Capítulo 5 'Agua Turbia'

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- Claro, no tiene a nadie más a quien molestar esta idiota – bufe.

- Deja de tratar así a mama o te pondré jabón en la boca- me dijo ceñudo -Tu no cambias nada verdad... ¿qué? ¿Ya te has tirado a medio pueblo?

- Metete en tus asuntos Emmett – le dije, volviéndome a mi cuarto.

Pero antes de subir el me detuvo.

- ____ escucha – me dijo serio- mama en realidad está preocupada... quiere saber de ti. No le hagas esto mas difícil, ella en realidad te quiere... tu no la llamas...
- No me digas... ¿alguien que te quiere te envía a este pueblo de mierda?-le grite – pues no, ella solo quería estar sola para estar con su maldito novio rico... nada mas... no le importo yo... ni tu... deberías saberlo-
- Sabes que no es verdad- me dijo- Yo me quedare acá un par de meses. Espero poder llevarle buenas noticias.
- Bueno, pues espera sentado- le gruñí y me zafé de su agarre.

Maldición, con mi hermano acá todo se haría más difícil. Era y fue siempre una maldita buena persona, y eso causaba que me odiara más. Me hubiese gustado ser como él, pero ya era tarde. La bala perdida siempre fui yo y no tenía fuerzas para enderezarme.

Busque lo primero que encontré para ponerme y busque las llaves del auto. Baje de nuevo y busque mi celular.

- Emmett, quedas en tu casa- le dije, irónicamente – así que cuídala, yo vuelvo por la noche... tal vez... o quizás ni vuelva... a papa no le importa mucho.
- Deberías quedarte para que hablemos – me dijo- quizás pueda meter un par de cosas buenas en esa cabeza dura tuya...

- No gracias, estoy bien así... nos vemos- le dije y salí antes de que me lo impidiera.

Apenas estuve en el auto le marque a James.

Me contesto al momento.

- Cariño – le dije al oír su voz- Voy camino tu casa... está bien... te veo en 20 minutos... ok, nos vemos entonces – y corte.

No me gustaba llamarlo a la casa, quizás me terminaría respondiendo algún día la madre o el padre... tome nota mental de adquirir un nuevo celular. Así podría llamarlo cuando quisiera.

Cuando llegue a su casa, el ya me esperaba fuera. Lo vi y una sonrisa se me puso en el rostro en seguida. Se había puesto unos de los jeans que le compre y una camisa. Se veía muy bien, aunque todavía desentonaba con esos lentes y ese pelo tan peinado. Ya mejoraría eso también.

- Sube cariño – le dije abriendo la puerta del copiloto-

- Hola – me dijo con timidez.

- Iremos a donde una amiga que te ayudara con ese pelo- le dije – te encantara, así que tranquilo.

- Está bien – me dijo, mirándome.

Pude notar que dudaba si besarme o no, pero decidí no darle nada por ahora. No fuera a ser que se acostumbrara.

Maneje por la ciudad y en unos pocos minutos ya estábamos en el salón de Jess. En realidad no era de ella, era de su madre, pero para el caso, era igual. Entramos y ella estaba allí.

- ____ - me dijo con una gran sonrisa – ¿A qué se debe tu vista querida? –

Que cínica era esta perra. Yo bien sabia que me odiaba, pero me seguía igual que mosca, porque así se hacía fama. Pero si por ella fuera, me sacaba los ojos. Me daba lo mismo. No era más que una mosca muerta. Y todo porque salí con Mike Newton, que a ella le gustaba. En vez de andar odiando debería estar agradecida de que se lo quite de encima, se hubiera decepcionado en la cama de todos modos, el tipo era un asco.

- Vengo con un amigo- le dije- es a él a quien quiero que atiendan.

- Oh – me dijo – llamare a mama.

Pude ver el aire de tristeza que cruzo por el rostro de James cuando dije que éramos amigos. Pues que se bajara de su nube. Yo no tenía novios, ni nada. Solo parejas ocasionales. Y tendría que entenderlo. Era eso o nada.

La madre de Jess llego pronto y atendió a James rápidamente. Lo sentó y le puso la capa para cortar el pelo, y vi que se reflejaba el miedo en los ojos del chico. Probablemente jamás había estado en un salón el pobre.

- Bien cariño, ¿cómo quieres que te corte el cabello? – pregunto la Sra.

- No le preguntes a él no tiene idea – le dije yo – haz esto.

Y le describí cabalmente como quería el corte. Ella me miro con extrañeza, pero al ver que James no se oponía, se alzo de hombros e hizo lo que yo le dije. James tenía los ojos cerrados mientras le cortaban el cabello. Luego de unos 20 minutos, ella terminó. Estaba bien, pero como que... faltaba algo.

- ¿Hey tienes mousse o algo de fijador? – le pregunte.

- Claro – me dijo – y me tendió una botellita.

Yo me esparcí el líquido en las manos y desordene su cabello un poco, dejándolo con un estilo más bien casual. Eso era, estaba en el punto. Se veía genial y casi irreconocible. Perfecto.

- Cariño, deberías abrir los ojos y verte – le dije en su oído. Ganándome un estremecimiento de parte de él.

Vi como abrió sus verdes ojos y se quedo pasmado. El chico estaba en shock.

- ¿Qué, no te gusta? – le dije, haciendo un puchero.
- No- me dijo él, enseguida- no es eso es que... ese que está ahí no soy yo...- me dijo.

Me lance a reír

- Claro que eres tu cariño, solo que con otro aire... ves... te ves muy bien... sexy...

Vi como James se ruborizaba nuevamente y se pasaba las manos por el pelo. Demonios, eso fue sexy. Pero no se lo iba a decir, por supuesto.

- Si a ti te gusta esta bien- dijo sonriendo-

- Muy bien- le dije.

Me di el gusto de ver como Jessica me miraba enrabiada por mi nueva adquisición. No podía creer que fuese el mismo James y se viera tan bien. Estúpida, ahí tienes. Sufre.

Le pague a la Señora y me despedí de Jess. Ella me tomo el brazo cuando me acerqué a ella.

- Por Dios... no me digas que es Maslow – me dijo bajito.

- Claro que lo es – le dije- está en mis manos, así que olvídate de ponerle los ojos encima zorra- la advertí de inmediato. Ya la conocía.

- Todas sabemos que no te duran nada las conquistas ____- me dijo- así que en cuanto te canses, soy la primera en la lista- dijo dándole una mirada libidinosa.

- Bueno eso ya es tu problema... pero mientras este conmigo olvídalo- le advertí.
Ella solo sonrió y se fue hacia dentro del local.
- Vamos cariño, acá el aire se puso un poco denso –

La última parada, un contactólogo que conocía. El me ayudo con mis ojos, de hecho yo también usaba lentes de contacto.  


Pervirtiendo a James Where stories live. Discover now