Con una mano traté de apartarlo mientras con la otra todavía le tiraba agua, el agarro la manguera y desde ahí todo se descontrolo, jabón y agua volaron por todo el lugar, estábamos teniendo un extraño baile que solo me hacía reír, incluso Jacob reía, pero sin la más mínima intención de bajar la intensidad de la lucha.

Lo vi perder el equilibrio, probablemente su pie había pisado el jabón en el piso; reí por la cara de pánico que puso, reí hasta dejar ir el jabón y la manguera para que cayera solo, pero no lo conseguí, a medio camino él me tomó de la mano y me llevó consigo. Caí a su lado y sobre mi pierna derecha, el dolor no tardo en esparcirse por toda mi extremidad, haciendo que un leve grito escapara de mis labios, Jake solo gritó una grosería, muy su estilo.

Ambos nos miramos con los ojos abiertos y bastante asustados, luego empezamos a reír sin ningún sentido, no era gracioso haber terminado en el suelo y heridos, pero su cara de pánico lo fue todo.

—Justo cuando crees que tus hijos son lo suficientemente maduros para dejarlos solos en casa te encuentras con algo como esto— mi papá estaba parado en la puerta, de brazos cruzados y analizándonos con la mirada.

No podía decir si estaba enojado o estaba escondiendo muy bien su risa, lo único que sabía es que de repente Jake empezó a reír como desquiciado y yo solo ponía mi mayor cara de inocente.

—Hola, pa— dije con voz tierna, casi como la de una niña de cinco años.

Finalmente empezó a reír mientras negaba con la cabeza, a mi parecer no podía tener mejores hijos, éramos lindos, divertidos, inteligentes, tiernos, buenos estudiantes, luego recordé que Jake venía en el paquete y deseche la idea, solo tenía una buena hija.

—Nada de "hola, pa", van a limpiar todo esto y a ponerse presentables, no causaban tantos problemas cuando tenían cinco— miró a Jake un momento —Bueno, Cassie no causaba tanto problema— tres risas se escucharon, todos reíamos menos mi hermano, incluso se había cruzado de brazos y quedado sentado en el piso.

Yo me puse de pie con calma para no volver a caer, sosteniéndome de la encimera, debía cerrar la llave. Mientras movía mi mano sobre la canilla, noté que fueron tres risas, miré más allá del cuerpo de mi padre y me encontré con Luke Hilton, en traje y sonriéndome.

¿Qué hacía él allí?

—Y luego se quejan del calentamiento global— casi tropiezo de la impresión, no era un espejismo, hablaba, él en verdad estaba aquí —Parece que hubieras visto un fantasma— me dijo, yo asentí, básicamente él era eso.

Salté y corrí hacia él, o lo intenté, casi vuelvo a tocar el piso gracias a las piernas de Jake, cortárselas no sonaba tan mal en el momento.

—Detente ahí, no me vas a tocar así como estás— fruncí el ceño ¿Cómo estaba? —Mojada, enjabonada, hecha un desastre, señor Reed, creo que ella necesita gafas— se dirigió a mi padre con una mueca en el rostro, lo miré mal.

—Yo vengo pensando lo mismo desde hace un tiempo— habló Jake desde el piso —Digo, se fijo en un Sullivan ¿Qué tan mal de la vista está?— quería que desapareciera, había evitado hablar del tema por un tiempo, no creía que era conveniente traerlo a colación y en la menor oportunidad el protozoario que tenía como hermano lo mencionaba. Lo pateé ya que estaba tirado en el piso e indefenso.

—Tal vez sea como Nina y me guste hacer obras de caridad— mi papá rio al igual que Luke, por parte de mi hermano recibí una mala mirada, me encogí de hombros —Al que le caiga el guante, que se lo Jake— reí, le envié un beso para hacer todo dramático.

—Te detesto— rodé los ojos.

—El sentimiento es mutuo ¿Cuándo lo vas a entender?— lo oí gruñir, no me importó, seguí caminando e intentando llegar a Luke, cada paso ponía una expresión de pánico más grande en mi amigo —Ven aquí, niño bonito— él dio un paso atrás.

RoommatesWhere stories live. Discover now