Apenas entramos a la casa corrí hasta mi habitación por mi celular.

No había ni un mensaje o llamada de Valerie entonces decidí que yo la llamaría.

Mi llamada fue directamente al buzón. Bajé de nuevo y me senté en la mesa listo para cenar.

Unos minutos después mi madre dejó un plato frente a mi entonces comencé a comer mientras revisaba el celular cada cierto tiempo.

Luego de la cena mi madre y yo mirábamos el noticiero de las 8pm. La mujer del clima comenzó a dar los pronósticos pero debido a unas sirenas que venían de afuera no logré escuchar que es lo que dijo.

No escuché las sirenas alejarse entonces me levanté y caminé hasta la puerta principal. Apenas llegué tocaron.

Abrí la puerta rápidamente y vi al padre de Valerie.

—Hola, señor Haynes, ¿Qué lo...— me interrumpió.

—¿Has hablado con Valerie?

—No— negué con la cabeza rápidamente.

—Salió de compras por unas cosas para mañana, su madre dice que no me preocupe que las chicas siempre se entretienen pero no lo se— suspiró mientras rascaba su nuca.

Podía ver lo preocupado que estaba.

—Llamaré a Wendy. Seguro están juntas.

—Por favor haz eso.

Asentí un par de veces y me hice a un lado para que pudiera pasar.

Apagó las sirenas de su patrulla y entró a la casa.

Mi madre se acercó a él rápidamente y él le contó a ella lo mismo que a mi mientras que yo marcaba a Wendy.

—¡Hola, Bryce!— dijo igual de animada que siempre.

—Hey, Wendy. Llamaba para preguntarte si sabías algo de Valerie.

—Fuimos de compras y después por un helado.

—¿Pero ella no esta contigo en este momento?

—No, fue todo rápido. Nos separamos hace como 3 horas y dijo que iría a casa— habló un poco más alterada pues comenzó a sospechar que algo andaba mal.

—No te preocupes, Wendy. Ella seguramente esta bien.

—Claro que me preocupo, es mi mejor amiga y no está.

—Tal vez se entretuvo en otra cosa, hay que ser positivos. Cualquier cosa te marco.

—Está bien.

—Tranquila.

-Aquí estaré.

Finalicé la llamada y vi al señor Haynes.

—No esta con ella desde hace 3 horas.

—Llamaré a Lori, quizá haya vuelto ya.

—Si, haga eso.

Luego de unos minutos el padre de Valerie guardó su celular.

—Nada.

—Aún no podemos anunciarla como desaparecida, ¿o si?

—No, pero lo haremos de todas formas. Andando— me miró unos segundos y luego salió.

—Tengo que ir.

—Está bien— asintió mi madre —Sólo cuidate mucho.

—Lo haré.

Salí de la casa y subí a la patrulla con el señor Haynes, quien encendió las sirenas para poder pasar el límite de velocidad.

Llegamos a la central de policías y el señor Haynes comenzó a hablar con sus compañeros mientras que yo esperaba con el celular en la mano.

Sentí como mi celular vibró y respondí rápidamente.

—Bryce— la escuché hablar entre sollozos entonces mi corazón se rompió —No se quienes son éstas personas pero dicen que estoy aquí por ti— continuó hablando con dificultad.

Le hice una señal a los policías y todos se acercaron a mi entonces puse la llamada en el altavoz.

—¿En dónde te tienen, Valerie?

—No puedo ver nada, me cubrieron los ojos— me explicó mientras lloraba aún más —Sólo se que estoy sobre césped y lodo.

—Por favor no llores— traté de tranquilizarla pero era imposible.

—No quiero estar aquí.

—Te prometo que haré todo lo que sea posible para que regreses a salvo.

—Haremos— me corrigió el señor Haynes.

—Papi, le dije que no tenía celular, todo éste tiempo lo he tenido escondido. Si me descubre con el se va a molestar. Debo colgarles.

Cada vez se rompía más en llanto y escucharla así me era tan difícil.

—¿Quién es él, Valerie?— preguntó su padre.

—Yo no he podido verlo, sólo se que es un chico por como habla— comenzó a hablar mas bajó y escuché un gran ruido.

—¿Cariño, estás bien?

—¿Estás hablando por teléfono?— se escuchó a un hombre gritarle.

—¡Perdón!— gritó Valerie entre llanto.

—Sabía que tenías un celular. ¿A quién le marcaste?— le gritó —¿A la policía?— todos escuchamos un gran sonido entonces Valerie comenzó a gritar.

—¡¿Qué le estas haciendo?!— gritó su padre con coraje —No te atrevas a tocarla. Si le haces daño a mi hija, juro que te arrepentirás.

Otros policías rastreaban la dirección de donde salía la llamada y yo sólo me sentía tan impotente.

—¿Qué harás al respecto?— nuevamente se escuchó un golpe seguido por otro grito de Valerie.

—¡Deja de lastimarla!

—Quiero hablar con Bryce.

—Estoy aquí— dije mientras me acercaba al celular.

—Tu chica es muy linda. No tiene el mejor cuerpo pero tiene un rostro hermoso.

—¡Alejate de mi!— le gritó Valerie agitada, probablemente luchaba para quitárselo de encima.

—Más te vale que no la toques.

—¿O me vas a matar como lo hiciste con Kane?

Todas las miradas se fijaron en mi.

—Si, exacto.

—Quiero el dinero, el que nos quitaste con intereses.

—Te daré todo... Sólo no le hagas daño.

—Ya nos estamos entendiendo.

—¿En dónde nos vemos?

—En la tumba de Kane, espero que sepas dónde es. Sólo metiste su cuerpo en un hoyo.

—Ahí estaré.

—Te quiero solo, O'Connor.

—Está bien.

—Tienes 30 minutos.

La llamada finalizó y el padre de Valerie se acercó a mi.

—No se quién era Kane y honestamente no me interesa nadie que no sea mi hija en éste momento, así que más te vale que la regreses a salvo.

—Lo haré.

Finalicé la llamada y salí rápidamente de ahí.

She Saves MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora