Unwritten Vows • Jaeyong •

10

Yunho estaba nervioso, pero al mismo tiempo emocionado. Después de meses, finalmente presentaría a Taeyong y a Sion ante sus padres. Aunque sabía que no sería fácil. La sombra de Jaehyun aún se cernía sobre la familia, y por más que intentara ignorarlo, su relación con Taeyong no era algo que sus padres aceptarían de inmediato.

Pero no importaba.

Lo que tenía con Taeyong era real, fuerte, algo que no podía ni quería esconder. Ellos eran una familia. Y si los señores Jung querían ser parte de la vida de su hijo, tendrían que aceptarlo.

—¡Yunho, hijo mío! —La voz entusiasta de su madre, Minah, lo sacó de sus pensamientos. Apenas puso un pie en la mansión, la mujer lo abrazó con calidez—. ¡Déjame verlo! ¿Dónde está?

La mujer miraba a su alrededor con evidente curiosidad, esperando encontrar al novio misterioso de su hijo.

—Vendrá después, mamá —explicó Yunho, acomodándose la chaqueta—. Fue a comprar unas medicinas. Sion tiene un resfriado leve.

—¿Sion? —Minah frunció el ceño—. ¿Quién es Sion?

—Mi hijo.

Hubo un silencio pesado. Minah lo miró con los ojos bien abiertos, asimilando lo que acababa de escuchar.

—¿Tienes un hijo y no me lo dijiste?

—Mamá, estos meses han sido difíciles. Con la llegada de Sion, apenas he tenido tiempo para nada más.

Minah suspiró y sonrió con nostalgia.

—Lo entiendo. Cuando Jaehyun nació, yo también me sentí abrumada. Ser madre primeriza es algo que nunca se olvida —dijo, riendo con suavidad—. Entonces, ¿hoy podré conocer a mi nieto?

—Sí, mamá. Hoy lo conocerás.¿Y mi padre?

—Está en la oficina, ayudando con algunos asuntos de la empresa de Jaehyun.

Yunho asintió. Sabía que su padre rara vez se despegaba del trabajo, pero por esta noche, esperaba que su presencia no complicara las cosas más de lo necesario.

Las horas transcurrieron entre conversaciones triviales y una cena amena. Yunho intentaba no pensar demasiado en cómo reaccionarían sus padres cuando finalmente conocieran a Taeyong.

Pero el momento llegó más rápido de lo que esperaba.

El sonido del timbre interrumpió la tranquilidad de la velada.

—Creo que son ellos —anunció Yunho, poniéndose de pie.

Se apresuró a la puerta y, al abrirla, sus ojos se suavizaron al ver a Taeyong sosteniendo a Sion en brazos, envuelto en una manta.

—¿Todo bien? —preguntó Yunho en voz baja, acariciando la mejilla del bebé.

—Sí, solo estaba un poco inquieto —respondió Taeyong con una sonrisa serena.

Juntos, entraron al comedor, y en cuanto cruzaron el umbral, los señores Jung quedaron boquiabiertos.

El señor Jung, que hasta ese momento había permanecido en silencio, los miró fijamente con una mezcla de incredulidad y desconcierto.

—¿Taeyong? —su voz sonó más grave de lo habitual—. ¿Eres el novio de Yunho?

El ambiente se tornó tenso en cuestión de segundos.

Taeyong, con la seguridad que había ganado en esos últimos meses, sostuvo mejor a Sion y respondió con calma.

—Buenas noches, señor Jung. Espero no estar interrumpiendo. Y sí… soy el novio de su hijo.