𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]

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– ¿Entonces no ha querido hablar con nadie? – Preguntó Sana.

Tzuyu negó con la cabeza cómo si Sana pudiese verla. – No. Sólo va del trabajo a la casa y viceversa. Se siente demasiado mal. – Suspiró. – Deberías verla, está demasiado pálida y delgada, casi cómo cuándo recién supimos de su lazo roto. Ni siquiera he podido convencerla de que vayamos al doctor.

– Eso explica todo. Visité a Dahyun y se ve similar, se queda viendo a punto fijo como si sus pensamientos la absorbieran. – Mencionó afligida. – Le pregunté muchas veces que le ocurriría pero no me quiso decir.

– Tengo miedo. – Confesó Tzuyu.– ¿Y si le pasa algo al bebé?

La línea se quedó en silencio unos segundos.

– Van a estar  bien, sólo necesitan darse su tiempo, pero creo que es necesario que alguien esté con ellas para cuidarlas.

– Tienes razón. – Cedió. – Me siento muy culpable, si yo hubiera estado ahí nada hubiese ocurrido .

– Ya no me digas, me siento muy mal pero haberte hecho salir ese día. – Confesó Sana. – Las dos debimos haber estado con ellas.

Tzuyu negó reflexionando mejor aquello. – Honestamente, creo que las dos hubieran encontrado la forma de verse aún si se los prohibían.

Sana suspiró al otro lado de la línea. – Ya ni siquiera sí es buena idea que sigamos con esto.

Tzuyu pareció pensarlo unos segundos. – Necesito el dinero. – concluyó

– Y yo a tu alfa. – Continuó.

– Escucha, tú y yo necesitamos seguir con esto ¿De acuerdo? Nos guste o no ese es problema de ellas y no podemos meternos demasiado. Además, dijiste que tu omega sufre mucho cuando no tiene un alfa cerca ¿No? – Preguntó.

Sana abrió los ojos sorprendida al escuchar que Tzuyu había recordado aquellas palabras. – Bueno, si. Cómo sea, igual sé que ocupas ese dinero. No sería cortés de mi parte cancelar todo de última hora.

– ¿Entonces nos vemos mañana a la hora acordada? – Preguntó Tzuyu.

– Si. Mañana a las diez en la cancha de básquet, una cuadra después de tú casa. – Dijo recordando el trato que ambas habían hecho.

Tzuyu asintió. – Bien... Y oye

– Dime

– ¿En serio prometes no decirle una palabra de esto a esa alfa? – Preguntó Tzuyu.

Sana suspiró. – No, no le diré nada a Nayeon.

El orgullo de Tzuyu aún era muy fuerte como para llamar a Dahyun y preguntar cómo estaba así que decidió mejor llamar a Sana aprovechando que ahora se podían dirigir más de dos palabras sin querer matarse y al parecer Dahyun no habría querido hacer un escándalo de todo esto pues Sana no tenía ni idea de lo que había ocurrido y a Tzuyu no le quedó más de otra que tener contar la verdad.

La alfa tampoco le había dicho a Jihyo o alguien más, aunque sabía que en el fondo no era culpa de su hermana le preocupaba que los demás no lo entendieran y empezaran a señalarla como una alfa agresiva. Momo ya había sufrido mucho como tener que aguantar los señalamientos de terceros.

– Supongo que gracias. – Dijo sin querer denotar mucha emoción. – ¿Nos vemos hasta mañana?

– Hasta mañana. – Contestó en un tono igualmente neutro.

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– ¿Entonces el seguro no lo cubre ? – Preguntó Jihyo divertida.