Minah llevó una mano a su boca, sorprendida, mientras el señor Jung fruncía el ceño, incapaz de ocultar su reacción.
Era evidente que aquella cena no terminaría tan pacíficamente como había comenzado.
El silencio que se instaló en el comedor fue asfixiante. La incredulidad en los rostros de los señores Jung no era sutil, y Taeyong lo sabía. Lo esperaba. Pero aun así, no pudo evitar sentir cómo su pecho se comprimía con fuerza.
Minah fue la primera en reaccionar, bajando la mano que cubría su boca y forzando una sonrisa tensa.
—No esperaba… esto —admitió, mirando a Yunho con un destello de desconcierto en los ojos—. No es que no me alegre por ti, hijo, pero… esto es una sorpresa.
—Lo entiendo, mamá —respondió Yunho con calma, tomando la mano de Taeyong en un gesto firme, protector—. Pero quiero que sepan que esta es mi decisión. Amo a Taeyong. Y Sion… él es mi hijo.
El señor Jung apretó los labios. Se veía tenso, incómodo. Conocía a Taeyong, lo había conocido como el esposo de su primogénito, no como la pareja de su otro hijo. No como el hombre que ahora afirmaba que su nieto era de Yunho.
—¿Cuánto tiempo llevan juntos? —preguntó con voz controlada.
Taeyong sintió un escalofrío en la espalda. Sabía lo que aquella pregunta escondía. Duda. Sospecha.
—Unos meses —respondió Yunho con firmeza—. Pero eso no importa. Lo que importa es que estamos juntos, que Sion tiene un hogar, una familia.
Minah miró al bebé en brazos de Taeyong con expresión indecisa. No podía negar que había algo en él… algo en sus facciones que le resultaba extrañamente familiar.
—Puedo cargarlo? —preguntó de repente.
Taeyong asintió sin dudar y se lo entregó con cuidado. Minah lo sostuvo con ternura, sonriendo cuando Sion se removió ligeramente y bostezó.
—Es hermoso… —susurró, su mirada suavizándose—. No puedo creer que ya soy abuela.
El señor Jung, sin embargo, no se veía tan complacido. Sus ojos pasaban de Yunho a Taeyong, de Taeyong a Sion. Algo en su mente parecía estar encajando las piezas.
—¿Jaehyun sabe sobre esto? —preguntó finalmente.
El aire pareció volverse más pesado.
Yunho endureció la mandíbula, mientras que Taeyong bajó la mirada por un segundo antes de responder:
—No. Y no tiene por qué saberlo.
Minah parpadeó, sorprendida por la dureza en su voz.
—Pero, cariño…
—No. —Taeyong la interrumpió, mirándola con determinación—. Jaehyun y yo terminamos. No hay nada más entre nosotros. Esta es mi familia ahora.
El señor Jung lo miró en silencio por un largo rato. Demasiado largo.
Finalmente, se reclinó en su asiento y suspiró.
—Espero que sepan lo que están haciendo —fue todo lo que dijo.
Yunho apretó la mano de Taeyong con más fuerza.
—Lo sabemos.
Y aunque la noche continuó con un intento de normalidad, una sensación persistente quedó en el aire.
●
El despacho del señor Jung estaba iluminado solo por la tenue luz de una lámpara de escritorio. La atmósfera era pesada, cargada de tensión. Yunho tragó saliva, sintiendo el peso de la mirada inquisitiva de su padre.
—Entonces —repitió el hombre con voz firme—, ¿quieres hacerme creer que Taeyong se embarazó justo después del divorcio?
Yunho apartó la mirada, intentando encontrar una salida, pero su padre no era un hombre fácil de engañar.
—Papá, yo…
—No mientas, Yunho. No a mí.
El menor de los Jung sintió un escalofrío. Su padre siempre había sido un hombre perspicaz, de mente afilada y pocas palabras. Sabía que no tenía sentido seguir negándolo.
El señor Jung suspiró, cruzándose de brazos.
—Sion es hijo de Jaehyun, ¿verdad?
La pregunta quedó suspendida en el aire como una sentencia.
Yunho cerró los ojos por un instante antes de exhalar con cansancio.
—Sí —admitió con voz baja, pero firme—. Pero Jaehyun no lo sabe. Y no tiene por qué saberlo.
Un destello de furia cruzó los ojos de su padre.
—¿Estás escuchándote? —espetó con incredulidad—. ¡Estamos hablando de su hijo,Yunho!
—Sion es mi hijo. Jaehyun nunca lo quiso, nunca se preocupó por Taeyong, ¿por qué habría de hacerlo ahora?
El señor Jung golpeó la mesa con una mano abierta, el sonido resonando en la habitación.
—¡Eso no es algo que tú puedas decidir!
—¡No voy a dejar que lo lastime! —gritó Yunho, su pecho subiendo y bajando con agitación—. Ni a Taeyong ni a Sion. No voy a dejar que Jaehyun vuelva a meterse en su vida solo para hacerles daño de nuevo.
El mayor de los Jung lo observó por un largo momento. No con ira, sino con algo más profundo. Con desilusión.
—Yunho… —su voz sonó más cansada ahora—. No puedes construir una familia sobre una mentira.
Yunho sintió que algo se rompía dentro de él con esas palabras.
Porque, en el fondo, sabía que su padre tenía razón.
Yunho sintió su corazón latir con fuerza mientras su padre lo miraba con esa mezcla de decepción y entendimiento. No podía permitir que todo por lo que había luchado se viniera abajo. Taeyong y Sion eran su familia, su prioridad.
—Papá… —su voz sonó más baja, casi suplicante—. Por favor, no le digas nada a Jaehyun.
El señor Jung suspiró y se apoyó en su escritorio, frotándose el rostro con ambas manos. El dilema moral lo consumía. Por un lado, su hijo mayor tenía derecho a saber que tenía un hijo, pero por otro, no podía ignorar que Yunho había sido quien estuvo presente, quien había tomado el rol de padre con todo el amor del mundo.
—No sé qué hacer con esta información, Yunho —admitió con cansancio—. ¿Crees que puedes ocultarlo para siempre?
Yunho apretó los puños.
—Si es necesario, sí.
Un pesado silencio cayó sobre la habitación. El señor Jung finalmente negó con la cabeza y se enderezó.
—Esa decisión no te corresponde.
El menor de los Jung sintió un escalofrío recorrer su espalda.
—¿Papá… qué vas a hacer?
El hombre tomó aire profundamente y lo dejó ir con lentitud.
—Por ahora, nada.
El alivio golpeó a Yunho de inmediato, pero su padre lo interrumpió antes de que pudiera relajarse.
—Pero tarde o temprano, la verdad saldrá a la luz. Y más te vale estar preparado para lo que vendrá.
Con esas palabras, el señor Jung salió del despacho, dejando a Yunho con el peso de una verdad que amenazaba con destruir todo lo que había construido.
Y aunque quería aferrarse a la esperanza de que su padre mantendría el secreto, una parte de él sabía que todo estaba a punto de derrumbarse.
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Unwritten Vows • Jaeyong •
Teen FictionCuatro años de matrimonio, un contrato y un destino sellado: la separación. Para Jaehyun, solo era un trámite. Para Taeyong, se convirtió en algo más. Ahora, mientras el final se acerca y Jaehyun parece enamorarse de alguien más, Taeyong se enfrenta...
