Capítulo 8

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El ambiente era tenso. La mujer me apuntaba a mi con intenciones de disparar, yo a ella sin intenciones de disparar. Su mano estaba firme con el arma cargada, no le temía a disparar a diferencia de mi, que estaba nerviosa y con el corazón latiendome a grandes pulsasiones, mi mano temblaba, demostrando mi inseguridad y nerviosismo. La mujer lo notó y sonrió victoriosa.
Las posiciones seguían iguales, el hombre a tres pasos de mí, ella a dos metros y medio.

Antes de que la mujer hiciera algún movimiento lo vi venir, iba a dispararme. Hice lo que mi instinto me decía, solté mi arma, antes de que la mujer llegara a disparar el gatillo. Agarré al hombre con agilidad y rapidez, colocándolo frente a mi en forma de escudo, y, en ese momento, la mujer apretó el gatillo de la pistola, haciendo que la bala disparase provocando un fuerte sonido.

Mis ojos estaban bastante abiertos, viendo casi a cámara lenta todo, como el hombre caía al suelo desplomado, saliendo de su espalda un líquido carmesí que enpañaba el suelo, la mujer observaba atónita al hombre que yacía inerte en el suelo. Yo estaba casi igual o más impactada que la mujer, pero su reacción fue rápida. Comenzó a llorar con la mandíbula apretada y el ceño fruncido, su arma me apuntaba, esta vez temblando.

Sabía que la mujer me iba a disparar, así que salté hacia mi lado derecho cayendo al suelo, vi como la bala dejó un agujero en la pared. La mujer se acercó a mi, se sentó a horcadillas sobre mi apuntandome en el pecho con su arma.

—Me... Me las vas a pagar. —Dijo entre dientes mientras que las lágrimas seguían cayendo sobre sus mejillas.

Agarré el arma de la punta y comenzamos a forcejear, no sabíamos ninguna de las dos donde apuntaba el arma, pues nuestras miradas no se despegaban, dejándome observar los ojos azules llenos de odio.

Paramos de forcejear cuando escuchamos un disparo, proveniente del arma que ambas sosteníamos. Pensé que me había dado a mi, pero cuando no noté el dolor de un agujero en mi, lo supe. La sangre que brotaba de un cuerpo era la de aquella mujer, que había caído sobre mi. Rápidamente me levanté algo impactada por la escena, casi estaba en pánico.

El joven que estaba amarrado sentado en el sofá, trataba de decirme algo. Reaccioné un poco, aún seguía aturdida, me acerqué a el y le comencé a quitar las cuerdas hasta dejarlo desamarrado, el se quitó la cinta que le cubría la boca y se levantó.

—Gracias. —Me agradeció. —Ahora, corre. —Dijo rápidamente, y salió por la puerta corriendo.

Yo estaba dispuesta a salir, pero antes de que pudiera hacerlo, una chica que aparentaba unos pocos más de años que yo entró. Se quedó sin aliento viendo aquella sangrienta escena, después dirigió sus ojos hacia mi espectante.

No lo pensé más, y corrí hacia la puerta dándole un empujón a la chica. Corrí cuanto pude, escuchando como alguien me seguía, no paré en ningún momento hasta que dejé de oír aquellas pisadas siguiéndome. Respiré un poco y seguí, tenía que llegar a casa de mis abuelos cuanto antes.

Después de correr tanto me quedé parada frente la casa de mis abuelos, cayendo en la cuenta de que dejé mis pertenencias junto a aquella casa. Rebusqué bajo el felpudo y encontré las llaves que solía dejar ahí mi abuela, abrí la puerta de la casa, cerré detrás de mi y encendí la luz.

No sabía si respirar de alivio por haber llegado sana y salva, o entrar en pánico por que una chica me ha visto y olvidé mis pertenencias. Aparte de que si identifican de quien son las pertenencias casi con toda seguridad me culparán a mi, y hay una testigo. Yo diría que debería entrar en pánico.

Subí arriba, y me duché quitándome la sangre que bañaba mi cuerpo. Al salir de la ducha envolví mi cuerpo en una toalla, en busca de ropa en el cuarto de invitados, donde encontré ropa de cuando mi madre tenía más o menos mi edad. Me la puse, notando que me estaba bien, ya estaba bastante cansada así que me acosté.

Me desperté de golpe sintiendo las gotas de sudor recorrer mi frente, había tenido una pesadilla sobre lo que ocurrió a noche. Bajé al salón y encendí la televisión para ver las noticias.

—A noche, en la madrugada se ayaron muertos la familia Parker, en su casa, ambos tenían un disparo, no hubo pruebas, solo su hija que fue la primera en ver aquella horrible escena. —Le pasó el micrófono a una chica que se encontraba a su lado, la misma que me vio anoche.

—Acababa de terminar mi turno, regresé a mi casa, la puerta estaba entre abierta, y al abrirla me encontré con los cuerpos de mis padres. —Dijo la chica llorando.

Pero por muy raro que parezca, no me delató. La pregunta es, ¿Por qué?

Apagué la televisión frustrada, toda mi vida se había convertido en un caos, lo único que tengo son problemas, y no sé como salir de ellos.

(...)

Ya habían pasado 4 días de lo sucedido, no volvieron ha hablar en las noticias de la muerte de la mujer y el hombre, no hubo más declaraciones de la supuesta hija de ellos. En cuanto a mi, las cosas siguen igual.

Ahora mismo me encontraba en la habitación de invitados, donde suelo dormir. Estaba tranquila, hasta que volví a escuchar el mismo sonido de hace días, estaban volviendo a forzar la puerta. Corrí hacia el cuarto de mis abuelos que tenía una ventana que daba al jardín, la abrí un poco para ver a dos policías, un hombre y una mujer, estaban hablando mientras forzaban la puerta, y yo intentaba escuchar su conversación.

—No entiendo por que Sara tiene tanto empeño en encontrar a la joven desaparecida. Desde luego está más sensible. —Se quejó la mujer, de cabello rubio.

—Yo tampoco lo sé, pero tampoco era necesario enviarnos a esta casa, yo ya vine la otra vez y ni rastro. —Comentó el hombre, abriendo la puerta.

Escuché como ya estaban dentro de la casa, y esta vez no lo pensé por mucho tiempo, abrí la ventana del todo, sin hacer apenas ruido. Me paré sobre las tejas del tejado viendo la altura, tampoco era mucha, pero si me lanzaba así sin mas, haría ruido me dañaría algo.

Cerré la ventana, pero alcancé a oír como subían por las escaleras. Miré con desesperación como bajar, hasta que vi el árbol que mi abuelo había plantado en el jardín desde hace tiempo. Di un pequeño salto consiguiendo agarrarme de una rama, y con cuidado bajé por el árbol. Una vez en el suelo, corrí por las calles huyendo de allí, noté que había carteles con fotos mías que decía: "Chica desaparecida" y alguna información más.

Era de día pero a estas horas la gente estaba en sus casas almorzando. Después de tanto correr me paré a respirar apoyada en una pared de una calle desierta. Cerré los ojos tratando de calmar mi respiración, durante un par de minutos.

Abrí los ojos, y justamente en ese momento sentí un golpe, y todo se tornó borroso.

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Espero que os guste el capítulo.
En poco tiempo, o mejor dicho en una semana más o menos comenzaré a subir capítulos más seguidamente.
Tengo pensado hacer otra novela de: Jeff, Liu y tu. Pero no es seguro todavía.
Aparte de una de Toby, probablemente una de Eyeless Jack y alguna que otra más de otro creepypasta.
Bye♥

Revenge for love (Homicidal Liu y tu)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu