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Desperté con un dolor de cabeza insoportable. Mañana empezaría las clases y lo menor que podía hacer es faltar. Por lo que tomé una pastilla para el dolor. Tomé un ducha que me sirvió para relajarme y tomar un café. Eran exactamente las 9:00 de la mañana. Mi prima me dejó un horario para saber dónde la podía encontrar a cada hora y día. Me fijé en el dicho horario y vi que no volvía hasta las dos del mediodía, tenía entrenamiento de tenis.
Decidí salir a caminar y respirar un poco de aire. El edificio quedaba a diez minutos caminando hasta el Central Park, llevé mi celular y mi playlist de música y comencé mi rumbo.

Nueva York era hermoso en la mañana, en especial en este lugar -Central Park- había niños jugando, mujeres embarazadas con toda clase de edades y caras, hombres de traje para ir -supongo- al trabajo, chicos con sus novias, chicos con regalos para las novias, y mucho más. Yo estaba en el grupo de las que caminan mirando todo.

El dolor de cabeza se intensificó y comencé a tambalearme; todo estaba dando vueltas. Caminé como pude al asiento más cercano y tomé un poco de aire.

1... 2... 3...

Inhala, exhala; inhala, exhala.

Empecé a estabilizarme y caminar de nuevo, pero esta vez; del lado contrario. Estaba a punto de llegar a los  Díez pasos y estuve a punto de caerme. Sí, apuntó. Alguien de atrás me sostuvo para no caer tumbada sobre el piso.

-Cuidado.- me dijo con una suavidad que me hizo estremecer.

-Gracias...

-¿Estás bien?

-Sisi, solo estoy un poco mareada. Llegaste justo, gracias.

-No es problema.

-Bueno, emm... Ya me podés soltar.

-¿Eh? Ahh sí, perdón. Cuidado, no te vuelvas a caer...

-Jajaja no. Espero. Me tengo que ir, nos vemos mañana, supongo.

-Dale chau.

-Chau.

Seguí mi rumbo. Es increíble que tanto en vídeos como en persona se vea increíble este chico. Además en la mañana... ¡¿Quién tiene tan buena cara?! Yo de seguro en este momento estoy con cara de muerta...

Estaba a punto de cruzar la calle, cuando veo que el semáforo cambia para que pueda cruzar. De repente, un auto viene a contra mano a toda velocidad hacia mí. Por la desesperación corrí, pero estaba segura que no llegaría; hasta que alguien me empuja hacia adelante evitando que termine bajo ese auto.

-¡Hey! ¿Estás bien?

Con la voz agitada-Ehh sisisi. Gracias, otra vez. Gracias enserio. Me salvaste.

-Sí, te voy a empezar a llamar peligro.

Love me, Love youWhere stories live. Discover now