Intruso.

2.1K 206 1
                                    


Me desperté con ganas de ir al baño, así que no tuve de otra que levantarme, percatándome de que aún era noche al ver la luna por la ventana de la habitación. Black estaba en una especie de nido con las almohadas muy cómodo que se veía, y con esa imagen en mi mente Salí de allí para luego dirigirme a la puerta del baño.

Al salir me dio un poco de hambre así que aproveché para comer un poco de pan con queso que me regaló Diana cuando la visité en estos días para contarle sobre la cabaña. El pan efectivamente sabio glorioso y como se me había quitado un poco el sueño decidí quedarme en el sofá leyendo un rato. No había pasado ni una hora cuando black aparece por el pasillo y trata de acostarse encima de mí, pero se lo impido.

- ¡Deja de aplastarme, tonto! - digo mientras le sigo evitando subir y no es que no quiera, pero los últimos días ha estado muy encima de mí, al principio fue lindo, luego tierno y ahora ya es cansado, no sé qué es lo que le pasa.

Black se rinde y se acuesta en el piso sin despegarse del sofá. "¿Qué te pasa lobito?" me preguntó mientras lo veo y suspiro sin respuestas. Fui hasta el ático en busca de algo que me diga sobre los lobos y encontré un libro más o menos del tema que no me iba a decir porque estaba actuando así, pero si como saber su edad y eso me hizo dejar en el olvido lo otro.

Bajé lo más rápido que pude hasta la sala donde seguía black acostado y me senté en el sofá para leer mejor la explicación y era bastante sencillo, solo había que ver la cantidad de dientes y el tamaño de sus colmillos, así que, con mucho cuidado, abrí su boca y los conté, para luego comparar el tamaño de los colmillos con los del libro y según este al parecer black tenía apenas 11 años de edad.

SI, las personas normales irían a dormir después de ir al baño o comer algo, pero yo estoy aquí orgullosa de descubrir por mi cuenta cuantos años tiene un lobo. Bueno en realidad descubrí la edad en años humanos, pero en realidad black tiene 18 años en sus años como lobo y me quedé pensando que era un bebé y al mismo tiempo era mayor que yo.

Luego de un rato pensando en la edad de black, guarde el libro en uno de los estantes que estaba en la sala, tenía mucha flojera de ir al ático y durante ese pequeño proceso decidí por fin irme a dormir lo que quedara de noche, pero primero fuimos a la cocina para darle un pescado a black.

Después de ver como black se comía el pescado mientras yo tomaba agua, ya me estaba quedando dormida y cuando por fin termino, nos fuimos directo a la habitación, o ese era el plan antes de escuchar unos golpes en la puerta que me hicieron espantar el sueño en un dos por tres y ponerme en alerta.

Los golpes se escucharon más fuertes y provocó que black empezara a gruñir con fuerza a la puerta. De mi parte no sabía con que defenderme. Corrí a la cocina buscando algo útil y de todo lo que había solo conseguí un tenedor, así que mi única opción era clavárselo en la piel o en un ojo si podía.

Los golpes de la nada, pararon, pero se escuchaba mucho ruido alrededor de la cabaña e iba a pensar que eran cazadores o un intruso queriendo reclamar la cabaña, pero el rugido de un oso que se escuchaba tan cerca me hizo descartar cualquier idea y temblando del miedo me alejé en el pasillo.

-POR FAVOR. ¡AYUDA, AYUDA!, POR favor a-ayuda...- se escuchó en la puerta de repente y sin pensarlo dos veces, corrí a la puerta, quité lo más rápido que pude la cadena que usaba como cerradura.

-abran...por favor...un oso- se notaba la dificultad al hablar cuando por fin la pude abrir - un oso me ataco...por favor...- fue lo último que me dijo apenas abrí la puerta y como pude lo tomé de los brazos arrastrándolo adentro, para luego cerrar la puerta rápido, ponerle la cadena y caer hasta el piso por tanta adrenalina y el miedo acumulado.

Una vez calmada un poco, me levanté y arrastre al chico hasta el sofá, pues tenia su abdomen y pierna llenas de sangre, solo rezaba a los dioses de que no se me muriera aquí. Busqué agua, toallas y una crema hecha con muchas ramas y demás cosas que Diana me recomendó para las heridas.

Primero lo dejé casi desnudo con solo su bóxer y comencé prácticamente a bañarlo en agua y luego limpiar las zonas donde poco a poco se iba descubriendo las enormes garras que el oso le había dejado desde las costillas hasta su muslo y un poco de la espalda. Una vez lo suficientemente limpio, le coloqué mucha crema en todas las marcas de las garras, pues tenían que estar bien tapadas.

Luego tomé su ropa y la empecé a romper en tiras para envolver su muslo, luego alrededor del abdomen y finalmente un trozo pequeño mojado en su frente porque en un momento a otro empezó a tener fiebre. Suspiré levantándome para ir a botar el agua en el baño, ni loca iba a salir con un oso rondando por ahí.

Cuando regresé de lavarme las manos y dar por finalizada mi labor como buen ser humano que ayuda al prójimo, me sé en otra silla para estar pendiente de cambiarle el trozo de tela en su frente y fue cuando pude relajarme y observar al desconocido más detalladamente, dándome cuenta que era bastante lindo o yo tenia tanto tiempo sin ver a un chico que él se veía lindo.

Luego de un largo rato, su fiebre había bajado y estaba durmiendo tranquilo, así que, muerta del sueño, me fui con black a la habitación, donde apenas caí en la cama me quedé totalmente dormida.

.

.

.

Capitulo editado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

...Capitulo editado...

Mi Vida En El Bosque.Where stories live. Discover now