«Feliz cumpleaños, Blake.»

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Seguía mirando en frente.

Y él seguía mirando mis labios.

De pronto me tomó suavemente del mentón y tiró de él para chocar sus labios con los míos. Suspiré y solo pensé en Justin. Sus labios eran suaves, y su beso lento, y sensual. Su mano bajo a mi cintura, y me acercó un poco más a él. Su lengua pidió la entrada a mi boca, y fue entonces cuando me dije a mi misma que esto no debía ir más allá.

Uno, porque no se sentía bien hacerle eso a Justin.

Dos, porque los hombres se excitaban con cualquier cosa y Blake claramente no era le excepción.

Y tres, porque... porque simplemente no tenía que seguir.

Lo aleje suavemente de mí.

—Blake.

—Lo siento. —Se pasó una mano por el cabello. —Me gustan tus besos.

Lo había dicho tan bajo que no estaba segura de haber escuchado bien. Le di una pequeña sonrisa, totalmente falsa ya que por dentro no me sentía bien, y le apreté la mano.

—¿Es por tu amigo no? —Preguntó como si nada.

—¿Eh?

—Tu amigo, el que está colado por ti. El rubio de tatuajes.

Dios, ¿Qué le decía?

—No. —Dije. ''Hay que fraternizar con el objetivo, cautivar al enemigo'' Trague y entrelacé mis dedos con los suyos. Si, Adam estaría orgullo de mi. Reí internamente.

—Me gustas Blake. Pero pronto me voy a ir. Solo estoy de vacaciones y...

—También me gustas, Jess. —Se me acercó—Me gustas mucho. Disfrutemos de esto mientras te vas.

Me dio un pequeño beso y suspiré abatida. Asentí ligeramente, y él me besó la cabeza para luego abrazarme y seguir viendo la película.

A la tarde siguiente, estaba arreglándome para ir a la gran mansión de Blake. No le había comentado a nadie lo que había ocurrido y suponía que era mejor así, por ahora aunque no estaba segura. Justin no querría dispararle, Adam no molestaría a Justin, y el plan seguiría en pie.

Estaba usando tacones. Luego de casi cuatro días sin usarlos estaba que moría. Mis zapatos eran... dios, eran mi todo. Y me moría. Joder, me moría. Pero suponía que podría aguantar el dolor de mi tobillo hasta que los chicos hicieran lo que debían hacer y luego nos fuéramos.

Teníamos una serie de maletas en el living de la casa. Justin y Damon habían estado los últimos dos días viendo todos los detalles con respecto a nuestros pasaportes falsos.

Si, maldición, me habían hecho un jodido pasaporte falsificado y eso me ponía nerviosa. Estaba usando un vestido rosa palido. Mi cabello rubio, -aún en parte rosa, por cierto- Estaba completamente rizado. Mis labios tenían un tono rojo pasional, y mis mejillas estaban sonrojadas. Adam y Justin habían ido a noche a una carrera de autos, y habían ganado a uno.

Me sorprendía que las cosas malas estuvieran por todas partes. Me di un último toque de lápiz labial. Justin entró y me miro de arriba abajo.

—Más le vale mantenerse alejado de ti—Me dijo tomándome por la cintura y enterrando su nariz en mi cabello.

—Estás preciosa.

Tragué. Había decidido que le contaría lo que me sucedió el otro día.

—Justin, debo decirte algo—Murmure girándome. Él se sentó en nuestra cama.

BANG ll: Explosion of love.Where stories live. Discover now