-Bien, esto empieza a tomar ambiente de brujas. –murmuró Damon.

-Solo una bruja, Damon. –la voz volvió de nuevo, pero ahora una mujer morena apareció, con una aza de té en sus manos. –Desafortunadamente, mi familia murió hace muchos años, yo era una adolescente.

Jane frunció el ceño, era morena, de cabello oscuro y rizado, alta, y parecía de unos 30 o 40 años, le recordaba a alguien, pero no sabía exactamente a quién.

-¿Quieren un poco de té? –pregunto la mujer con una sonrisa. –Deberían sentarse.

¿Quieren un poco de té? Las palabras taladraron la mente de Jane, recordando la voz de esa bruja que solía tener planes con Davos para cuidar a los cazadores, y siempre le invitaba a tomar té por las noches, cuando ella estaba asustada por los gritos de los vampiros que sacrificaban en la noche.

-Elí Freeman. –murmuró Jane, recordándola. –Te recuerdo.

La bruja sonrío levemente a Jane.

-La última vez que nos vimos, tenías 12 años... eras tan solo una niña. –respondió la mujer. –No creí volver a verte de nuevo.

Jane paso por el medio de Damon y Stefan, acercándose a la mujer. Extrañamente, ella olía como un humano, pero tenía un anillo solar.

-Pensé que Davos te había asesinado. –murmuró Jane. –Ya sabes, quisiste matarlo.

Elí sonrío.

-Tú también quisiste matarlo, y sin embargo sigues viva. –respondió.

Jane asintió, dándole la razón. Damon y Stefan volvieron a llegar a su lado, esperando a que Elí atacara o algo por el estilo, ya que no les producía confianza.

-Lamento haberlos metido en esta situación con un amigo humano... -murmuró la bruja. –Pero no me he alimentado en años decentemente.

Alaric frunció el ceño.

-Eres humana. –dijo Stefan, a la defensiva. -¿Por qué alimentarte de un humano?

Elí sonrío.

-Para este punto de la historia, deben de saber que Davos no es un vampiro normal... y gracias a que yo lo maldije, tampoco yo lo soy. –respondió. –Es una larga historia, y la sangre de Alaric está haciendo que pierda un poco el control.

-No vas a comerte a Alaric. –murmuró Damon.

-No. –confirmo Elí. –Solo quiero algo de sangre, no soy una asesina... Damon.

Elí miró a Alaric, quién solo rodó los ojos. Luego la bruja saco un pequeño cuchillo de su bolsillo y lo dejo sobre la mesa, junto con su taza de té. Todos miraron a Alaric, quién solo suspiró y se acercó a la mesa, al tomar el cuchillo y cortar levemente en la palma de su mano, mientras que Elí veía la sangre caer dentro de la taza.

-Bien, entonces cuéntanos tu historia. –dijo Alaric, una vez que el vaso estaba lleno. Elí le sonrío radiante, y tomo su taza para beber su sangre.

-Hueles como humana, pero te alimentas de sangre... y tienes un anillo solar, ¿Qué demonios eres? –pregunto Damon al acercarse y verla.

-Una bruja. –dijo la mujer, después de acabar la sangre de su taza. –A diferencia de Davos, yo tengo un poco más de control sobre todo esto, es decir... yo cree la maldición, sé cómo funciona.

Jane rodó los ojos.

-Tus comentarios sin sentido no me explican nada... -dijo irritada. –Di la verdad, Freeman.

Jane SalvatoreOnde as histórias ganham vida. Descobre agora