—Yunho… yo necesito respuestas. Necesito entender qué pasó conmigo, con mi vida… con Jaehyun.
—¿Y crees que él es la mejor persona para dártelas? —espetó Yunho, con evidente molestia—. ¿El mismo hombre que te abandonó?
—¡Basta, Yunho! —exclamó Taeyong, sintiendo cómo la rabia se acumulaba en su pecho
El silencio entre ellos se hizo pesado.
Sion, aún en los brazos de Taeyong, balbuceó algo antes de recargar su cabecita en su pecho.
Taeyong cerró los ojos por un momento y luego volvió a mirar a Yunho.
—Sé que me quieres, Yunho. Pero ahora mismo… necesito encontrar mis propias respuestas.
Yunho sintió un nudo en la garganta.
—¿Y si lo que descubres te lastima?
Taeyong bajó la mirada.
—Entonces tendré que aprender a vivir con ello.
Sin decir nada más, se giró y comenzó a caminar de nuevo por el pasillo.
Yunho se quedó allí, sintiendo cómo algo dentro de él se rompía lentamente.
Desde la distancia, Mingi observaba la escena con atención.
Sabía que Yunho estaba aferrándose a algo que no podía retener… y que, tarde o temprano, tendría que soltar.
●
Los días en la mansión transcurrieron con una extraña calma. Taeyong seguía en proceso de recuperación, tanto física como emocionalmente. Cada rincón de la casa le evocaba sensaciones distintas, pero lo que más le afectaba eran las noches. Los sueños volvían cada vez más intensos, imágenes fragmentadas que lo hacían despertar con el corazón latiéndole en el pecho.
Jaehyun estaba siendo paciente con él. No presionaba, no exigía. Solo estaba ahí, dispuesto a ayudarlo cuando lo necesitara. Y Taeyong odiaba admitir que esa presencia le resultaba reconfortante.
Por otro lado, Yunho trabajaba de manera remota en la casa de su hermano mientras estaba al tanto del pequeño Sion y Taeyong. Sin embargo, sin darse cuenta, sus visitas terminaron girando en torno a alguien más.
—Si vas a quedarte aquí todo el día, al menos haz algo útil —dijo Mingi, cruzado de brazos mientras observaba a Yunho, quien estaba sentado en la cocina con una taza de café.
—¿Disculpa? —Yunho lo miró con el ceño fruncido.
Mingi se encogió de hombros.
—Solo digo que, en lugar de quedarte aquí sufriendo en silencio, podrías ayudar en algo.
Yunho bufó.
—No estoy sufriendo.
—Claro que no —Mingi rodó los ojos y luego sonrió—. Ven, ayúdame a preparar la medicación de Taeyong.
Yunho lo miró con desconfianza, pero al final, se levantó y lo siguió.
Lo que empezó como un simple favor se convirtió en una rutina. De alguna manera, Mingi siempre encontraba la forma de hacer que Yunho lo ayudara con pequeñas tareas. Y aunque Yunho se quejaba al principio, poco a poco dejó de hacerlo.
Hasta que un día, mientras acomodaban algunos suministros en la habitación de Taeyong, sus manos se rozaron accidentalmente.
Yunho sintió un leve escalofrío recorrerle la piel. Levantó la mirada y se encontró con los ojos oscuros de Mingi observándolo con una intensidad que lo hizo tragar en seco.
—¿Qué? —preguntó Yunho, intentando sonar indiferente.
Mingi sonrió, ladeando un poco la cabeza.
—Nada. Solo que por fin te veo relajado.
Yunho desvió la mirada, incómodo.
—No estoy relajado.
—Si tú lo dices —Mingi dejó escapar una leve risa antes de girarse para seguir acomodando las cosas
Yunho se quedó observándolo por unos segundos más, con el corazón latiéndole un poco más rápido de lo normal.
Algo en Mingi estaba empezando a descolocarlo. Y no estaba seguro de si eso era bueno o malo.
Mientras tanto, en la habitación de Taeyong, Jaehyun entró con una bandeja de comida.
—Sé que no tienes mucho apetito, pero necesitas comer algo —dijo con suavidad, dejando la bandeja en la mesa de noche.
Taeyong lo miró en silencio por unos segundos antes de hablar.
—¿Por qué estás haciendo todo esto?
Jaehyun parpadeó, sorprendido por la pregunta.
—¿A qué te refieres?
Taeyong suspiró.
—No tienes que esforzarte tanto en cuidarme, Jaehyun. Ya no estamos casados.
Jaehyun apretó los labios.
—Eso no significa que no me importe.
Taeyong sintió un nudo en la garganta.
— Tal vez nunca recupere la memoria
Jaehyun se acercó y tomó su mano con delicadeza.
—Entonces podemos hacer nuevos recuerdos.
Taeyong sintió su pecho comprimirse ante esas palabras. Y por primera vez en mucho tiempo, permitió que Jaehyun se quedara con él en silencio, sin tratar de alejarlo.
No sabía qué pasaría después, pero en ese momento… simplemente decidió dejarse llevar.
.
Estuvo medio meeh el capítulo pido perdón pero bueno ya le meteré un poquito más de drama o no idk
ESTÁS LEYENDO
Unwritten Vows • Jaeyong •
Novela JuvenilCuatro años de matrimonio, un contrato y un destino sellado: la separación. Para Jaehyun, solo era un trámite. Para Taeyong, se convirtió en algo más. Ahora, mientras el final se acerca y Jaehyun parece enamorarse de alguien más, Taeyong se enfrenta...
