—¿Entonces cómo fue?

Jaehyun dio un paso adelante, intentando calmarlo, pero Taeyong retrocedió, sin querer escuchar excusas. 

—Te dejé porque pensé que era lo mejor para ti —dijo Jaehyun con la voz entrecortada— ¿Cómo podía obligarte a quedarte conmigo cuando ni siquiera sabíamos si lo nuestro era real? 

—¡Pues para mí sí lo era! —gritó Taeyong con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Cómo te atreviste a decidir por mí? ¿Cómo pudiste simplemente darme la espalda y desaparecer de mi vida? 

Jaehyun apretó los puños. 

—Pensé que estarías mejor sin mí. 

—¿Mejor sin ti? —susurró Taeyong con una risa rota—. ¡Me dejaste con un hijo tuyo en el vientre y sin siquiera darme una maldita oportunidad de luchar por lo nuestro! 

Jaehyun sintió que su corazón se rompía al ver el dolor reflejado en los ojos de Taeyong. 

—No lo sabía… 

—¡Porque nunca te preocupaste en averiguarlo! —Taeyong se acercó más, con la mirada ardiendo de celos y resentimiento— Y mientras todo eso sucedía, ¿tú qué hacías? ¿Ser un esposo ejemplar con otra mujer? 

Jaehyun desvió la mirada, incapaz de sostener la acusación. 

—Ese matrimonio nunca significó nada para mí —admitió en voz baja—. Nunca la amé. 

—¿Y eso qué? ¿Crees que con eso voy a sentirme mejor? —Taeyong bufó—. ¿Aún sigues con ella? 

Jaehyun levantó la mirada y negó con la cabeza. 

—No. La dejaré. 

Taeyong sintió su pecho apretarse. 

—¿Así de fácil? —susurró—. ¿Después de todo este tiempo? 

Jaehyun lo miró con intensidad. 

—No es fácil, pero lo haré. No quiero seguir atado a algo que nunca debió existir. 

El silencio cayó sobre ellos. Taeyong sintió que todo lo que creía saber se desmoronaba. 

Jaehyun se acercó lentamente, tomándolo de las manos con suavidad. 

—No me rendiré contigo, Taeyong. Esta vez, no cometeré el mismo error. 

Taeyong lo miró a los ojos, sintiendo el caos de emociones en su interior. No podía negar que todavía sentía algo por él… pero, ¿era suficiente para olvidar todo el dolor que le había causado?

Los días pasaron, y aunque la tensión entre Jaehyun y Taeyong no desapareció por completo, algo en el ambiente comenzó a cambiar. Jaehyun estaba decidido a recuperar lo que había perdido, y eso significaba hacer lo que fuera necesario para que Taeyong volviera a confiar en él. 

No quería apresurarlo ni forzarlo, pero cada oportunidad que tenía la usaba para recordarle que aún lo amaba. 

Esa tarde, Jaehyun apareció en la habitación de Taeyong con una bolsa de papel en las manos y una sonrisa tímida en los labios. 

—¿Qué haces aquí? —preguntó Taeyong sin levantar demasiado la mirada de la revista que fingía leer. 

—Te traje algo —Jaehyun se acercó y sacó un pequeño pastel envuelto con delicadeza—. Sé que te encantaban estos de la pastelería con logo de rosas… los comías siempre cuando estabas estresado. 

Unwritten Vows • Jaeyong •Where stories live. Discover now