Capítulo 1

5.7K 401 18
                                    

Me tapé la boca mientras bostezaba, el jetlag me estaba matando, no lo sufría desde que había aterrizado en Vancouver, pero al menos allí pude dormir, en Londres me vi obligada a asistir a una boda después de salir del aeropuerto, básicamente mi mamá tuvo que vestirme, siempre me maquillaba, pero esta vez lo hizo mientras estaba acostada en la cama durmiendo, debió ser cómico.

Lo positivo de mi deplorable estado era que podía excusarme y abandonar la farsa en cualquier momento, estaba cansada, y solo me vi obligada a abandonar mi lugar de tranquilidad por petición de la mujer que me dio la vida, al menos era justo pasar algún tiempo con ella, la extrañaba, ella, Jake, Ian y los chicos era lo único que extrañaba del lugar, de la ciudad, de la gente.

—No te duermas— Luke me advirtió, aunque seguía ofreciéndome su hombro para apoyar la cabeza.

—No lo hago— dije cerrando los ojos —Solo estoy descansando los ojos— su hombro se movió debajo de mí, estaba intentando no reírse —Te dije que no bebieras Red Bull, solo te mantiene despierto en los momento aburridos además de que te hace temblar— me acomode mejor, hasta el punto que tuvo que abrazarme para que la sangre en su mano circulara.

—Al menos estoy despierto— su cabeza estuvo en la mía en cuestión de segundos.

—¿Por cuánto tiempo? Es la pregunta— no tenía que verlo para saber que estaba sonriendo, nos habíamos estado conociendo mediante la convivencia, no la mejor si vives con un hombre desordenado, perezoso y que olvidaba levantar la tapa del baño, pero parte de eso era pasado, solo había que tener mano dura, y todo se resolvía. Reí de mis pensamientos, había soñado como una anciana que trata de educar a sus hijos, todos profesionales.

—Es para resistir y después caer dormido como bestia— seguía escuchando voces a lo lejos, creo que estaban en medio de los votos.

—Lo siento Hilton, pero déjame decirte que tú siempre duermes como bestia— rió un poco más duro de lo esperado ganándose un regaño y un "shhh" de una mujer delante de nosotros.

Ambos reímos, se sentía como volver a ser niños y hacer travesuras, era refrescante, me hacía olvidar por un momento donde estábamos.

La boda entre Gabrielle Sullivan y Daniel Reed se llevaba a cabo, no voy a ocultar que me sorprendió, ni siquiera sabía que ellos se trataran, mucho menos iba a suponer que ambos tenían una relación, tal vez estuve tan absorta en mi propio drama que no vi venir ese golpe. La invitación a la boda le había dado sentido al por qué Daniel la había defendido cuando Jake la insulto, incluso aclaraba por qué él me había mirado de tal manera, y sin contar de que no se despidiera de mí, ni fuera al aeropuerto, la relación lo aclaraba todo, menos la falta de apoyo hacia mí, "El amor es ciego, y Daniel idiota", había dicho Luke "es una combinación letal".

Al principio no lo entendía, tal vez porque no recordaba que Luke hubiera conocido a Daniel, pero era cierto, fue una combinación letal para nuestra relación, no podía mirarlo y no recordar sus ojos en mí, los de ninguno de ellos.

Luego estaba Harry, creo que fue lo que más me dolió, o tal vez fue solo el vestido que deje en su apartamento, tal vez nunca lo sepa, pero no podía fingir que no había dolido, no lloré, y aun pienso en el por qué, pero sí dolió, demasiado diría yo.

El verlo parado en frente de toda la gente apoyando a esos dos solo me hacía preguntar ¿si él era consciente de lo que unas simples palabras ocasionaron? Porque yo lo fui por varios meses.

Tenía el pelo un poco más corto, pero igual seguía tocando su cuello, estaba vestido para impresionar, y sus ojos seguían brillando con la misma intensidad. Lo había visto apenas llegué, había sentido como un puño en el estomago al verlo, pero luego de eso, nada, no sentí nada.

RoommatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora