Don't You Remember... || Louis Tomlinson [Terminada/Editando]

Aún no es el final...

- Ahora lo entiendo, de verdad lo hago -Mi voz es más tranquila de lo que espero, ella asiente y abre la puerta.

- Gracias -Me detengo.

- Mi única petición es que me deje a solas, solo veinte minutos, no más -Digo. Ella lo duda pero sin tanto rodeo acepta.

La puerta se cierra detrás de mí, mis ojos se centran en la cama del fondo, han sacado a Su de aquí. Camino rápido hasta llegar a su lado y admiro su rostro, es hermoso, aun con los raspones y cicatrices, aun así es hermoso. Mis lágrimas fluyen y dudo si acariciarlo o no. Verlo de esta manera me hace reafirmar mi decisión, debo mantenerme lejos de él, este será mi adiós.

{♥}

Mi cuerpo pesa, quiero elevar mi brazo pero no siento movimiento alguno, todo es obscuro. No logro percibir el lugar, ni el sonido, ni el aroma de nada, no logro percibir quien soy. Mi ambiente se distorsiona, siento una ola de calor acercarse a mí, me es familiar. Mis parpados se abren y todo es obscuro, no hay nada ni nadie, solo estoy yo. Mis ojos analizan mis manos, miro cada uno de mis dedos, y mis piernas, soy yo, continuo con vida, pero no sé qué mierda hago aquí. No logro comprender nada, ni siquiera logro saber quién soy. Un dolor catártico se propaga por toda mi cráneo, algo allá fuera está afectando mi burbuja. Caigo sobre mis rodillas y llevo mis manos hasta mi cabeza, jalo mi cabello y suplico en mi fuero interno que el dolor desaparezca, es tortuoso. Mi respiración cesa y el dolor disminuye, mi sentido del audio se agudiza, a lo lejos, muy a lo lejos alguien está sollozando, escucho que alguien sufre. Camino, mis pies avanzan de manera inconsciente y cada vez distingo más el sonido, es una mujer, una mujer llora.

- Lo siento, yo de verdad lo siento -Murmura, mi ceño se frunce y no comprendo cómo mis piernas toman fuerza, me aferro a esa voz y corro en busca de encontrar a su dueña- Yo no pretendía que esto pasara Louis, si yo... si tan solo yo lo hubiese sabido -Un silencio nace, la voz desaparece y solo escucho que se queja, murmura cosas intangibles. ¿Louis?... el nombre resuena en mi mente y el eco se propaga, me están llamando, alguien me llama.

- He tomado una decisión -su voz se vuelve firme- Aun no estoy segura del todo pero necesito hacerlo, no puedo estar tranquila sabiendo que arriesgaste tu vida por mí, no viéndote así -Dice, el tono de su voz me es muy familiar y una sensación de calma me invade al saber que está bien, que puedo escuchar su voz- Aceptare la propuesta de tu madre sin darle vueltas a esto, lo he decidido si tu no me recuerdas me mantendré lejos de ti -Agrega. Mi ceño se frunce, no quiero que se aleje de mí, no puedo permitir que se aleje de mí, siento calma y tranquilidad con ella. Mis dedos se estiran, siento un roce en el dorso de cada uno, un ligero cosquilleo nace y crece por todo mi cuerpo, un par de dedos acarician mi piel, el tacto es delicado y fino pero con eso basta para que todas mis terminaciones nervosas cobren vida, la obscuridad desaparece y mi alrededor se torna blanco, estoy en una lugar vacío. El roce sube hasta mi pecho y percibo que ella coloca la palma de su mano sobre mi corazón, se acelera y no comprendo lo que sucede. ¡Es ella!, ¡Es ella!, ¡Es ella!, grita una voz en mi interior.

- A pesar de todo recuerda que yo estaré ahí, siempre. Puedes olvidarme a mí pero por favor no olvides el amor que he reservado para ti, por favor no me alejes por completo de tu vida Louis, no seré capaz de hacerlo -Su mano sube hasta mi cabeza y siento sus dedos atravesar mi cabello, mis sistema se enciende y el simple tacto es placentero, quiero abrir los ojos, necesito abrirlos para saber quién está hablando conmigo, necesito verla- Solo recuerda esto -murmura cerca de mi oído- Yo siempre te estaré esperando ahí, en el lugar donde todavía puedes recordar los sueños, en nuestro lugar Louis -mi mejilla se humedece, está llorando- En nuestro Nunca Jamás -Susurra y me besa.

Siento un par de labios chocar con los míos, mis ojos se cierran y múltiples memorias invaden mi mente, cada una de ellas protagonizadas por una chica de cabello castaño y ojos almendrados, sus lágrimas golpean mi piel y la necesidad de despertar crece, ella me necesita, debo protegerla, ese es mi deber. Sus labios se despegan de los míos y escucho como algo raya el piso, su mano suelta la mía y su presencia se desvanece, su calor se aleja de mi cuerpo. Mis nervios aumentan y lucho por despertar, la necesito, yo la necesito. Mi audio se perfecciona y escucho la suela de sus zapatos rozar el suelo, un pitido en mi lado izquierdo molesta mi oído y el prestillo de la puerta se abre.