9:«Reglas inquebrantables»

Start from the beginning
                                    

-Y nosotros a ti enana, pero eso no es posible-dijo él con tristeza.

-¿Sucedió algo?

-Es que ella.

-¡Por dios qué sucede¡-dijo alterada.

- Ella está grave, Liz si no la operan en tres días morirá, hora está en el Hospital en cuidados intensivos al parecer el tratamiento no le funcionó del todo bien tuvo una fuerte recaída-dijo él con la voz quebrada.

El celular cayó de su manos, mientras miles de lágrimas recorrían sus mejillas, se sentía perdida, no sabía que hacer de dónde sacaría el dinero para la operación lentamente se deslizó hasta caer al suelo y sentada en una esquina de su habitación escondió su rostro entre sus piernas mientras sentía que el mundo se le venía encima, todo estaba mal entonces pensó en Harry, él era su única salida. Aunque tendría que pagar un alto precio. No supo cuánto tiempo estuvo tirada allí llorando.

Separa del piso y toma una ducha se coloca un abrigo y un jeans negros, a la 8:00 en punto estaba lista, solo esperaba poder encontrarlo allí y sobre todo que su propuesta siguiera en pie.

Tomó un taxi y en todo el camino solo le rogaba a dios que él estuviera allí, ya que era sábado y él no era la clase de hombre que se quedaba en casa un sábado en la noche, pero aun así mantenía las esperanza .Sabía que lo que estaba a punto de hacer era una locura pero no tenía otra opción la vida de su madre estaba en juego, cuando llego vio a los guardias de seguridad como siempre en la puerta.

-Señorita Liz, que la trae por aquí a estas horas.

-Que tal chicos, es que he olvidado entregarle unos documentos sumamente importante al señor Styles, me podrían decir si él está en su departamento.

-Sí, ha llegado hace un rato, pasé usted, si quiere podemos avísale qué usted se dirige hacia allá -le dijo uno de ellos.

-No es necesario gracias.

Tomo el ascensor. Piso 4, 5,6, a medida que el ascensor ascendia su corazón se aceleraba, llego al último piso hecha un majo de nervios, toco el timbre y escucho paso acercarse y luego la puerta se abrió dejando ver a Harry semidesnudo con tan solo un bóxer negro, por lo cual sé le hizo imposible no mirar tanta belleza, se sorprendió al ver los tatuajes que cubrían su pecho, abdomen y brazos, ese hombre era una tentación, un pecado divino. Sacudió su cabeza para dispersar tales pensamientos y al volver a la realidad la tristeza y el miedo se apodero de ella por lo que iba hacer.

-Señorita Evans al parecer ha cambiado usted de opinión-dijo él sonriendo lentamente.

-Acepto su propuesta-dijo ella inmediatamente sin rodeos.

-Bien, tome asiento debo explicarle las reglas del juego.

Ella tomó asiento en pequeño mueble y él se sentó en él gran mueble frente a ella, podía notar lo nerviosa que ella se encontraba, pero al final esa mujer iba hacer del él pensó, no en vano había hecho que la contratara, a pesar de que aún no había cursado los estudios universitario, eso era un requisito que siempre, solicitaba con excepción de algunos trabajadores, como el personal de limpieza. Él había hecho que a su antigua asistente le mandaran a otro piso y que a ella la pusieran en el lugar de aquella mujer que por mucho años le había servido, pero él ya tenía planes para Liz, y de ninguna manera renunciaría a ellos.

-¿cuáles son esa reglas? -se atrevió a preguntar ella tratando de ocultar su nerviosismo.

-Escuche muy bien esta reglas son inquebrantables-dijo él serio.

-La primera, usted me pertenecerá por 235 días.

Ella lo miró con los ojos muy abiertos, queriendo oponerse, pero no podía la vida de su madre estaba en juego así que solo asintió

-La segunda, estará disponible para mí cuando y donde yo la deseé-dijo él y ella se hundió un poco más en el asiento

-La tercera, nada de sentimiento, esto solo será sexo.

-La cuarta, debe siempre estar dispuesta experimentar cualquier juego sexual que yo deseé- y el miedo se apoderó por completo de ella.

-Esta es la última y una de la más importante, por ningún motivo usted debe quedar embarazada, yo no quiero una responsabilidad como esa, por eso usted tendrá que someterse a un tratamiento de planificación, ya que contigo nena no utilizare preservativo, cuando esté en mi cama lo quiero hacer piel con piel-y aquello le hizo jadear.

Ella aun no podía procesar todo lo que él le había dicho "en que me estoy metiendo "se dijo había dicho juegos sexuales, aquella palabra se había quedado en su cabeza repitiéndose una y otra vez.

-Tenemos un trato-dijo él poniéndose en pie acción que ella imitó a pesar de todo su cuerpo temblaba.

-Tenemos un trato señor styles, pero debo pedirle algo-dijo obligándose a sí mismas a serenarse ya no había vuelta atrás.

-Que será- indago él curioso y arqueo una ceja divertido.

-Necesito que me de dos semanas libres debo resolver algunos asunto personales.

-Bien, entonces dentro de dos semanas empieza nuestro juego, nena, mañana a primera hora depositare su dinero como habíamos acordado.

-No. lo necesito hoy mismo, si es posible-le pidió vacilante.

-No hay ningún problema, solo basta que mueva algunos contacto y todo estará resuelto, en una hora el dinero estará en su cuenta-le explica él de lo más normal.

-No tengo cuenta.

-Desde hoy la tendrá, y algo más, ya no hay vuelta atrás-le advirtió con un brillo de lujuria en la mirada mientras recorría su cuerpo con la mirada.

-Lo tengo bien claro.

Él se acercó a ella y la tomó de la cintura en un momento ella pensó en retroceder, pero no podía hacer eso él cumpliría con su parte del trato y ella debería hacer lo mismo, aunque no le garantizaba que sería algo placentero, se preguntó si él sabía que ella aún era virgen, volvió a la realidad cuando sintió unos labios en su cuello que besaban y succionaban su piel delicadamente, él se alejó de ella y la contemplo.

-Sabes eres una de las mejore inversiones que he hecho-le dijo él, con la mirada del deseo latente y ella no pudo evitar sentirse como una puta.

-Si no hay nada más que decir, me retiro-dijo apartándose de él estaba loca por salir de allí y si no lo hacía rápido temía que rompería en llanto allí mismo y no podía permitirse humillarse más.

-Le pediré a mi chofer que la lleve a casa.

- No es necesario tomaré un taxi-dijo y salió de allí antes de que él insistiera.

Lo había hecho aún no lo podía creerlo acostada en su cama se removía inquieta, nunca pensó que sería capaz de hacer algo así tantas veces le había rechazado, tanta veces le había dicho que no estaba a la venta y al final se había vendido como una cualquiera, había quebrantado su moral, pero todo era por salvar la vida de su madre había llamado su primo al llegar a casa para informarle que mañana a primera hora estaría allí y que tenía el dinero para la operación sin saber que desde aquel día su vida daría un Giro enorme. Nunca más volvería hacer la misma.

La nove tiene poco lectores, pero sus comentarios me animan a seguir la gracia por votar y comentar.

«Dreans1d»
 S.H.L.©


SR.Styles.Where stories live. Discover now