Mi Vida En El Bosque.

Extraño.

Al levantarme con aquella luz del sol que pasaba por las ventanas de la habitación, me froté los ojos y solté un gran suspiro. Mire a mi alrededor el tiempo necesario para decidir levantarme y Salir de esa habitación buscando a black que no estaba en la cama. Cuando llego a la sala, hay huesos de pescado por todos lados y me duele demasiado mi cuerpo como para estar dispuesta a limpiarlo, limpiar una cabaña entera sola a profundidad, es muy matador.

Llamo a black varias veces y aparece con las orejas abajo, caminando lento hacia mí con un trozo de pescado en la mandíbula que deja enfrente de mí para luego sentarse todavía con las orejas caídas. Y no pude evitar sonreír de lo lindo que se veía. Tanto tiempo hacia lo que quería y ahora me viene con esa carita de perrito triste y mi corazón no puede con tanto.

- Tu lobito, ¿quieres matarme? – dije pasando por un lado del pescado para ponerme de rodillas y abrazarlo – obvio te perdono, manipulador – digo con una sonrisa a lo que él responde frotando su cabeza en mi cuello y provocándome cosquillas.

- Bueno... ya que al parecer te comiste todos los pescados, vamos a buscar más y luego limpiare tu desastre – dije suspirando mientras le acariciaba.

Después de comer y limpiar, me dediqué a revisar el ático, todavía faltaba limpiar mucho mejor la cabaña, pero necesitaba descansar un poco aprovechando que estaba habitable. Junto a un ventanal había un librero que me llamó la atención. Me acerque y al lado había un escritorio con varios libros encima.

Con la pequeña sabana que cubría la silla, les quite el polvo a la mesa y los libros que había en ella. Me senté allí y abrí uno solo por curiosidad llamado "La chica de cristal", se veía interesante así que empecé a leerlo. Estuve tan entretenida en leer que no caí en la realidad hasta que escuché ruidos extraños prevenir de abajo y supuse que era black cazando algo o caminando por ahí.

Poco después de bajar del ático. Vi que black andaba revocándose en el piso. ¿Que se supone que hacía? Pensé y la única respuesta que se me venía a la mente era "cosas de lobos", No sé. Volví a escuchar ese ruido extraño por las afueras de la cabaña y decidí salir ya un poco molesta, pero no encontré nada, le di la vuelta a toda la cabaña, pero no vi nada, ni osos, ni cazadores, ni nada, y a pesar que soy miedosa respecto a los fantasmas, estaba en pleno día y no podía ser eso, así que llegué a la conclusión que debía ser un mapache.

Entre de nuevo a la cabaña asegurando bien la puerta con un seguro improvisado que había hecho, solo por si acaso. Esperé el suficiente tiempo en silencio atenta al ruido, pero no volvió a escucharse, así que me relajé un poco y volví al ático por unos libros para leer más a gusto en la sala.

Luego que me di cuenta que no había bajado el de "la chica de cristal", me dispuse a leer otro, por flojera a volver a subir y realmente esta historia también se veía interesante. Se trataba de una chica que, al ya ser adolescente, le dijo a su madre que ella era diferente a las otras chicas, porque era lesbiana. Pero sus padres no aceptaron eso y la botaron de la casa.

Ella sufrió mucho y durmiendo en las calles, una que otra vez, un tipo ebrio quiso violarla y otro la violó, ella misma quiso tirarse de un puente mientras arrastraba como podía su débil cuerpo, no quería vivir de esa manera, hasta que alguien la pudo ayudar y le impidió que se cayese.

La historia era trágica y triste, no pude evitar llorar. ¿Cómo pudieron sus propios padres ser tan crueles con ella solo porque no le gustaban los chicos? Eso no es justo. De tanto leer esa historia no pude evitar poco a poco quedarme dormida con el libro en mis manos.

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…Editado 2024...