando está enojada? -pregunto Elena, con mortificación.

Connor trato de explicarlo lo más fácil posible.

-Jane es muy buena persona cuando se lo propone... pero también puede ser un dolor de cabeza. -respondió simplemente.

*

Jane termino de beber de su vaso con cerveza en el Grill, y por fin miró aquellos ojos azules que la analizaban con mucho detenimiento.

-Vas a hacerme un agujero en la cara, amigo. –dijo amargamente, al verlo. Matt frunció el ceño.

-Son 9 de la mañana y tengo a la hermana de Damon y Stefan bebiendo frente a mí, ¿ocurre algo? –pregunto mirándola, Jane lo miró.

-¿Me conoces? –pregunto Jane confusa, Matt le alzo una ceja. –Oh... claro, eres el amigo de Elena y todas esas tipas... -dijo al señalarlo. –Soy mala con los nombres, podrías recordarme el tuyo.

-Matt. –dijo el chico, mirándola.

Jane llevaba un vestido azul con unas botas negras, y el cabello suelto. Matt tenía que admitir que era una mujer extraordinaria, con sus expresivos ojos azules y largas pestañas que no necesitaban de maquillaje. Definitivamente la hermanita de Damon y Stefan era un tesoro.

-Lindo nombre, Matt. –respondió Jane. –Lindos ojos, lindo cabello... ¿cómo no te note antes?

Matt río.

-Llamare a tus hermanos para que vengan por ti, estás demasiado ebria. –dijo antes de dirigirse a la cocina del Grill.

Jane lo siguió con la mirada, y a velocidad vampírica se movió tan rápido hasta quedar de nuevo frente a él, pero en la cocina.

-No grites. –dijo mirándolo a los ojos, usando su hipnosis.

Matt se quedó quieto, y Jane se abalanzo a morderlo en el cuello.