Capítulo 37 - Missing

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Sam Winchester se ha salvado.



Cas despertó en medio de la noche con la voz exasperada de Cheryl reverberando en su mente. El pelinegro se sacudió entonces, levantándose y echándose por encima la gabardina. Desde que Cheryl había descendido a los Infiernos habían pasado unos cinco días, seis si contaban que ya era la madrugada del sexto.


Se dirigió apresurado hacia el cuarto de Cheryl, que Dean se había negado a abandonar esos últimos días. El mayor de los Winchester tenía un aspecto penoso. Lo había intentado todo para traerla de nuevo, e incluso la había tratado de invocar, pero la señal del Infierno debía de estar sobrecargada. La ilusión de la habitación de Cheryl se había desvanecido junto a ella, y al despertar Dean casi había perdido el juicio pensando que estaba viviendo una pesadilla... Que más o menos así era.


A todo el desorden que allí reinaba había sumado varias botellas de alcohol de su propia cosecha, que se había plimplado con preocupante rapidez mientras buscaba cualquier cosa para hacerla volver.


Cuando Cas abrió la puerta de sopetón tiró una de las botellas en su dirección, pero el ojiazul esquivó sin sentirse ofendido por el gesto.


—Sam Winchester se ha salvado. —repitió las palabras exactas que había escuchado.


De inmediato, el cazador de ojos verdes se incorporó de la cama.


—¿Qué?


—... —Castiel le hizo señas para que lo siguiese. Si así era, el alma de Sam debía de estar en camino y no tardaría en regresar a su cuerpo. Los dos hombres entraron en pelotón en la habitación, donde Emma seguía velando por el cadáver.— ¡Sam Winchester se ha salvado! —exclamó en tono solemne antes de que la morena pudiese preguntar nada.


Sam no tardaría en despertar.


Las palabras del ángel sacudieron a Emma, que sabiendo lo que éstas significaban no pudo contenerse y terminó por saltar de la silla para acercarse hasta la cama. Tomó entre sus manos una de las de Sam, la cual por cierto había dejado de notarse tan fría como en los últimos días y esperó paciente por alguna señal que le confirmara que él había vuelto junto a ella.


—Vamos...


Cas se quedó a un lado de Dean, mirando los dos con expectación el cuerpo de Sam. Aún no reaccionaba. Pasaron unos minutos que se hicieron casi eternos hasta que algo comenzó a pasar. En la muñeca de una de las manos de Sam comenzó a brillar una marcas roja y sus heridas se fueron cerrando lentamente.


—Joder... —murmuró Dean, no recordando nada de aquello cuando le tocó salir a él del Infierno. Intercambió una mirada con el ángel, pero éste parecía más atento a la aparición de Cheryl... O esperaba que apareciese.


Cuando se hubieron acabado de regenerar las heridas, Sam abrió los ojos de repente y se incorporó tomando una soberana bocanada de aire, como recién salido del agua tras aguantar mucho tiempo la respiración. Se llevó una mano al pecho, notando su muñeca arder hasta que se dio cuenta de dónde estaba. Su cara de trauma mejoró un poco al divisar el primer rostro del grupo:

[Sobrenatural] || Ala blanca, ala negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora