—Sí, mejor que la cuide— dio media vuelta y regresó  la cocina.

—Follar— dijo Ed a mi lado —Definitivamente van a follar.

Acomodamos Ci en el cuarto de Ed. El pelirrojo considero más apropiado sacrificarse él, claro, él aun no sabía de mi sed de venganza, no solo por no decirme que Harry estaba en la ciudad, sino por dejarme a la merced de Bradley, no pensó las posibilidades de yo siendo encontrada muerta o asqueada o con hambre, simplemente no pensó en mí y rompió su promesa de regresarme sana y salva.

Acomodé una sabana en el sofá cama de la sala para que Ed no lastimara su piel con la áspera tela, en realidad era para que no ensuciara el sofá, pero no iba a decírselo.

Luke entró por la puerta con su cara de cachorro en problemas. Puse los ojos en blanco, no le dije nada y seguí acomodando el sofá cama, mientras Ed instalaba a Ci, a su bebé y las pocas cosas que tenía, en su totalidad era más una bolsa llena de cosas de bebé que su propia ropa.

—¡Cariño, estoy en casa!— Luke gritó, pero no lo miré —¿No crees que la ley del hielo es un poco infantil?— seguí sin responder —Bella flor que solo nace y crece en el monte olimpo, cuidada y adorada por dioses, perdona a este pobre mortal que no sabe lo que hace. Solo hizo lo que creyó correcto.

Acomodé unas almohadas en la parte superior del sofá, las cuales había sacado de la decoración de mi cama. Dejé la manta aún doblada sobre las almohadas y estaba lista para ir a ver si Ed necesitaba ayuda.

—¿Acaso se escapó un fantasma del renacimiento y poseyó el cuerpo de Luke o qué?— Ci miraba con las cejas alzadas a Luke. Ed no estaba muy lejos de ella, pero él tenía el ceño fruncido mientras miraba de Luke a mí.

—Una de las plagas que azotó Egipto está parada en mi sala. ¡Oh, destino cruel!— aquí vamos.

—No empieces, patético prototipo de ser humano, no estoy de humor para tus irracionales ataques o tu minúsculo cerebro que apenas y cumple las necesidades básicas.

—Controla tus hormonas, no vaya a ser que todos quedemos infectados de tu amarga actitud.

—Pues al menos...— Ed interrumpió a Cassandra.

—Ustedes dos juntos son un recuerdo constante de por qué no vivo con mi familia. Se van a callar e ignorar por el resto de su coexistencia en este y cualquier otro lugar en el que nos encontremos ¿he sido claro o debo repetirlo?— el pelo de Ed era rojo, pero estaba segura que su cara no. A pesar de lo calmada que sonó su voz, podía palparse el enojo en ella, daba casi miedo el hecho que no gritara.

Ninguno de los involucrados respondió. Yo miré a ambos antes de ir a la cocina y coger un vaso de agua fría para Ed. Tomé el vaso y saqué el botellón de agua de la nevera. Mientras servia, Luke apareció el la puerta de la cocina.

—¿Qué hace esa aquí?

—Recibir ayuda de parte de Ed y mía, e insultos de parte tuya, al parecer— fue todo lo que respondí.

—¿Ayuda? ¿Por qué necesitaría ayuda?— lo miré un momento mientras enroscaba la tapa del botellón. Realmente se veía confundido.

—Por la misma razón por la que necesitaría las palabra hirientes que solo tú puedes proporcionarle— use un poco de ironía en mi tono de voz —Está embarazada, sin casa, en crisis financiera, sin apoyo y emocionalmente inestable, dime ¿por qué crees que necesitaría ayuda?

—¿Por qué no tiene casa? ¿Qué pasa con su casa?

—Si hubieras venido conmigo, lo sabrías, pero preferiste dejarme a mi suerte cuando habías prometido regresar a casa conmigo, realmente no tengo tiempo para explicarte toda la situación.— intenté pasar por su lado, pero no me lo permitió.

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