Jaehyun sintió que le arrancaban el aire.

Las palabras de Yunho eran un golpe tras otro, y lo peor es que tenían razón.

Pero no podía admitirlo.

—Eres un egoísta —susurró Jaehyun, su voz cargada de resentimiento—. Todo esto… fue a propósito, ¿verdad?

Yunho lo miró, desconcertado.

—¿Qué demonios estás diciendo?

Jaehyun soltó una risa incrédula, pasando una mano por su cabello.

—Siempre quisiste lo que era mío. Desde que éramos niños. Siempre competiste conmigo.

Yunho sintió que la rabia hervía en su interior.

—No eres el centro del universo, Jaehyun.

—Pero aún así te acostaste con mi esposo.

Yunho sintió que la paciencia se le agotaba.

—No quiero pelear aquí —dijo, su voz más controlada ahora. Porque esto no se trataba de ellos.

Jaehyun lo miró con desprecio.

—Eso es porque sabes que tengo razón.

Yunho se acercó, su mirada ardiendo.

—No voy a discutir esto contigo cuando nuestro hijo está peleando por su vida.

Jaehyun parpadeó.

El ambiente en la sala de espera se volvió aún más tenso. La frase seguía resonando en la cabeza de Jaehyun como una campana ensordecedora.

"Nuestro hijo."

Su mandíbula se apretó, sus puños se cerraron con fuerza y sus ojos se clavaron en Yunho con pura furia.

—¿"Nuestro hijo"? —Jaehyun repitió, su tono gélido y lleno de incredulidad—. No, Yunho. NO es TU hijo.

Yunho le sostuvo la mirada con la misma intensidad.

—No digas estupideces.

—¿Acaso no es la verdad? —Jaehyun dio un paso adelante, con el pecho subiendo y bajando con fuerza— ¿Con qué derecho ahora lo llamas “nuestro hijo”?

El corazón de Yunho latió con fuerza, pero no apartó la vista.

—Porque lo es.

Jaehyun sintió que la ira lo consumía.

—¡No me vengas con esa mierda, Yunho! Fuiste tú quien decidió criar a Sion sin decirme nada. ¡Tú fuiste quien me lo ocultó, quien se aseguró de que nunca supiera que tenía un hijo!

—Porque nunca estuviste! —gritó Yunho, dando un paso al frente, acercándose demasiado—. ¡Porque mientras Taeyong pasaba noches en vela, mientras yo hacía todo lo posible para sostenerlo, tú estabas casándote con otra persona sin importarte una mierda lo que él pasaba!

Jaehyun sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago.

Pero no iba a dejar que Yunho tuviera la última palabra.

—¡Porque nadie me dijo nada! ¡Nadie me dio la oportunidad de elegir!

—¡Porque nunca la tomaste, Jaehyun! ¡Siempre fuiste un cobarde!

El silencio que siguió fue demoledor.

Jaehyun respiraba con dificultad, sintiendo su propio enojo consumirlo.

—Si Sion es “nuestro hijo” —soltó con una risa amarga—, dime, Yunho… ¿qué papel juegas tú aquí?

Yunho entrecerró los ojos.

—Soy su padre.

—No. Eres su tío.

Las palabras fueron un golpe directo al pecho de Yunho.

—No te atrevas…

—¡Eres su maldito tío! —Jaehyun se burló con rabia—. Pero quisiste ser su padre porque te convenía, ¿verdad? ¿Querías algo de Taeyong? ¿O simplemente querías quitarme lo único que realmente importaba?

La sangre de Yunho hervía.

—¿Cómo te atreves?

—¡¿Cómo tú te atreviste a ocultarme la verdad durante más de un año?!

Yunho sintió que la paciencia se le rompía en pedazos.

—¡Porque para ese entonces ya era mío!

Jaehyun se quedó helado.

Las palabras de Yunho retumbaron en su cabeza.

Yunho también pareció darse cuenta de lo que había dicho.

Pero no se retractó.

—Sion es mi hijo —repitió con firmeza—. Lo ha sido desde el día que nació.

Jaehyun sintió como si le arrancaran el alma.

—No tienes derecho…

—Sí lo tengo —interrumpió Yunho—. Porque cuando tú no estabas, cuando Taeyong más te necesitaba, yo fui quien se quedó.

Las palabras eran como cuchillas.

Jaehyun lo miró con los ojos cargados de rabia, pero también con un dolor profundo que no pudo ocultar.

Porque una parte de él sabía que Yunho tenía razón.

Pero eso no significaba que pudiera aceptarlo.

—Esto no ha terminado —susurró con la mandíbula tensa.

Yunho tampoco desvió la mirada.

—No, no ha terminado.

Ambos sabían que la guerra apenas había comenzado.

Unwritten Vows • Jaeyong •Where stories live. Discover now