—¿Con quién tienes una cita?— cambie de tema, no iba a contarle los líos de mi mente.

—¿Celosa?— rodé los ojos y bufé, ya quisiera él —Con Tom, negocios, linda, negocios— miró su reloj antes de besar mi mejilla —El deber me llama, nos vemos luego— se alejó por un pasillo solo para empleados al que Ed nunca me había dejado entrar, podía ser un ser egoísta.

—Es lindo— Ci seguía cerciorándose de que los vasos estuvieran limpios y secos.

—Es sexy— la corrigió Tina.

Reí, lo era, pero no era quien me hacia suspirar, no podía asegurar de que alguien me hiciera hacerlo, bueno, Edward solía hacerlo, pero él ya no estaba.

—Si no le das tu, le doy yo— advirtió Tina con una perversa sonrisa partiendo su cara, espeluznante.

—Usa condón, te lo dice la voz de la experiencia— dijo Ci con una sonrisa burlona mientras se acariciaba el vientre, era bueno que se tomaba con humor su situación.

.

Dos horas después, las puertas se estaban abriendo para el público, aunque no se llenara realmente hasta las nueve o diez de la noche, la gente tenía la teoría de que debían llegar "elegantemente tarde".

—Odio las leyes— Luke tomó asiento a mi lado mientras bebía de mi botella de agua, había pocas opciones libres de Alcohol en el lugar.

—Algo tarde para notarlo— estaba a punto de graduarse y salía con esas, probablemente su madre no iba a estar muy feliz.

—Nunca es tarde— repuntó.

—Lo es una vez que te entregan el cartón— me encogí de hombros.

—Permíteme diferir— aflojó su corbata.

—Odias las leyes y hablas como un amante de ellas— jugué con la tapa de la botella.

—La fuerza de la costumbre— me quito mi bebida.

—¡Hey!— me queje —Idiota— golpeé su brazo, era injusto que todos creyeran que tenían el derecho de quitarme cosas, ya había sufrido por las hamburguesas en el colegio, ahora ni el agua se salvaba.

—Controla tu psiquis, es solo una botella de agua— dijo antes de llevarse la botella a la boca.

No pude aguantarme y la sostuve en alto mientras él seguía bebiendo, parecía que se ahogaba y yo me encargaba de que siguiera tomando, se alejó de la botella lo que ocasionó que le cayera en el traje y su camisa se mojara, sonreí, la venganza era dulce.

Un par de risas retumbaron por el sitio, Tina y Ci estaban frente a nosotros riéndose mientras se sostenían el estómago.

—Detén ese estruendo que llamas risa, bruja— un enojado Luke se dirigió a Tina —Y deja de sostenerte la panza y dame un trapo— miró mal a Ci, tal vez solo se molesto porque un par de extrañas se creían con el derecho de burlarse de él, su orgullo de macho era muy sensible.

—¿Insinúas que estoy gorda?— Ci escondió muy bien su risa, ella sabía que lo estaba, bueno, no gorda en todo el sentido de la palabra, pero sí con peso extra a bordo, gracias a otro ser humano; supuse que quería ver que tan enojado estaba Luke.

—Yo no insinuó nada— la mirada de perversión que puso, solo indicaba que le estaba diciendo gorda, Luke Hilton estaba enojado al punto de no tener filtro.

—Al menos no soy pollo mojado y arrugado o ¿Debí decir polla?— Tina y yo nos miramos y comenzamos a reír, probablemente era la mayor interacción que habíamos tenido desde que nos conocemos, tal vez solo necesitábamos a Ci como puente y facilitador de ambientes, para todos menos para Luke.

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