Capítulo 33 - ... And raised you from perdition

595 46 39
                                    



Entre los ahora cuatro miembros del Equipo Libre Albedrío buscaban la forma de sacar el alma de Sam del Infierno. Los días se habían ido sucediendo, pero eso solo acrecentaba las ganas de ellos de conseguir su propósito. Castiel y Cheryl trataban de convencer a los ángeles a espaldas de los otros dos, pero ninguno quería hacer contacto con aquel que se rebeló por los Winchester. Menos aún estando acompañado por una criatura como ella.


Emma y Dean buscaban otros medios, pero había cierta desconfianza en el ambiente. No sería lo más extraño que de nuevo tratase de cambiar su alma por la de su hermano pequeño, por lo que había que estar ojo avizor.


Incluso el Collie parecía colaborar de cierto modo a mantenerlos a todos en sus cabales. Eisy, a falta de quien lo entrenase ahora, parecía mantener su conexión con la Mezcla, percibiendo cómo los presentes necesitaban de algo de cariño. Velaba el cuerpo de Sam, les obligaba a sacarlo a pasear para tomar aire, y luego volvía a ejercer de guardián de Sam.


Cheryl había estado pasando el tiempo ocasionalmente en su habitación. Nadie sabía lo que hacía allí dentro, pero de vez en cuando se escuchaban sonidos de golpes, muebles moverse y demás. Cuando no estaba allí, acompañaba siempre a alguien, negándose a quedarse sola más de lo debido. Si pronto iba a bajar al Infierno, necesitaba pasar tiempo con sus seres queridos.


Aquel día, tras pasar por el cuarto de Sam, vio a Emma custodiando su cadáver. Algo debía de haber mágico en el ambiente, porque a pesar de las heridas, Sam se conservaba como el primer día de su muerte. La rubia titubeó antes de entrar y quedar tras la morena, observando en silencio al menor de los Winchester.


Impuso una mano sobre el cadáver, saliendo aquella extraña neblina y las heridas desaparecieron, al menos a primera vista. Lástima que solo fuese para deleite de la vista y no funcionase de verdad. Las heridas seguían allí, pero ocultas para la vista gracias a sus poderes. Ni siquiera había esperado que funcionase. Después de todo, era una mera ilusión.


Se giró dispuesta a salir de allí de nuevo cuando el toque de Emma en su brazo la detuvo.


—Gracias, Cher. —pronunció con voz queda la morena. Era muy consciente de lo dura que había sido con ella días atrás, y del trato de silencio injustamente impartido hacia la Mezcla cuando esta no había dejado de intentar hacer las cosas lo mejor posible.—Por todo. —agregó levantándose de la silla que había estado ocupando para ponerse a su altura. Cheryl ladeó la cabeza ante sus palabras.—Yo... Siento lo que te dije. N-No era... —Emma suspiró rogando que la rubia fuera capaz de comprenderla.


—Está bien. Lo entiendo. —hizo un leve asentimiento con una sonrisa tristona. Parpadeó varias veces mirando hacia Sam.— T-te prometo que estoy haciendo lo que puedo... —aunque no podía considerar que sus promesas tuviesen mucha validez, viendo cómo el cazador había terminado.


—Lo sé. Confío en ti. —le dijo antes de imitarla y quedarse mirando a Sam por un momento. —Y él también lo hace. —buscó la mirada ambarina de la rubia, más apagada de lo que recordaba, y se obligó a torcer sus labios en una mueca cercana a la sonrisa.—Todos lo hacemos, Cheryl.


La de pelo claro suspiró y bajó la mirada viendo al Collie dormir envuelto en la vieja camiseta de Sam.

[Sobrenatural] || Ala blanca, ala negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora