Unwritten Vows • Jaeyong •

17

Y entonces Jaehyun cerró los ojos y, con una suavidad casi temerosa, presionó sus labios contra los de él.

Taeyong sintió un estremecimiento recorrer su espalda.

Era cálido.

Era familiar.

Era...

-¡Mierda!

Ambos se separaron bruscamente, girando hacia la puerta, donde un enfermero alto y de cabello oscuro los miraba con los ojos abiertos como platos.

-¡No vi nada! -exclamó de inmediato, levantando las manos como si lo estuvieran apuntando con un arma.

Taeyong estaba demasiado aturdido para reaccionar, pero Jaehyun se quedó helado, con el ceño fruncido.

Mingi, por su parte, intentó dar un paso atrás y cerrar la puerta con discreción, como si pudiera fingir que jamás había estado ahí.

Pero la suerte no estaba de su lado.

Apenas giró sobre sus talones, chocó de lleno contra el pecho de alguien más.

-¿Qué demonios haces? -La voz de Yunho lo hizo estremecerse.

Mingi levantó la vista y tragó saliva al encontrarse con los ojos oscuros y fríos del hombre frente a él. Yunho lo miraba con sospecha, cruzado de brazos, con una expresión que dejaba claro que no estaba de humor para tonterías.

-Ehh... yo... solo estaba verificando que el paciente estuviera bien -balbuceó con una sonrisa torpe.

Yunho entrecerró los ojos.

-¿Y por qué pareces tan nervioso?

-¿Yo? Para nada. Esto es mi rostro normal. Totalmente tranquilo.

Yunho intentó moverse para ver qué ocurría dentro de la habitación, pero Mingi fue más rápido y se interpuso de nuevo, usando su propio cuerpo como barrera.

-Oye, oye, no es bueno interrumpir el descanso de los pacientes -dijo con una risa incómoda-. El estrés nocturno puede retrasar la recuperación.

Yunho lo miró, ahora con mayor atención. Notó cómo el enfermero se balanceaba sutilmente sobre sus pies, como si estuviera debatiendo si salir corriendo o seguir bloqueando el paso.

-¿Qué estabas haciendo ahí adentro? -preguntó Yunho, su voz baja y peligrosa.

Mingi soltó una risa nerviosa.

-Solo... haciendo mi trabajo.

Yunho lo miró de arriba abajo, con el ceño fruncido.

-¿Siempre sudas cuando trabajas?

Mingi pasó una mano por su frente y, efectivamente, estaba sudando.

-Eh... depende del turno.

Por alguna razón, Yunho sintió una pequeña punzada de diversión ante la actitud torpe del enfermero. Había algo en su nerviosismo que le resultaba... curioso.

Pero ahora no era momento de distracciones.

Sin pensarlo demasiado, Yunho aprovechó un descuido de Mingi y lo apartó a un lado con facilidad, empujándolo suavemente por la cintura.

Mingi sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo ante el contacto y se quedó inmóvil por un segundo.

Yunho no lo notó. O quizá sí, pero no le prestó atención.

Su mirada ya estaba fija en la habitación, en donde Jaehyun y Taeyong seguían demasiado cerca el uno del otro.

Un nudo de furia se formó en su estómago.

Mingi, por su parte, exhaló lentamente, llevando una mano a su pecho como si intentara calmar su acelerado corazón.

-Demonios... -murmuró para sí mismo, mirando de reojo a Yunho.

Tal vez trabajar en esa clínica no sería tan aburrido después de todo.