Unwritten Vows • Jaeyong •

17

Cada vez que intentaba recordar, su mente se quedaba en blanco. Como si su memoria se hubiera negado a seguir almacenando momentos después de un punto determinado. Y ahora estaba aquí, en un hospital, rodeado de personas que parecían conocer su historia mejor que él.

Suspiró profundamente y miró a Sion, dormido junto a él, su pequeño pecho subiendo y bajando con cada respiración tranquila. Algo en su interior se removió con ternura y miedo al mismo tiempo. No recordaba haberlo tenido, no recordaba haberlo sostenido antes de ahora... pero aún así, sentía la necesidad de protegerlo.

Se pasó una mano por el rostro, frustrado. Necesitaba respuestas.

-¿Quieres que llame a alguien? -preguntó una enfermera con voz amable al notar su expresión confusa.

Taeyong tardó unos segundos en responder.

-Sí... quiero hablar con Jaehyun.

No sabía por qué su primer instinto había sido llamarlo a él. Tal vez porque había estado allí cuando despertó. Tal vez porque su corazón le decía que en algún punto de su vida, Jaehyun lo había significado todo.

Pocos minutos después, la puerta se abrió y Jaehyun entró, con el rostro marcado por el cansancio y la preocupación. Sus ojos recorrieron el cuerpo de Taeyong como si necesitara asegurarse de que realmente estaba despierto.

-Taeyong... -susurró, acercándose lentamente.

Taeyong lo miró fijamente. Durante años, había creído que era su esposo. Pero algo en la forma en la que Jaehyun lo miraba le decía que había más de lo que recordaba.

-Siéntate -pidió con voz temblorosa. Jaehyun obedeció de inmediato-. Quiero que me digas la verdad.

-¿La verdad? -Jaehyun entrecerró los ojos.

-Sí. ¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Qué ha pasado en todo este tiempo? -Su voz se rompió un poco. Se sentía vulnerable, indefenso en medio de un rompecabezas al que le faltaban demasiadas piezas.

Jaehyun tragó saliva, y justo cuando estaba a punto de responder, la puerta se abrió de golpe.

Yunho apareció en el umbral, con el rostro tenso y la respiración entrecortada. Sus ojos se encontraron con los de Taeyong, y en ellos había un dolor que el menor no podía descifrar.

-Taeyong... -musitó, dando un paso dentro de la habitación.

Jaehyun se puso de pie de inmediato, su postura rígida como si estuviera preparado para pelear.

Taeyong los miró a ambos. Su corazón latía con fuerza, como si intentara gritarle que una parte de él pertenecía a uno... y otra parte, al otro.

Pero él no recordaba por qué.

Y la incertidumbre lo estaba matando.

El silencio en la habitación era sofocante. Taeyong sentía su corazón latiendo con fuerza en el pecho mientras sus ojos viajaban de Jaehyun a Yunho. Algo en la forma en que se miraban le decía que había una tensión latente entre ellos, una guerra que él no entendía pero que parecía girar en torno a él.

-¿Por qué estás aquí? -preguntó Jaehyun en un tono frío, clavando sus ojos en Yunho.

Yunho apretó los puños, pero su mirada permaneció fija en Taeyong.

-Porque él también tiene derecho a escuchar la verdad de mí -respondió con firmeza-. No pienso dejar que solo escuche tu versión de los hechos.

Jaehyun soltó una risa incrédula.

-¿Mi versión? ¿De qué estás hablando, Yunho? No hay versiones, hay hechos. Hechos que tú intentaste ocultarle durante todo este tiempo.

-¿Ocultarle? -Yunho se cruzó de brazos, mirándolo con desafío-¿Como si tú no hubieras hecho lo mismo?