Pero esta vez dolió más.

Tal vez porque, por un momento, Taeyong había creído que su plan estaba funcionando. Tal vez porque por primera vez en años, había sentido que existía para Jaehyun.

Y ahora, la realidad lo golpeaba con más fuerza que nunca.

Apretó los labios y respiró hondo, obligándose a mantener la compostura mientras observaba a su esposo inclinarse ligeramente hacia aquella mujer, saludándola con una cercanía que lo hacía querer apartar la mirada.

Pero no lo haría.

No más.

Con el corazón latiéndole con rabia y frustración, Taeyong enderezó la espalda y avanzó con paso seguro hacia la mesa donde estaban reunidos los socios de Jaehyun. Si Jaehyun quería ignorarlo, entonces él no le daría la satisfacción de mostrarse afectado.

-Señores, buenas noches. -su voz salió firme, educada, sin un rastro de la tormenta que rugía dentro de él.

Los hombres en la mesa se giraron hacia él con interés. Algunos le dedicaron sonrisas amables, otros lo observaron con curiosidad. No lo conocían realmente, solo como "el esposo de Jaehyun".

Uno de los socios se levantó para estrechar su mano.

- Señor Jung, un gusto verlo por aquí.

Jaehyun, que aún estaba con su amante, pareció finalmente recordar su presencia. Se giró hacia él, pero Taeyong ya no lo miraba.

Por primera vez, Jaehyun era quien quedaba en segundo plano.

Y eso, de alguna manera, le dejó una extraña sensación en el pecho.

Jaehyun frunció ligeramente el ceño mientras observaba a Taeyong interactuar con los socios.

No era que le molestara... pero algo se sentía extraño.

Estaba acostumbrado a verlo callado, discreto, siempre unos pasos detrás de él en este tipo de eventos. Pero esta noche, había algo diferente en él. No solo su apariencia, sino su actitud.

Taeyong se desenvolvía con naturalidad, con una seguridad que no recordaba haber visto antes. Mantenía una conversación fluida con los socios, su expresión serena, su postura impecable. Y, sobre todo, no lo estaba mirando a él.

Jaehyun sintió una punzada molesta en el pecho.

¿Qué demonios estaba pasando?

La mujer a su lado, su amante, tocó su brazo para llamar su atención.

-Jaehyun, ¿me acompañas un momento? -preguntó con una sonrisa dulce, inclinando ligeramente la cabeza.

Jaehyun miró a Taeyong por última vez antes de asentir distraídamente.

Pero mientras se alejaba, no pudo evitar girar la cabeza de nuevo.

Y lo que vio lo inquietó más de lo que le gustaría admitir.

Uno de los socios se había inclinado hacia Taeyong, diciéndole algo en voz baja. Taeyong rió suavemente, inclinando la cabeza con elegancia. Su expresión relajada, su sonrisa encantadora...

Jaehyun nunca lo había visto así.

Y al parecer, él no era el único que lo notaba.

Los hombres en la mesa estaban atentos a Taeyong. Demasiado atentos.

Un ligero malestar se instaló en el pecho de Jaehyun.

¿Por qué le molestaba tanto?

Sacudió la cabeza, tratando de quitarse esa absurda sensación. Taeyong era solo su esposo por contrato. No tenía derecho a sentir nada al verlo rodeado de otras personas, mucho menos de otros hombres.

Y, sin embargo, mientras caminaba junto a su amante, su mente seguía en la imagen de Taeyong.

Y eso, sin duda, era un problema.

Unwritten Vows • Jaeyong •Where stories live. Discover now