Revenge for love (Homicidal Liu y tu)

Capítulo 20

*Pov Rose*

Había pasado una semana y unos días desde la muerte de mi hermano Alan. Mi hermana Enma y yo estamos aún algo conmocionadas por su perdida, pero con sed de venganza. Sabíamos desde el principio que Sara era un obstáculo, una enemiga y que pronto tomaría reprimendas. Pero no pensábamos que lo hiciera de esa forma, no apuntando a mi hermano con un arma y quitándolo de esa forma de su camino.

Pero nosotras no nos íbamos a rebajar a su nivel. No íbamos a matarla de esa forma, es más, quizás ni la matábamos. No queríamos rebajarnos a su nivel, por que no somos así, preferimos la justicia, pero ella no se la merece, no tenemos ni idea de que hacer ante esta situación.

Ahora mismo nos encontrábamos en nuestro departamento, en el salón y en silencio sentadas en el sofá. Pensando en que debíamos hacer.

—Debemos atacar a Sara donde más le duela. —Dijo Enma con su semblante serio.

—Sé que la justicia es lo correcto, pero... Estamos hablando de Alan, nuestro hermano, nuestra familia, ¿Vamos ha anteponer la justicia a su muerte? —Estaba frustrada y algo cabreada.

—Rose... No podemos hacer nada. Ella está rodeada de agentes, nos meterían en la cárcel, sé que es una buena causa, pero sin Alan que lleve las riendas... Me da miedo. —Apoyó sus codos sobre sus rodillas y escondió la cara entre sus manos.

—¿Y qué se supone que debemos hacer? —Pregunté exasperada.

—Quizás denunciarla. —La miré con algo de incredulidad.

—Creo que se merece algo más que la cárcel. Además, ¿Cómo vamos ha hacerlo si ella ahora es la jefa de esa central de policía?

—Podríamos capturar a Liu, llevarlo y luego denunciarla. A lo mejor le designarían de su puesto al estar cerrado el caso. —Volvió a dar otra idea, esta era algo más convincente que la anterior por lo menos.

—No creo que por zanjar el caso la designen de su puesto. —Dije pensativa. —A no ser que después de zanjarlo vayamos a visitar al jefe de esa central, Richard. —Sonreí viendo esa posibilidad.

—Es un buen plan, pero, ¿Por dónde vamos a buscar a Liu Woods? —Preguntó insegura.

—Por donde nadie se ha atrevido a ir. En el interior del bosque. —Vi como Enma me miraba con preocupación.

—Ya sabes los rumores de ese bosque... —Frunció levemente el ceño y se colocó mejor las gafas.

—Lo haremos por Alan. —La pelinegra de gafas asintió suavizando su ceño.

*Narra Liu*

Estaba sentado en el sofá junto a Jeff. Pensando que debíamos hacer.

—Creo que ya va siendo hora, ¿No crees? —Dijo Jeff.

—Pero es peligroso, además, ¿Y si recuerda luego que yo soy un asesino? Ella los odia a muerte. —Fruncí un poco el ceño, me sentía contra la espada y la pared en ese mismo instante.

—Ella merece recuperar la memoria, si vuelve a su casa quizás la recupere. —Debatió Jeff.

—Pero y si vuelven los policías al bosque, y al volver nos lo encontramos frente a frente. Es muy arriesgado. —Negué con la cabeza.

—Podrías pedirles a los proxy's que al mínimo movimiento que haya en el bosque que no sea nuestro los capturen. Al fin y al cabo es su trabajo, ¿No? —Se encogió de hombros restándole importancia.

—Su trabajo no es capturarlos, es matarlos y luego enterrarlos por doquier. —Le corregí.

—Pero nos vendría mejor que nos trajieran a los policías. —Dijo con obviedad.

—¿Por qué? —Aún no comprendía a donde quería llegar.

—Podríamos sacarles la información de sus movimientos. —Explicó.

—No podemos traerlos aquí, _____ los vería y nos descubriría.

—No necesariamente. Tu dijistes que ella sabe que Sara quiere capturarla y hacerle daño. Simplemente le dices que son aliados de ella y lo entenderá. —Asentí no muy seguro.

—Lo pensaré. —Iba a levantarme para ver si ella seguía durmiendo.

—Y una cosa más... —Le di una mirada a Jeff antes de levantarme. —Se que estuvisteis juntos por la noche. —Me miró traviesamente.

—¿Cómo...? —Antes de terminar de formular la pregunta me interrumpió.

—Estoy muy alerta cuando duermo. &Eso lo explica todo. —¿Qué hicisteis? —Preguntó con una mirada traviesa.

—Tuvo una pesadilla y me fui a dormir con ella. —Aclaré sintiendo mis mejillas enrojecer.

—Liu y _____ agarraditos de la mano... —Canturreó.

Negué con la cabeza avergonzado y me fui de allí hasta la habitación de ella. Entré despacio y me senté en el borde de su cama. Seguía durmiendo tranquilamente.

Tenía miedo de toda esta situación. Ella podría volver a su casa, quizás se quede con sus padres y me deje solo y en el olvido. Podría recuperar la memoria y que ya no me necesite, o simplemente que sucesos tras sucesos le cuadren todas las fichas y descubra que soy un asesino.

Pronto partiríamos a su casa, y temo lo que pueda ocurrir. Incluso nos podría pillar un coche de policía.

Suspire tratando de alejar todo pensamiento y aprovechar el probable poco tiempo que me quede junto a ella. La observé, era hermosa.

Coloqué un mechón de su cabello que le caía por la cara. Así podía observar mejor sus rasgos, eran bastante finos y delicados. Acaricié su cabello, era suave y sedoso.

Me entristecía saber que en cualquier momento podría perderla. Ya ni siquiera podía negarlo, me sentía atraído por ella, estaba enamorado. No quería creerlo, no quería pensar que podría enamorarme de otra chica que no fuera Susan, seguir estando atado a mi pasado. Pero esta chica lo contradice todo, me hace debatirme a mi mismo.

Me levanté de su cama dispuesto a irme, pero me sorprendí cuando me sujetó la muñeca.

—¿Liu? —Preguntó en un susurro, se acababa de despertar.

—Dime. —La miré, se estaba incorporando.

—He tenido otra pesadilla. —Volvió a susurrar.

Me senté en el borde de la cama, observando su rostro. Le sonreí mientras le acariciaba con suavidad la mejilla.

—Ha sido solo una pesadilla. —Tener mi mano acariciando su mejilla provocó que una corriente eléctrica recorriera mi cuerpo. Una de las tantas cosas que provocaba en mi.

La abracé, ella me lo devolvió aferrándose a mi. Este abrazo lo necesitábamos los dos.