Unwritten Vows • Jaeyong •

18

Yunho avanzó sin titubeos dentro de la habitación, sus ojos oscuros clavados en la escena que tenía delante. Taeyong y Jaehyun aún estaban demasiado cerca, demasiado íntimos para su gusto. 

—¿Interrumpo algo? —preguntó con frialdad, su voz gélida cortando el aire. 

Jaehyun, sin mostrar ni un atisbo de culpa, esbozó una sonrisa ladeada. 

—Siempre apareces en los momentos más inoportunos, Yunho. 

El menor de los Jung apretó la mandíbula, su mirada se deslizó de Jaehyun a Taeyong, quien parecía sorprendido pero no incómodo con la cercanía de su hermano. Yunho sintió un golpe de furia en el pecho. 

—Taeyong… —Su voz sonó más baja, como si temiera su propia pregunta—. ¿Te sientes bien? 

Taeyong parpadeó varias veces, bajando la mirada. 

—Sí… Jaehyun y yo solo estábamos hablando. 

—¿Hablando? —Yunho soltó una risa sarcástica— Claro. Conversaciones tan profundas que casi se besan. 

Jaehyun entrecerró los ojos. 

—¿Y si lo hiciéramos? No sería de tu incumbencia. 

—¡Por supuesto que lo es! —espetó Yunho, dando un paso hacia él—. Taeyong es mi novio. 

Jaehyun soltó una carcajada seca. 

—¿Tu novio? No parece recordar eso. 

—¡Porque perdió la memoria, idiota! —Yunho sintió que la sangre le hervía en las venas— ¡Eso no significa que puedas aprovecharte de él! 

Jaehyun se cruzó de brazos, completamente impasible. 

—No estoy aprovechándome de nadie. Taeyong y yo tenemos historia, Yunho. ¿O ya olvidaste que fuimos esposos? 

Esa palabra hizo que Taeyong alzara la vista de golpe. 

—Sí…¿Entonces nos separamos‽… 

Yunho sintió que algo dentro de él se resquebrajaba. 

Jaehyun lo miró con la satisfacción de alguien que sabe que está ganando la partida. 

—A Taeyong le estoy dando respuestas, algo que tú no hiciste —continuó Jaehyun, su tono más desafiante— No le escondí nada. No le mentí sobre el pasado. 

—¡Yo tampoco! —gruñó Yunho— Solo no quise presionarlo con recuerdos dolorosos. 

—O tal vez temías que al recordar, él eligiera a otra persona. 

Silencio. 

Un silencio espeso, cargado de una tensión insoportable. 

Yunho sintió que le costaba respirar. Se giró para mirar a Taeyong, quien parecía demasiado confundido para intervenir. 

Jaehyun se inclinó un poco más hacia él. 

—No puedes obligarlo a quedarse contigo, Yunho —susurró con una sonrisa fría— Si realmente lo amas, debes aceptar lo que él elija. 

Yunho sintió que su cuerpo se tensaba, sus puños temblaban de rabia contenida. Pero antes de que pudiera responder, la puerta se abrió de golpe. 

—¡Oh! ¿Momento incómodo? —Mingi apareció con una carpeta en la mano y una sonrisa nerviosa. 

Las miradas de los tres hombres se posaron en él. 

—Ehh… creo que es mejor que todos se calmen —dijo con una risa torpe— No queremos otro paciente en la clínica por un infarto, ¿cierto?