𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]

28

Tzuyu despertó y no fue para nada una sorpresa ver que el delgado cuerpo de Sana estuviera aferrado al suyo. Cuándo trató de separarse la mayor solto quejido caprichoso.

La menor suspiro. - Sana, necesito hacer el desayuno. - Contestó con pesadez. - Déjame en paz al menos cinco minutos.

Pero la omega solo se aferró más al cuerpo contrario. - No...

- Necesito hacer la comida ¿No quieres comer acaso? - Persuadió.

Fue entonces que Sana aflojó su agarré y dejó ir a la menor.

El resto de la rutina se repitió, Tzuyu terminó de darle su medicina a Sana y está no tardó en caer rendida. Tzuyu agradeció a todas las deidades por no tener que lidiar con esa loba molesta al menos unas horas, eso le facilitaba las cosas. Aprovechó el estado inconsciente de la rubia para hacer su rutina diaria y empezar a hacer las tareas y trabajos que Elkie le había pasado, tendría que reponer todo una vez que esta semana pasará.

Mientras Tzuyu seguía haciendo su tarea en la barra de la cocina, fue sintiendo una leve incomodidad en el pecho y llevo una mano a dicha zona tratando de aligerar el dolor causado. El aire se le estaba haciendo pesado, miró a la omega que yacía dormida en el sillón durante varios segundos, se veía bastante linda.

De inmediato sacudió su cabeza ante el pensamiento. - Necesito un supresor. - Se dijo a si misma levantándose del lugar para ir directo al equipaje y tomar una píldora. Ahora un pequeño dolor de cabeza también se hacía presente, debía ser por las feromonas tan fuertes que Sana estaba empezando a soltar inconscientemente, sólo pensó en cómo su estado estaría avanzando más conforme pasaban los días.

- Creo que necesito un baño. - Se dijo a si misma de nuevo.- Este calor me está afectando.

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Nada era más agradable que sentir el agua refrescando su piel en aquella elegante bañera. Cerró los ojos sintiéndose en paz unos segundos.

Hasta que ella llegó.

Sin pedir permiso si quiera, Sana abrió la puerta del baño haciendo a Tzuyu sobresaltar. - ¡Mierda! ¿Qué te pasa? ¿No sabes tocar la maldita puerta. - Preguntó tratando de cubrir inútilmente su cuerpo.

El rostro de la omega se veía molesto, sus ojos veían directo a los de Tzuyu, como si la alfa no estuviera desnuda frente a ella. - ¡Mala! - Acusó. - Me dejaste. - Señaló con los ojos lagrimosos.

Tzuyu suspiró. - Claro que no. Sólo quise tomar un baño y tener mis 5 jodidos minutos de privacidad desde que estoy aquí ¿Puedes entender o también eres inepta en ese aspecto?

Tan pronto cómo esas palabras salieron de su boca, se arrepintió, tal vez había sido algo dura, la chica que tenía en frente era una consumida por un lobo que actuaba por instinto, no era su culpa. Por suerte, Sana pareció pasarlo por alto.

- Lo siento. - Mencionó avergonzada. - No debí hablarte así, es sólo que me asusté y estoy desnuda... Me da vergüenza que me veas así. - Explicó con un tono rojizo en sus mejillas.

Pero para Sana eso fue como una invitación a unirse a la menor en la bañera, así que sin vergüenza se deshizo de todas sus prendas para quedar en un estado igual al de Tzuyu y se adentro con ella.

- Oye, no te dije que entraras, encimosa. - Pronunció con desagrado. Pero a Sana no le importo y terminó de adentrarse en la bañera. - Agh, de todos ya me iba. - Habló levantándose de la bañera y cubrió su cuerpo lo mejor que pudo con sus brazos.