Capítulo 11 - La Pared

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-Hola- saludo en un murmullo pues el siguiente acto ya había comenzado.

-Hola, pequeño Lygal- Drug le sonrió también y a él se le encendieron las mejillas y su sonrisa se extendió más, su corazón se aceleró en su pecho... quería besarlo, deseaba tanto besarlo. Drug lo notó y apenas podía contenerse para no hacerlo, lucía tan increíblemente lindo.

-Fue un numero maravilloso- Lygal escuchó la voz de su hermano y le sonrió algo avergonzado rompiendo el encanto en el que había entrado con Drug.

-Gracias... tu acompañante...- indagó y Fok se inclinó al frente para verlo aún con Drug y Drink en medio y le extendió la mano con una sonrisa.

-Fok, mucho gusto, tu hermano me invitó. Espero no te importe, un número fantástico- le felicitó guiñándole el ojo y Lygal le devolvió la sonrisa.

-Un placer y muchas gracias- el chiquillo parecía rebosante de felicidad y a Fok le causó cierta ternura, el muchachito no se parecía en nada a Drink pero tenía rasgos muy bonitos. Era el tipo de chico al que jamás se acercaría, a una cosita como aquella le rompería el corazón en dos minutos y no lo merecía. Ante aquel pensamiento desvió su mirada a Drink. Él tampoco lo merecía, entonces ¿por qué lo hacía? El mismo se lo preguntaba... simplemente no podía evitarlo, era como una luz que lo cegaba, atontaba y llamaba. Deseaba a Drink más allá de lo que sus reglas de conquista podían detenerlo.

Los cuatro se enderezaron en sus asientos para ver el siguiente número y no molestar a los demás, pero Drug no pudo evitarlo y deslizó su mano buscando la de Lygal, sujetándola y acariciándola, Lygal se sonrojó y se negó a voltear a verlo, fingiendo torpemente que no notaba lo que Drug hacía.

-Estuviste maravilloso, de verdad eras el árbol más sexy- escuchó murmurar en su oído y se encogió en su asiento avergonzado pero feliz. Viéndolo de reojo hizo lo que en sus cinco sentidos jamás habría hecho, se acercó al oído de Drug para susurrar su respuesta.

-¿Me darás un sexy beso de premio?- y aunque la sorpresa se dibujó en todos los rasgos de Drug, el apretón en su mano le impidió desanimarse.

Drug volvió a inclinarse hacia él.

-Es una promesa- respondió hablando completamente en serio.

Drink miró con incomodidad la forma en que Lygal y Drug se hablaban y sólo apartó la mirada cuando Fok le tomó la mano y la apretó entre la suya, sólo entonces volvió la mirada a su acompañante y le devolvió la sonrisa cuando este le ofreció la suya. El joven rubio agachó la cabeza hacia la de Fok y le acarició la mejilla con la nariz, como un niño que busca consuelo.

-Es mi hermano... estoy celoso- le susurró y Fok se rió por lo bajo moviendo la cabeza suavemente y regresándole la caricia.

-Algún día tendrá que estar con alguien... ¿no es mejor alguien como él?- contestó en un susurro similar y Drink apartó apenas un poco el rostro para poder verle a los ojos y arrugó la nariz aún con una ligera sonrisa.

-Pero aún estoy celoso- le confesó y Fok ladeó el rostro.

-Te consolaré cuando salgamos de aquí- Y aunque había planeado insinuarse infinidad de veces justo en ese momento ya no lo recordaba, lo había dicho simplemente porque lo sentía, porque lo deseaba, quería abrazarlo, besarlo y mimarlo hasta que su corazón olvidase los celos y el sentimiento de reemplazo en el corazón de Lygal.

-Es una promesa- le recordó Drink y aunque éste también había pensado mantenerse alejado lo suficiente como para tener tiempo a conquistar al moreno, lo cierto es que su cerebro no estaba funcionando... quería hacerle el amor.

Una Adicción PeligrosaWhere stories live. Discover now