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-Sonaste como si ya me lo hubieras dicho... Jajjaa

-Cierto, en realidad me lo dije a mí mismo. Pero bueno, me tengo que ir peligro.

-Chau. Nos vemos.

-Ay zí, noz vemoz- dijo de forma graciosa, causando que me ría como estúpida.

Seguí mi camino con una sonrisa que dudaba que podía borrarse. Llegué a la calle donde vivía mi tía y decidí ir al café de al lado para comprar algo para el desayuno.
Me decidí por 2 cafés y dos tortas de chocolate; el chico que me atendió era realmente muy lindo.

Estaba a punto de pagar, cuando su mano aparece en mi campo visual, sobre mi mano.

-Regalo de la casa.

-¿Ah? Ahh, gracias... No era necesario.

-Por favor, no podría dejar que alguien tan linda pagase esto...

-Bueno, en ese caso, gracias. De nuevo. Jaja... Supongo que no sos de acá.

-Mmmno, soy de Colombia. Por lo que veo, vos tampoco. Igual, a simple vista no pareces extranjera.

-Bueno, la verdad Colombia es hermoso. Y tienes razón, soy de Argentina. Lo único que no me gustó de allí fue el clima. Nunca estuve tanto sin un paraguas en la cartera.

-Y sí... Es cierto, no te lo puedo negar. Bueno, conclusión esto es invitación de la casa, y casi me olvido esto. Tu ticket.

-¿Eh? Pero si...

Y me callé al ver en ese papel su número. Y su nombre.

-Bueno Mario Ruiz, un gusto. Yo soy Oriana Sabatini.

Digo extendiendo la mano.

-Con que una Sabatini... No me había dado cuanta, pero ahora que dices... Te das cuenta con la sonrisa y la nariz. Jajaja...

-Bueno, es una genética muy fuerte... Me tengo que ir, un gusto. Te dejo trabajar.

-Jajaja un gusto Ori. Espero volver a verte por el café de nuevo.

-Obvio, Chau.

Me fui del café con la bolsa y el número guardado en el bolsillo trasero de mi pantalón.
Subí al departamento y veo que mi tía ya salió, ya que sus llaves no estaban en la mesada.

Voy a la cocina para preparar todo y veo una nota en la heladera:

Chicas me fui a trabajar. Cuídense, vuelvo para la tarde casi noche. Si necesitan dejo en la heladera número de todas clases de cosas que posiblemente necesiten.
Ori, sentite como en tu casa.

Que tierno de su parte, siempre tan al tanto de todo... Que  tierno de su parte. BASTA. Supongo que estoy en mis días, o llegando a ellos para que me ponga así. Igual cuando llega Andrés es mucho, pero mucho peor.

Preparé todo y estaba a punto de levantar a Male para que desayune pero no hizo falta ya que ella bajó de las escaleras. Estaba aún en pijama y con los pelos por cualquier lado. Seguro que se quedó hasta la noche hablando con alguien. Al llegar a la cocina me miró con cara rara.

-Wow, ¿vos cocinaste?

-¡¿Qué?! Ni loca, fui al café de al lado a comprar las cosas.

-Ahh, ya le parecía raro. ¡Uh! ¡Chocolate!

-Jajaja

Y se tiró arriba de la mesa.

Comimos entre charlas y risas. Mientras que cada tanto me quedaba pensando en esos dos chicos de ojos oscuros...


Love me, Love youHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin