«Lettre d'une mère au désespoir»

8.4K 426 67
                                    

19 Octobre 1996.

Hoy es la primera vez, en tantos meses que te escribo, no sabía si amarías esto, pero tu padre dice que así será más fácil para ti cuando ya no estemos a tu lado.

Me gusta verte caminar, tus piececitos y tus balbuceos me hacen sentir la mujer más feliz del mundo.

La mayoría de las personas planifican tener un hijo o a veces solo lo tienen en el momento de calentura y con el pasar de los meses los abandonan, a afortunadamente, no fue tu caso. Nosotros te planificamos, queríamos darte una excelente vida, una llena de amor, de paz y tranquilidad. Permitirte estudiar ser alguien en la vida. Si estás leyendo esto, cariño mío es porque, no estoy a tu lado para instruirte, para enseñarte lo maravilloso que es el vivir en Dios y ser guiado por su voz.

Sabes la palabra de Dios nos enseña en Proverbios 22:6 que es necesario instruir el niño en su camino para que aun de viejo no se aparte de él.

Quisiera poder decirte que estuve ahí para instruirte, porque yo siendo tu madre no estaba para enseñarte lo que es bueno y lo que es malo, a guiarte por el sendero de justicia y regañarte cuando te equivoques por seguir las voces de personas indómitas que no conocen de Dios.

Hijo mío, mi niño, mi amor, aunque yo ya no esté nunca te olvides de Dios. Sé que no tuve el tiempo, ni siquiera unos segundos más de vida para poder mostrarte o mejor presentarte a Jesús.

Deseo con toda mi alma hijo mío, porque tú eres lo único que tengo, que hoy seas un hombre de bien, que te hayas superado en todo y que seas el mejor.

Deseo con amor eterno, que te llegues a enamorar de una buena joven una que te ame por lo que eres, por lo que serás y con todo lo que tengas para dar. Que el amor que ella te brinde sea genuino, puro, grande que llene el espacio que no pudo ocupar tu madre y sobre todo mi príncipe que donde sea que vayas nunca te falte las bendiciones y el amor puro e inmenso que nos brindó Dios al permitirnos tenerte.

Con el amor más grande que puede existir en este mundo: Amalie, tu madre.

Me enamoré de una chica Pentecostal © [1]  BORRADOR COMPLETO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora