63

220 23 1
                                    

-Igual, que conste que te dejo solo por hoy. Además que después tengo que comprar algunas cosas y necesito el dinero...

-Mmhh, no sabía que eras tan zapata.

-¿Zapata? ¿Qué te fumaste?

-Si no la gana, la empata... Jaja

*facepalm* -Que bobo.

-Se podría decir...

Estaba por contestarle pero justo entra Mario con Juan; increíblemente no me puse tan loca como la vez anterior...
Juli se fue al baño, así que aproveché para ir a saludar a los chicos.

-Hola gente.

-Hola Sabatouna.- dijo gracioso Mario.

-Hola Ori, déjalo está feliz porque pudo entrar al equipo de fútbol.

-Emmm... ¿Okay? No sabía que jugabas...

Mario estaba por contestar pero justo Juan lo interrumpe.

-Mario, ni te gaste en mentirle. Él no juega al fútbol, o al menos, no bien. Entró solo al equipo para conocer a una chica.

-Y... ¿Se puede saber quién es la afortunada?

-Dudo que la conozcas, es nueva en la ciudad. Se llama Lucía, Lucía Middonno.

-¡¿Qué?! ¿Lucía Middonno? ¿HABLAS DE UNA CHICA MASO MENOS DE MI ESTATURA, PELO CASTAÑO UN POCO ROSA Y MUY LALALA AMOR Y MARIPOSAS?

-Emmm, sí. Excepto en la parte del amor y mariposas. Aún no le hablo mucho. ¿Por qué? ¿La conoces?

Estaba por contestar pero justo llega Julián con cara de pocos amigos.

-¿Quién conoce a quién? 

-Emm nada Juli. Te presento. Chicos, él es Julián Serrano; Juli, ellos son Mario Ruiz y Juan Pablo Jaramillo.

-Ahh, los conozco. En realidad escuché hablar de ustedes. Youtubers, ¿no?

-Exacto, y supongo que vos también Jota Esse- dijo Mario.

-Sisi, a veces miramos tus vídeos..- habló esta vez Juan.

Juro que en estos día que conocí a Julian, nunca lo vi tan serio.

-Emm Juli, ¿Qué tal si ya nos vamos yendo?

-Dale.

Salimos sin decir una palabra, el clima se había vuelto completamente tenso.

Dinos un par de vueltas por las calles. Sin darme cuenta ya estábamos en una plaza, que si mal no recuerdo estaba bastante lejos del café. Estábamos sentados un una banca. No decíamos ninguna palabra. Él estaba mirando la nada, con un brazo sobre mis hombros.
Al ver que no pensaba moverse o correr su mirada, me quedé medió hipnotizada mirando cada rasgo de su rostro, parecía estar tallado a mano por un ángel.

-¿Te gusta lo que ves?

No sabía que responder, sin darme cuenta me había quedado mirándolo. Que vergüenza.
De la vergüenza me tapé con las manos.

-Hey, tranquila. Aunque sonrojada, sos más linda.

Love me, Love youWhere stories live. Discover now