─Bien. Te diré porque compaginamos, porque somos opuestos. No necesito a alguien como yo, si fueses así, no te soportaría. Y respecto a tu personalidad, no tengo nada que decir, yo tengo un lado que no me gusta. Veo en ti a alguien que sonríe de verdad, que es sincera, reservada, que sabe escuchar ─le acomodo un mechón detrás de la oreja─. Alguien a quien le gusto de verdad, y que ve esta relación como algo serio.

─Me gustas por lo que eres. Es por eso que no dejare, que nada ni nadie se interpusiera entre nosotros. Pase lo que pase.

─Pase lo que pase, estaré para ti ─tomo su mano derecha, y comenzó a trazar un infinito en ella─. OK.

Ella suspiro. Después hizo lo mismo. Sé quedaron fijamente uno con el otro, como si ese momento fuese una eternidad.

─Creo que algo se quema.

─¡Mierda!

Después de desayunar, pasaron el resto de aquel domingo fuera, cada día que pasaban juntos era de los más apreciados. Cuando estaba con ella sentía esa necesidad de nunca alejarse, es lo más mínimo era especial.

─¿Cuántas novias has tenido? ─le pregunto mientras caminaban cerca de su departamento.

─Dos.

─¿Sus nombres?

─Carla y Brenda.

─¿Te molestaría hablarme de ellas? solo tengo curiosidad.

─Para nada ─suspiro─. En realidad no hay mucho que contar, mejor dime ¿Qué quieres saber?

─Mmmm háblame de Carla.

─Carla... esa historia es muy larga, nos conocimos desde que éramos pequeños, sus padres son vecinos nuestros, tienen grandes extensiones de viñedos.

─No lo sabía.

─Realmente no me gusta hablar mucho de mis ex.

─¿Por qué? ─pregunto mientras notaba su tención.

─Como te iba diciendo sus padres son nuestros vecinos, fuimos a los mismos colegios, nos conocemos de hace mucho tiempo, en el último año de la preparatoria nos hicimos novios ─sonrió─. Era una chica tan alegre, muy soñadora, fue mi primer amor.

─Continua ─dijo al verlo en silencio.

─No hay más que decir.

─¿Por qué terminaron?

─Bueno... realmente...

─¿Santi?

─No quiero hablar de eso, por favor.

─Lo siento.

─No tienes de que disculparte... Carla y yo no estábamos hechos para continuar la relación. Era un caos para mí. Es lo único que puedo decirte.

─Comprendo.

─Podemos hablar de otras cosas... mi hermana, creo que sospecha algo.

─S-será tu imaginación.

─¿Por qué estas nerviosa?

─No lo estoy, es solo que tengo frio.

─¿Segura? ─la miro de reojo─. No... ya le has contado ¿verdad?

─Es que... no pude contenerme de la emoción.

─Que tramposa ─sonrió─. Te me adelantaste.

─Ese día me sentía feliz, y quería compartirlo con alguien especial. Quiero mucho a Mónica.

─Ambas se quieren ¿y cómo lo tomo?

Rincón Exquisito © (Editando)Where stories live. Discover now