«Charlie Everson» (Parte dos)

Comenzar desde el principio
                                    

Seguro alguna vez te he tratado así. ¿Qué tal el viaje? No me habías llamado desde hace dos semanas.

—Lo siento. Ni si quiera he...—Me callé. —Nada. Bien, el viaje esta bien.

Había agregado lo último en voz tan baja que no estaba segura de haberme oído yo.

—¿Algo que quieras decirle a tu mejor amiga, Leah?

—No. ¿Por qué?

Mira, no sé cuando vuelvas pero se nos está haciendo costumbre tener la misma maldita conversación. Tienes que contarme que es lo que pasa. Leah, te extraño. ¿Por qué no vuelves?

—No puedo volver Zo. —Le dije, —no por ahora.

¿Por qué?

—Es complicado.

Creí que confiabas en mí.

—Confió en ti. ¿Cómo está Mark? —me atreví a preguntar. Me ponía los pelos de punta cuando pensaba en lo que le hice. Oh dios. Él no me perdonaría esto jamás de los jamases.

Bien. Aún... asumiendo que te fuiste y no te verá por un largo tiempo. Pero está bien. ¡Oh Leah! ¿Recuerdas a Robert? ¿De tus clases de matemáticas? El que te invitaba a salir siempre y a mí me gustaba.

—Oh si, el intocable Robert. —Me reí. Zoey me había prohibido aceptarle salir. A pesar de que ella estaba hechizada con el amigo de Liam y Mark, el de intercambio español, babeaba siempre que podía por Robert. Tampoco es como si me hubiera interesado salir con él. Era guapo, simpático e inteligente, pero justo en ese entonces tenia mi relación de amigos que tienen sexo con Mark.

¡Me invito a salir! —chilló. Yo sonreí.

—¿Y el español?

Ah bueno... también estoy saliendo con él. —Admitió. Abrí mis ojos y solté una carcajada.

—¡Y a mí me dices zorra!

Hey, quizás cuando europeos tienes en tu cama cada noche. ¿Qué tal los chicos por allá?

—Está lloviendo...—Callé unos segundos, si no cambiaba el tema le iba a cortar y decirle que se me había ido la conexión a los servidores de la llamada.

¿Leah?

—No te escucho Zoey. Wow, está lloviendo muy fuerte. —Comenté.

¿Leah? Leah estoy aquí. ¿Me oyes?

—Demonios, no oigo nada. —me quejé falsamente. —Supongo que te llamaré cuando pare un poco. Hay mala recepción debido a la lluvia. No sé si estas escuchando pero te quiero Zoey. Hablamos pronto.

Le corté colocando una mueca.

El tema de los hombres era algo que no tocaría, de eso estaba segura. Cuando salí de detrás de las cortinas, me encontré con Justin restregándose los ojos. Se veía tan lindo. Como los hámsters cuando limpian su cara.

Recuerdo que Liam y yo tuvimos cinco Hámster. Todo se llamaba igual. Manchitas. Un nombre como de perro para un hámster pero que más daba. Todos se murieron. Recuerdo que uno se ahogó. Era un día de verano, estábamos en la piscina a los trece años. Liam lo sacó y lo colocó al lado de la piscina mientras jugábamos. Era tan domestico que siempre estaba suelto por la casa y el jardín. No se perdía. Sin darnos cuenta manchitas se había caído a la piscina. Un poco de tiempo después de eso cuando pensamos que se había simplemente perdido, la piscina tuvo algunos problemas con los filtros de limpieza. El tipo que arregló la piscina había encontrado a manchitas de espalda, y ahogado.

BANG ll: Explosion of love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora