79 4/?

218 20 0
                                    

3 semanas...

3 semanas en las que mi mente no salió de los libros.

Últimamente mi única salida fueron a la biblioteca a estudiar. Lo peor, no me puedo concentrar.
Mi cabeza sigue en esa puta habitación de hospital, donde ahora mismo podría estar definiendo si es que Julián sigue acá, o se va.

Okay, creo que estoy exagerando un poco las cosas, solo un poco.

Los exámenes son dentro de tres semanas, y hay algo que no me deja dormir sin siquiera haber estudiado dos temas a la perfección.

#Putabidah

~Más tarde~

Decidí por fin tomar un simple descanso para tomar cafeína. Necesito cafeína.

Creo que estoy empezando a dudar cafeína.

Fui al café de siempre, de paso iría a ver a los chicos. Tampoco los vi durante estos días.

Ahí estaban, jugando con vasos en la parte de atrás del mostrador. Cualquiera que los viera, pensaría que son unos inmaduros, y no comprarían ni una simple botella de agua.

-Hola, chicos.

-HOLA, OREEEEHHHH- gritó con felicidad Juan.

-Hola, Oritouuuuuuuu.

-Te extrañamos por acá, nena.

-Yo también los extraño pequeños monos.

-Mario, ¿Será que Ori nos está engañando con otro café?- dijo Juan, OTRA VEZ exagerando.

-En otras circunstancias, Juan, te daría la razón, solo si Ori no tuviese esa cara de mátenme.-Comenzó, acertando Mario.-Sí la ves bien, vas a ver que tiene más ojeras que mi abuela...- su intento de "susurro" no sirvió.

-Chicos, aunque no lo crean, no los estoy engañando. Mario, te diría que practiques tus intensos de susurros...
Básicamente no me alejo de la biblioteca. Estoy estudiando como toda una pelotuda sin vida...

-Hmm, Juan, prepara un café doble y amargo con un poco de esas cosa que usamos para despertarnos.

-Como diga, jefe.

-¿Qué es exactamente esa cosa negra?

-Es un polvo que hace que te despiertes, lo usamos cuando vamos de joda y tenemos que trabajar...

-Okay... Mientas que no tenga efectos secundarios que me sean perjudiciosos...

-Tranquila, nosotros te ponemos una ración simple. No queremos que estés despierta por el resto del mes.

-No me vendría mal...

-Ori, no.- dijo ya serio.

-Acá tienes tu café con la cosita negra, y una servilleta por si se te cae o algo.

-¿Ah?

-Por las dudas...

-¿Cuánto es?

-Ya lo pagaste...- contestó Mario.-Con la cantidad de veces que te olvidaste el vuelta acá, equivale a unos dos cafés más.- me dijo al ver mi cara de Confusión.

-Ahh, lo voy a tener en cuenta...

Love me, Love youWhere stories live. Discover now