Capítulo 5

2.7K 223 71
                                    

Ya habían pasado 3 días desde que se hizo el funeral. Según la policía fueron asesinados por arma blanca, es decir, por un cuchillo, y fue a pocos metros de la casa pues ellos estaban paseando. Dicen que siguen investigando, pero ya no hay mucho que hacer, solo están buscando al asesino, el cual no dejó rastro alguno y el por qué lo hizo. Están interrogando a los vecinos del barrio pero ninguno sabe nada de lo sucedido. Ha estas alturas la policía no avanza mucho que digamos, en mi opinión son unos incompetentes, pero cualquiera me diría: "Hacen lo que pueden, no son unos incompetentes, lo que sucede es que estás dolida". Bueno, quien sabe...

Todos los días desde la muerte de mis abuelos he estado encerrada en casa sin salir y en mi habitación, ni siquiera he ido a la Universidad, pero ya es hora de levantarse, no puedo pasar toda mi vida así.

Me recosté en mi cama para ver que hora marcaba mi despertador, eran las 19:03 p.m. Me levanté y cogí una ropa más decente, ya que lo que tenía puesto era ropa de estar en casa, entré al baño y me cambié, cuando salí del baño dejé la otra ropa en mi habitación, y comencé a bajar las escaleras para ir al salón. Bajé las escaleras con más lentitud y haciendo el menor ruido posible, pues había escuchado que dijeron mi nombre, al parecer eran mis padres.

—_____ está mal, no ha salido apenas de su habitación, y no come casi nada. —Escuché decir a mi madre preocupada.

—¿Crees que deberíamos hacer algo? —Preguntó mi padre.

—Buenas tardes. —Dije bajando el último escalón, y entré al salón. Observé la boca medio abierta y los ojos como platos de mis padres, seguramente no se lo esperaban.

—Buenas tardes cariño. —Me saludó mi madre, con un pequeño brillo en los ojos, analizándome.

—Voy a salir. —Anuncié cogiendo una chaqueta que se encontraba colgada en el perchero.

—¿A dónde vas? —Preguntó mi padre.

—Iré a la librería para comprarme un nuevo libro. Aún no he terminado el que me estaba leyendo, pero me apetece comenzar otro, ya sabes, pasar de página. —¿Pasar de página? Lo dije con doble sentido, pero no creo cumplirlo, no aún, la muerte de un ser querido no se olvida de un día para otro.

—Toma, cómprate los que quieras. —Mi padre me dió su tarjeta de crédito, la cual sacó de su bolsillo y acepté.

—Vale, adiós, os quiero. -Me dirigí a la puerta de salida de mi casa, antes de cerrar la puerta detrás de mi escuché un «te queremos» de mis padres.

A partir de ahora no me volveré a despedir de las personas a las que amo sin antes decirles "te quiero", nunca se sabe cuando será la última vez que podrás decírselo, o escuchar esas palabras de esas personas. El día que falten echarás de menos esas palabras pronunciadas por los labios de la persona que tanto ames, por eso quiero que esas palabras queden grabadas en mi mente.

(...)

Miré la hora que marcaba el reloj que estaba colgado en una de las paredes de la librería, ya eran las 21:05 p.m, se me hizo tarde sin darme cuenta, me entretuve bastante buscando un buen libro, pero lo encontré. Me acerqué a la vendedora, le entregué la tarjeta de crédito, y en menos de un minuto ya la tenía de vuelta en mis manos. Salí de allí, el aire golpeó con frío mi cara nada más salir de la tienda, con una bolsa en mi mano derecha que en su interior yacía el libro que me había comprado.

Dirección a mi casa fui cruzando por las calles que poco a poco se divisaban menos personas reemplazadas por coches de faros encendidos, a estas horas no es bueno ir caminando por ahí, es cuando la delincuencia reina. Pero mi casa no queda tan lejos como para preocuparse por eso, supongo.

Crucé alguna que otra calle más, pero justamente ahora me estremecí un poco antes de dar un paso más. Estaba frente a un callejón por el cual tenía que cruzar, todo el callejón estaba en penumbra, y digamos que se ve algo aterrador por la noche a diferencia de cuando es de día. Parecía el típico callejón donde se cometía un crimen, pero eso solo sucede en los libros y películas ¿No? No hay nada que temer.

Con paso firme pero más rápido de lo normal comencé a cruzar el callejón, me paralicé al escuchar unas pisadas detrás de mi, que se pararon a la vez en la que me paraba yo. No sabía si correr, gritar, seguir caminando o darme la vuelta y encararle a la persona, la cual solo podría ser una coincidencia.

—¿Sabes quién soy? —Oí la voz perteneciente de la persona que se encontraba a unos escasos 2 metros a distancia de mi.

—No. —Contesté sin darme la vuelta.

—Quizás si me miras sabrías quien soy, no hace mucho tiempo desde que nos vimos por primera vez. —Ese sujeto insinuaba que ya nos conocíamos, por acto impulso me giré encarando al hombre que no dejaba ver bien su rostro a causa de una capucha puesta.

—¿Quién eres? —Pregunté sin rodeos.

—¿Quién soy? Tengo varios nombres, pero dejaré que lo adivines por ti misma. —Dijo el hombre con voz ronca.

—Déjate de juegos, quiero llegar a mi casa y no estoy para perder el tiempo con adivinanzas aburridas e "intimidantes" —Hice comillas. —Así que, ¿Me dirás quien eres o me voy? De todas formas el no saber quien eres no me quitará el sueño esta noche. —El hombre que llevaba una sudadera con la capucha puesta pareció cabrearse con mi comentario pues se escuchaba su respiración más acelerada, a diferencia de la mía que era normal.

—Así que crees que el no saber quién soy no te quitará el sueño esta noche, ¿No?, ¿Qué tal si te digo que vas a dormir esta misma noche por siempre? —El hombre sacó un cuchillo de su sudadera y lo apuntó hacia mi.

—¿Qué es lo que quieres? —Pregunté intentando que sonase normal, sin que se pudiera reconocer el miedo que escondía detrás de la calma y firmeza.

—¿No es obvio? —Jugueteó un poco con su cuchillo. —Lo que quiero es matarte.

—¿Por qué? —Dije algo confusa, yo no le había dado motivos para ello.

—Sabes perfectamente por qué. —Contestó seco.

—No sé de que hablas. —Retrocedí un paso al ver que el daba uno. —¿Por qué? —Volví ha hacer la misma pregunta, y el avanzó otro paso, cada vez más cerca de mi.

—Venganza. —Contestó mientras se quitaba la capucha, dejando al descubierto su rostro.

Revenge for love (Homicidal Liu y tu)Where stories live. Discover now